En una final dramática, Canapino se convirtió en el nuevo campeón del TC

El autódromo Roberto Mouras se ofrece como escenario de desenlaces dramáticos, cargados de suspenso y adrenalina. Los héroes no se repiten, pero se visten con el ropaje de una misma marca: Chevrolet. Agustín Canapino coronó en la vuelta final de la última fecha del campeonato de Turismo Carretera una remontada a puro coraje, con manejo ajustado y maniobras al límite, sellos distinguidos de aquellos pilotos que enseñan voracidad por los títulos. El arrecifeño apiló rivales, escaló posiciones en un trazado de dibujo complejo para ensayar sobrepasos. Saltó desde el undécimo al cuarto puesto, superó a su principal oponente en la puja por el trofeo, el parejense Facundo Ardusso (Torino), pero también a otros seis adversario. La tarea fue una muestra de talento en la pista, pero también del trabajo de una estructura sólida, de jerarquía, que tiene a su padre Alberto como motor, estratego. Una combinación familiar que repitió el logro de 2010, cuando Agustín se convirtió en el campeón más joven de la historia del TC, con apenas 20 años.

Canapino largó undécimo y atacó de entrada, al superar a Carlos Okulovich (Torino); fue por Ardusso (vuelta 4). Seis segundos y medio lo separaban de José Manuel Urcera (Chevrolet), a quien superó en el giro 14. Cuatro vueltas después, el turno de Josito Di Palma (Torino), quien le porfió la posición y provocó un toque. A cinco giros del desenlace, Lambiris penalizó y el arrecifeño dio cuenta de Leonel Ugalde (Ford). Le restaba escalar un puesto, pero quedaba un solo giro: con frialdad para calcular la maniobra y temperamento para atacar, terminó la labor frente a Alan Ruggiero (Torino). “Cuando pregunté cuánto me faltaba, mi papá tuvo la feliz idea de decirme que con un puesto más era campeón. Me costó, no sabía si me alcanzaba, pero tenía que ir para adelante. En mi vida nada fue fácil. Debía mantener la calma, dependía de un milagro. Parecía imposible, pero no lo dejaría de intentar. Todos los pilotos lo hacemos, pero fue un final de película, porque se dio en la última vuelta”, señala Canapino, que en la zona de premiación celebró con los brazos extendidos sobre el auto, mientras recibía la aprobación de los fanáticos por la titánica tarea.

Las posiciones finales de la Copa de Oro fueron las siguientes: 1) Agustín Canapino (Chevrolet), 216.5 puntos; 2) Facundo Ardusso (Torino), 216; 3) Luis José Di Palma (Torino), 190; 4) Gastón Mazzacane (Chevrolet), 185; y 6) Mauricio Lambiris (Ford), 157.

 

Fuente: La Nación

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