Encontraron restos contaminantes orgánicos y pesticidas en la Antártida

antártidaLa Antártida está contaminada, así de determinante es la conclusión de un informe presentado esta semana en el Congreso de la Sociedad de Toxicología y Química Ambiental europea que se llevó a cabo en Basilea, Suiza, al que PERFIL tuvo acceso en exclusiva.

Datos científicos recogidos por el Trineo de Viento –un vehículo que se mueve exclusivamente por energía eólica– en su expedición a la Antártida, denominada Acciona WindPowered, entre 2011 y 2012, demuestran la existencia de contaminantes orgánicos y pesticidas en el plateau antártico.

La investigación fue dirigida por Ana Cabrerizo, del Instituto para el Medio Ambiente y la Sostenibilidad de la Comisión Europea, y presentado por Jordi Dachs, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua. “La Antártida se percibe como un desierto helado muy lejano e impoluto, con barreras naturales como la circulación oceánica y atmosférica que en teoría lo protegen”, dijo Dachs. Sin embargo, “esa situación no impide que se hayan detectado contaminantes orgánicos persistentes (COP), como los bifenilos policlorados (PCB) y pesticidas organoclorados (ACO) en el aire, la nieve, el agua, la vegetación o las redes tróficas de los organismos en la Antártida marítima”, sustancias químicas artificiales que son una muestra más de cómo el ser humano está perturbando la biosfera.

Para Ramón Larramendi, líder de la expedición, “estas partículas contaminantes, de una vida media-larga no quedan ‘atrapadas’ en la nieve como en un principio se creía, retrasando así su llegada a la meseta antártica, sino que se van moviendo de las regiones templadas a las más frías”. Sin embargo, este dato no se pudo confirmar hasta la expedición del Trineo de Viento, “pues la mayoría de los estudios disponibles de la atmósfera antártica sobre estos compuestos se basaban en datos recogidos en las zonas costeras”, agregó Dachs. “Es en esta zona donde se encuentra la mayoría de las bases científicas internacionales; no era fácil realizar un muestreo atmosférico por una amplia extensión del interior del continente”, explicó a PERFIL Rosa Tristán, portavoz de la expedición.

“Como resultado, había falta de información sobre los niveles de PCB y otros contaminantes en la meseta antártica”, señala el informe, para indicar después que el Trineo de Viento ha permitido detectar su presencia “en un recorrido que va desde Estación Novolazarevskaya, a 75 km de la costa, hasta el glaciar Unión”. En total, los investigadores recorrieron 3.500 km en 34 días de viaje, gracias al cual se recogieron valiosas muestras científicas que ayudarán a conocer mejor el interior de la Antártida.