En nuestra provincia hay un promedio de ocho divorcios por día

Según datos del Superior Tribunal de Justicia en el primer semestre del año hubo 837 sentencias de disolución del vínculo matrimonial, un trámite que es más fácil realizar desde hace 3 años.

Si bien históricamente disolver el vínculo nupcial por lo general no era una tarea sencilla y llegaba a demandar muchos años, habida cuenta de las contiendas entre los cónyuges y las dilaciones en los ámbitos judiciales, hoy la cuestión es más sencilla. Desde que rige el actual Código Civil y Comercial en la Argentina, que entró en vigencia el 1° de agosto de 2015, divorciarse es más fácil y no hace falta atravesar un proceso contencioso ni invocar una causa: basta con que uno de los integrantes de la pareja lo solicite e inicie el trámite.

En este marco, en la primera mitad de este año –de febrero a junio– ya hubo 837 sentencias de divorcio en Entre Ríos, según informaron en el Superior Tribunal de Justicia. Haciendo un cálculo de un promedio –sin contar los fines de semana, que es cuando no se efectúa esta gestión– se puede estimar que son casi ocho las parejas que se divorcian por día en la provincia. Se trata de un número importante que da cuenta de que el trámite es más ágil que hasta hace tres años.

Sobre este tema, Enrique Marciano Martínez, presidente del Colegio de Abogados de Entre Ríos (CAER), reflexionó: “Ya se cumplieron tres años desde que rige el Código Civil y Comercial actual y lo que veo en la práctica es que el divorcio como disolución del vínculo se está cumpliendo más rápido. A esta altura de la vida del siglo XXI, uno de los cónyuges dice que no quiere continuar con el matrimonio y se corta. Lo que pasa es que por lo general siempre hay una discusión sobre bienes”, dijo, en referencia a que el mismo Código también obliga al que solicita el divorcio a que junto con este pedido presente al juez una propuesta para el otro cónyuge, en la que debe plantear cómo se van a repartir los bienes, cómo será el programa de responsabilidad parental respecto de los hijos, cuál es la cuota alimentaria que se va a establecer, qué régimen de comunicación habrá entre las partes, entre otros puntos.

Cabe aclarar que si la otra parte no está de acuerdo con la misma, el juez dicta el divorcio igual para disolver el vínculo y lo demás se resuelve en otro proceso.

Por su parte, Jorgelina Guilisasti, abogada especializada en Derecho de Familia y vocal del CAER, destacó: “El cambio más importante es haber abandonado la noción de culpa. El divorcio es totalmente objetivo, incausado, que se concentra en resolver las cuestiones pendientes, como los bienes, los hijos, las prestaciones entre los excónyuges, ese ha sido el cambio radical que se ha dado a partir de que rige el actual Código Civil”.

“Basta que uno de los miembros del matrimonio lo solicite, se inicia el trámite. Por más que el otro ni siquiera se presente a la audiencia, es notificado y el divorcio sale igual. Van a quedar para resolver después las cuestiones de qué pasará con los bienes si existen en común, y si tienen hijos, ya que ahora cuando se enfrenta el divorcio hay que proponer algo e ir pensando en la solución. La compensación económica fue otro de los grandes cambios”, acotó (Fuente: UNO).

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