El recuerdo de la frase: “La camiseta de la Selección no se traiciona”

2008: Conferencia de Diego en Paraná y el nacimiento de una frase

Ingresó al salón de conferencias y fue admiración pura, una imagen hipnótica, en ese instante pareció detenerse el tiempo, o más bien fue como que nada más importaba alrededor que seguirlo con la mirada a él. Su presencia era acompañada por el sonido de los flashes y los aplausos de los presentes.

Era julio del 2008, Diego Maradona llegaba a Paraná para disputar un nuevo encuentro de showbol ante Paraguay en el escenario montado en cancha de Patronato. Previamente a ello, se realizó una conferencia de prensa encabezada por el 10 de la que también participaron Sergio Goycochea y Alejandro Mancuso.

Allí estábamos con los colegas, muchos de ellos amigos, haciendo vigilia desde muy temprano en las inmediaciones del Marat Suit and Towers de la capital entrerriana, a la espera de un momento único en la vida de todo futbolero: estar ante la presencia del Diego.

Recuerdo que en la mesa se ubicaron uno de los organizadores del evento, Goyco, el 10 y Mancuso. Yo en primera fila, cerca de esa mesa, tratando de seguir cada detalle del ídolo que se mostraba sonriente, con un muy buen sentido de humor, respondiendo cada una de las preguntas, hasta aquellas extrañas que rozaban la vida privada de sus hijas.

Goyco, Maradona y Mancuso. Tiempos de showbol

Quien coordinaba la conferencia nos miraba para saber quiénes íbamos a preguntar y no lo dudé, con una seña me dio el “ok” y desde ese momento no podía pensar más que en mi pregunta. En cómo formularla, en que no me temblara demasiado la voz, en ser claro a pesar de la emoción que circulaba por dentro del cuerpo. La humedad de mis manos me hacían pensar que no iba a ser sencillo.

Casi que no pude concentrarme en las preguntas previas porque pensaba exclusivamente en mi intervención cara a cara con Diego, separados por unos metros, su mirada puesta en un periodista que le hablaba por primera vez en la vida luego de hacerlo tantas veces a la distancia viendo la tele o escuchando la radio. Para otros resultaba un trámite repleto de normalidad, pero para uno tenía un alto grado de carga emotiva.

Recorte de El Diario

¿Qué preguntar? No lo sabía hasta que el coordinador de la conferencia me dijo que iba a ser el cuarto o quinto en intervenir. Comencé a recordar asuntos relevantes en torno a la Selección Argentina, su camiseta más sagrada, y emergió la idea. Cuando Maradona estuvo en el Sevilla allá por 1992, junto a Diego Simeone, desobedecieron órdenes de los directivos y marcharon a jugar un cotejo con la Selección. Esos colores estaban por encima de todo para Diego y nunca le daría la espalda. Aquel recuerdo vino a mi mente para acoplarlo a un debate que rodeaba la vida de Leo Messi donde estaba en medio de un conflicto entre Barcelona y la Selección, una convocatoria y el tironeo por no cederlo del Barza.

Solté la pregunta tratando de equilibrar la voz ante la detenida mirada de Diego. Y fue sencillamente un pedido de saber qué pensaba sobre aquella situación. Su respuesta fue mágica, con el sello auténtico de Maradona. Sobre el final de ella disparó: “Esto te tiene que llevar a tomar decisiones. Como te pagan tanto tenés que saber separar los millones que te puede llegar a dar el Barcelona y la gloria que te puede dar la camiseta de tu país. O sea, vos podés ganar o dejar de ganar millones, pero lo que no podés dejar es la camiseta. La camiseta no perdona, la camiseta de la Selección no se traiciona, la camiseta tenés que ponértela y jugarte la vida”.

El cerrado aplauso de todos los presentes fue el corolario de una respuesta magnífica que recorrió los medios periodísticos del mundo. Él se cruzó de brazos como una imagen típica al saber que había dicho algo con su sello.

Mauricio Jacob y detrás Maradona al finalizar la conferencia

Ya estaba para mí, me sentí con el deber cumplido, poder soltar una sola pregunta y que la respuesta fuera tan contundente me llenó el alma. Profesionalmente resultó fabuloso, eso elevado a la enésima potencia debido a la figura de quien había respondido. Porque no lo dijo Fulano, lo dijo Ma-ra-do-na.

Aquel momento que me dio la carrera que emprendí, aquel episodio de mi vida en el que pude estar cara a cara con D10S, de mirarlo y tirarle unas palabras sin importar nada más, lo guardo por siempre en mi recuerdo y en mi corazón. Gracias Diego por generar sentimientos tan profundos y fantásticos aunque no se encuentran palabras para describirlos certeramente.

Los medios se hicieron eco de la respuesta con el sello del 10

UNA PERLITA

“Como era de prever, el más consultado en la conferencia fue Maradona. Por las dudas estaban igualmente Goyco y Mancuso. Al ex arquero se lo veía muy concentrado en un folleto turístico que se encontraba sobre la mesa, era de uno de los sponsors del encuentro ante Paraguay. Con birome en mano comenzó a escribir cosas en él. Como para matar el tiempo mientras Diego hablaba.

Cuando finalizó la sesión de preguntas, se levantaron y todos fueron respetuosamente a saludar a Maradona o al menos intentarlo. Atiné a sacar alguna foto más y ya sin los protagonistas fui a sentarme en la silla donde había estado el 10, ahí observé los garabatos de Goyco. Su firma, dibujos sin sentido y los nombres de los tres: Diego, Mancu y Goyco. Al lado de cada uno, rayitas o más bien los clásicos ‘palitos’. Eran la cantidad de preguntas que recibía cada uno. El tipo las contaba. Aparecían 15 para Maradona, una para el ídolo de Italia ’90 y ninguna para el ex volante. Aún lo conservo”.

Por Mauricio Jacob

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