En Entre Ríos “se ha democratizado la producción cultural”, señaló Blanco

La Editorial de Entre Ríos funciona en calle 25 de Junio 89 de Paraná, frente al Teatro 3 de Febrero. Dentro de sus actividades, lleva adelante la edición de obras realizadas por autores entrerrianos, respaldando fuertemente el desarrollo cultural de la provincia. Su director, José María Blanco, habló con El Observador sobre su funcionamiento, afirmando que en el año llegaron a publicar alrededor de 20 libros escritos en nuestro suelo. También puso énfasis en la importancia de fomentar la lectura y escritura en los jóvenes y en otro aspecto, opinó sobre la Ley de Comunicación Audiovisual.

– ¿Cuáles han sido las tareas más relevantes de la Editorial durante este 2012?

– Con el año de gestión prácticamente finalizado, podemos afirmar que llegamos a publicar alrededor de 20 títulos. Además digitalizamos la totalidad de los archivos de Artigas, una donación efectuada por el gobierno uruguayo al gobierno y pueblo de Entre Ríos. Es importante destacar que se trata de 27 tomos y de casi 18.000 páginas.

– ¿Las obras publicadas son todas pertenecientes a autores entrerrianos?

– Exactamente, entre ellas tenemos textos extraordinarios como el premio Fray Mocho a, “La otra revolución” referida a la gesta artiguista y la construcción de los pueblos libres, un libro de Francisco Senegaglia, historiador y psicoanalista, Mariano Fragueiro y la Constitución Económica de 1853, uno de los principales referentes de la historia oficial quien proponía la creación de un mercado interno como matriz del desarrollo nacional. Estos títulos y autores entre otros trabajos notables que hemos editados.

– ¿Las obras deben reunir algún tipo de requisito para su publicación mediante la Imprenta de Entre Ríos?

– Ninguno. Se ha democratizado la producción cultural, porque queremos que se sumen nuevas voces. Lo que hicimos fue, en lugar de publicar pocos autores y partidas de ejemplares, dentro del mismo presupuesto abrimos un abanico para que sea la mayor cantidad de autores posibles los que se puedan expresar. Bajamos en acción directa a los municipios. La finalidad es que cada uno pueda organizar su concurso literario, nominar a sus jurados y establecer cuáles son las obras ganadoras para que la Editorial de Entre Ríos las publique. El objetivo es que no se dependa de la potestad de un director, intentamos abrir y democratizar lo más posible la producción. A su vez nos focalizamos en estimular la escritura por parte de autores jóvenes. Incluso contamos con algunas obras que están en plena producción, mediante la elaboración de escritores de 18 y 19 años, lo que es realmente fantástico. No priorizamos tanto la cuestión estética, lo cual un joven escritor puede ir perfeccionándolo con el tiempo, sino que el propósito es vincular a las nuevas generaciones con la lectura y la escritura. Es un trabajo más de los tantos que se llevan adelante para fortalecer la identidad cultural del entrerriano.

– ¿Cuál es su pensamiento respecto a la Ley de Comunicación Audiovisual?

– Adhiero fervientemente a esta nueva normativa. Por ejemplo, desde fines del siglo XIX hasta 1976 en la Argentina existieron alrededor de 400 diarios y se vendían 100 ejemplares por cada 1000 habitantes. A partir de la erupción del Papel Prensa de 400 diarios pasamos a 160, es decir que en 20 años tras la aparición del Papel Prensa desaparecieron no menos de 250 diarios y en su gran mayoría del interior. De aquellos 100 ejemplares por cada 1000 habitantes, se llegaron a 40. Por lo tanto ha habido una maquinaria destinada a desplazar al público lector y empujarlo al sector consumidor de televisión. Existen intereses que determinados grupos hegemónicos defienden. El Grupo Clarín ha adoptado medidas que responden a una estrategia empresarial y escondida detrás de una hipotética defensa de la libertad de expresión. Lo que en verdad buscan es manejar con una total impunidad un mercado que lejos de dar respuestas a las necesidades de la gente, las condiciona cada vez más. Nuestra provincia tiene la particularidad de ser la que posee mayor cantidad de medios gráficos por cada 100.000 habitantes, hay cerca de 20 triplicando casi la media nacional. Es decir que el entrerriano prioriza la lectura, los medios locales por encima de los hegemónicos. Clarín o La Nación en el interior del país venden solamente el 15% de lo que editan, el 85% restante se consume en Capital Federal. ¿Pero qué sucede? Es notable que si el entrerriano no elige esos diarios, prende el televisor y tiene que verse invadido por el estado de tránsito de la Panamericana, los paros de subtes o 20 asesinatos en el día…cuestiones que les preocupan a los habitantes de Buenos Aires, pero que influyen en nuestra rutina. Es para debatir largamente. Se trata de un tema que debe tomarse con mucha conciencia. Estamos hablando de una verdadera batalla cultural que debemos llevar adelante para recuperar los valores que tienen que ver con nuestra idiosincrasia e identidad local.

 

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