El Pingo: Joel y Diego Corona cumplieron su sueño de ver a Patronato

Joel y Diego Corona son dos hermanos de siete años que padecen una enfermedad muscular. Son pequeños hinchas de Patronato y el domingo vivieron un momento emotivo. Por primera vez observaron al equipo en la cancha y se385792_10151574878599248_1291206891_n llevaron las camisetas de regalo. La lucha de sus padres por mejorarles la calidad de vida.

El fútbol lleva y trae historias. Algunas conmovedoras como la de los hermanitos Joel y Diego Corona. Tienen siete años y padecen una enfermedad muscular. Viven en el Empalme de las Rutas 12 y 127 a 60 kilómetros de Paraná, concurren a segundo grado de una escuela rural y poco a poco comenzaron a sentir un especial cariño por Patronato. Tan es así que Joel y Diego son hinchas del Santo y el domingo pasado tuvieron la posibilidad de ver por primera vez en el estadio Grella, al equipo de sus amores. Un momento de pura felicidad, que despertó motivaciones y ganas de seguir al rojinegro. Y esa noche mágica, que terminó con la victoria 1 a 0 sobre Boca Unidos de Corrientes, tuvo un último acto. Visitaron la zona de vestuarios y los jugadores Walter Andrade y Leonardo Acosta les regalaron remeras del equipo que rápidamente lucieron orgullosos y contentos.

UNA HISTORIA DE AMOR. Víctor Corona se emociona. Intenta responder la primera pregunta, pero le cuesta. Su voz se quiebra y sus ojos brillan. Una lágrima traicionera es el síntoma del instante emotivo que vive en ese momento. No baja la cabeza, porque jamás la bajó. Ni siquiera cuando la vida golpeó a su familia. Hace siete años, junto a su esposa Nancy, esperaban trillizos: Lautaro, Joel y Diego. Ellos nacieron prematuros (seis meses y medio). A los pocos días la salud de Lautaro se complicó y falleció.

Para Víctor y Nancy comenzó otra vida. Porque a Joel y Diego se le diagnosticó una enfermedad muscular. Y sacaron fuerzas. Tantas que por sus hijos fueron capaces de irse dos meses a Nueva Delhi (India) para poder cumplir con un tratamiento de células madre.

Víctor respira profundo, mira a sus chiquillos que siguen atentos la preparación de los jugadores antes del partido y luego cuenta: “Es la primera vez que venimos, y ellos están muy contentos, me llena de alegría estar acá con ellos”. A la cancha fueron acompañados por Daniel Benedetich y los une un parentesco con Juancho Corona, jugador del equipo de Patronato de 1978, aquel elenco que es leyenda por ser el primero en Entre Ríos en llegar al Nacional.

LOS PASOS. Víctor cuenta cómo se dio la posibilidad para que Joel y Diego conozcan el Grella. “Le quiero dar las gracias a Gastón Milocco (un hincha de la primera hora del Patrón). El viene todos los lunes a mi negocio, por cuestiones laborales, y siempre habla de Patronato. Les fue inculcando el amor por los colores de Patronato, es una gran persona y gracias a él estamos acá. Los hizo hinchas del equipo y fue quien realizó el contacto con la dirigencia de Patronato, quienes nos invitaron a visitar el club. Quiero agradecer también a Fernando Menegatti (responsable de prensa del rojinegro) porque nos recibió y atendió a las mil maravillas”. Luego remarca: “Ellos son hinchas de Patronato, estaban enloquecidos por venir, nosotros tenemos un negocio en el empalme (Ruta 12 y127), estamos a 60 kilómetros de acá pero por una cosa u otra no podíamos venir. Y ahora están más que felices, tanto que quieren volver a la cancha, incluso querían ir a Buenos Aires por el partido con Huracán”.

LUCHA Y ESPERANZA. Víctor habla del problema de sus niños y deja en claro el gran amor familiar para seguir adelante, con fe y esperando que la medicina les siga mejorando la calidad de vida. “Ellos tienen un problema genético. Nos tocó una difícil, pero con la esperanza de salir adelante. Fuimos a la India desde el 30 de diciembre pasado al 7 de febrero. Allí estuvimos en un hospital, se le realizó un tratamiento con células madre y ahora estamos esperando los resultados positivos”.

El apoyo de la familia y de la gente de la zona que incluso participó en la organización de algunos eventos para recaudar fondos son el nervio motor para seguir adelante.

Mientras tanto Joel y Diego concurren a una escuela rural donde Víctor orgulloso dice: “Están en segundo grado, tuvieron exámenes de matemática y sus notas fueron 9 y 9.75”.

DAR BATALLA. La vida puso a Nancy y Víctor en una dura encrucijada. Pero son la gran muestra de lucha, amor a sus hijos, y que por ellos se es capaz de cualquier cosa. Las palabras “bajar los brazos” no existen en sus diccionarios. Sí valentía y perseverancia. Víctor no tiene más que palabras de agradecimiento por el gesto de Patronato.

El fútbol lleva y trae historias. La de Joel y Diego seguramente cruza sentimientos. El mismo sentimiento lindo que sienten ellos por una camiseta de fútbol. La camiseta de Patronato.

El tratamiento

El Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR) permite el uso de células madre. Los tratamientos incluyen cuatro a ocho semanas de inyecciones con una intensa terapia física. En el caso de una enfermedad progresiva el objetivo es estabilizar al paciente para evitar un mayor deterioro y, posteriormente, comenzar un trabajo de reconstrucción mediante el uso de células madre. Estas necesitan tiempo para regenerar el cuerpo y a menudo pueden pasar meses o años, dependiendo del problema.

Gestos

En su participación en la B Nacional Patronato abrió sus puertas a delegaciones de chicos de escasos recursos para que vean al equipo, realizó una gran campaña para juntar alimentos y ropa para los damnificados del temporal de La Plata. No sólo se trata de ir detrás de una pelota de fútbol y un resultado. También importan estos gestos. Como los que tuvieron con Joel y Diego.

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