Emocionado relato de un hombre que salvó su vida por destreza de un piloto

avionOsvaldo Amadeo, pudo recibir la semana pasada un corazón gracias a la destreza del piloto Claudio Pistone, que desafió la niebla y aterrizó el avión que conducía, con el órgano en el aeropuerto de Córdoba. Hoy le agradeció al aviador y entre lágrimas prometió que se encontrarán la semana próxima para estrecharse en “un abrazo muy grande”.

 

 

“¡Hola Pistone! ¿Cómo le va? Quiero conocerlo, ¡por Dios!”, le dijo Amadeo a Pistone en una entrevista en radio Mitre, de Córdoba, con la voz quebrada por el llanto y la emoción.

 

“Hay que tener cojones para hacer lo que hace esta gente, por Dios, porque esa decisión no debe ser fácil tomarla”, continuó.

 

Amadeo pudo ser trasplantado, luego que el comandante del avión desafió a la niebla y aterrizó casi sin visibilidad. “Nos vamos a conocer la semana próxima, nos vamos a dar un abrazo muy grande”, prometió Amadeo, que recibió el trasplante en el sanatorio Allende, de Córdoba.

 

Por su parte, Pistone relató que cuando partieron del aeropuerto de la localidad bonaerense de San Fernando sabían “de las condiciones de niebla que íbamos a tener al regreso” en la aeroestación de San Fernando.

 

“Cuando llegamos a Mendoza -continuó- antes de que lleguen los médicos con el corazón nos avisan que el aeropuerto de Córdoba estaba cerrado con niebla”.

 

“La torre de control de Córdoba nos dijo: `No se puede (aterrizar) pero si ven que pueden háganlo”, recordó”. El piloto explicó que ante esa situación se dispone el aterrizaje “por instrumentos” y para hacerlo “debe haber un mínimo de visibilidad que en el caso de Córdoba es de 800 metros”.

 

“Vimos la pista y decidimos aterrizar con márgenes de seguridad, porque tampoco la idea era arriesgar muchísimo”, contó Pistone, que tenía una gran urgencia porque los órganos tienen un tiempo de conservación en frío, que en el caso del corazón es de 6 horas.