El Papa Francisco reiteró su llamado a cancelar la deuda de los países más frágiles

El papa Francisco reiteró hoy su llamado a cancelar la deuda de los países más frágiles “ante los graves impactos de la crisis sanitaria, social y económica que afrontan tras el Covid-19”, en un mensaje para la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación, que se celebra hoy.

Dándole el puntapié inicial al Jubileo de la Tierra, un período especial de plegarias e iniciativas que durará hasta el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís -cuando podría publicarse una nueva encíclica del Papa sobre la hermandad-, en el mensaje también renovó su preocupación por el grito de los pobres y de la Tierra.

“Hoy la voz de la creación nos urge, alarmada, a regresar al lugar correcto en el orden natural, a recordar que somos parte, no dueños, de la red interconectada de la vida. La desintegración de la biodiversidad, el vertiginoso incremento de los desastres climáticos, el impacto desigual de la pandemia en curso sobre los más pobres y frágiles son señales de alarma ante la codicia desenfrenada del consumo”, advirtió Francisco.Ads by

“Hoy nuestro estilo de vida empuja al planeta más allá de sus límites. La continua demanda de crecimiento y el incesante ciclo de producción y consumo están agotando el medio ambiente. Los bosques se desvanecen, el suelo se erosiona, los campos desaparecen, los desiertos avanzan, los mares se vuelven ácidos y las tormentas se intensifican: ¡la creación gime!”, también lamentó.

Al mencionar la necesidad de estilos de vida equitativos y sostenibles, que “restituyan a la Tierra el descanso que se merecen, medios de susbistencia suficientes para todos, sin destruir los ecosistemas que nos mantienen”, el Papa destacó cómo la pandemia hizo redescubrir otros estilos de vida. “El aire se ha vuelto más limpio, las aguas más transparentes, las especies animales han regresado a muchos lugares de donde habían desaparecido”, constató. “La pandemia nos ha llevado a una encrucijada. Necesitamos aprovechar este momento decisivo para acabar con actividades y propósitos superfluos y destructivos, y para cultivar valores, vínculos y proyectos generativos”, sugirió.

Reparar la Tierra

Al recordar que el Jubileo “es un momento para reparar la armonía original de la creación y sanar las relaciones humanas perjudicadas”, Francisco llamó a “no olvidar la historia de explotación del sur del planeta, que ha provocado una enorme deuda ecológica, principalmente por el saqueo de recursos y el uso excesivo del espacio medioambiental común para la eliminación de residuos”. “Es el momento de la justicia restaurativa. En este sentido, renuevo mi llamamiento para cancelar la deuda de los países más frágiles ante los graves impactos de la crisis sanitaria, social y económica que afrontan tras el Covid-19”, indicó.

Al insistir, además, en la importancia de reparar la tierra, sobre todo en este momento de emergencia, invitó a hacer todo lo posible para limitar el crecimiento de la temperatura media global por debajo del umbral de 1,5 grados centígrados, tal como se ratificó en el Acuerdo de París sobre el Clima. “Ir más allá resultará catastrófico, especialmente para las comunidades más pobres del mundo”, advirtió. Recordó luego la Cumbre del Clima que se celebrará en noviembre próximo en Glasgow, Reino Unido (COP 26) e instó a todos los países a adoptar objetivos nacionales más ambiciosos para reducir las emisiones.

“Es necesario apoyar el llamado de las Naciones Unidas para salvaguardar el 30% de la Tierra como hábitat protegido para 2030, a fin de frenar la alarmante tasa de pérdida de biodiversidad”, también afirmó, al exhortar a la comunidad internacional a trabajar unida para asegurar que la Cumbre de Biodiversidad (COP 15) en Kunming, China, que se celebrará en octubre, “sea un punto de inflexión hacia el restablecimiento de la Tierra como una casa donde la vida sea abundante, de acuerdo con la voluntad del Creador”.

Francisco también volvió a manifestarse en favor de los pueblos originarios. “Las comunidades indígenas deben ser protegidas de las empresas, en particular de las multinacionales, que, mediante la extracción deletérea de combustibles fósiles, minerales, madera y productos agroindustriales, hacen en los países menos desarrollados lo que no pueden hacer en los países que les aportan capital”, dijo. “Esta mala conducta empresarial representa un «nuevo tipo de colonialismo» que explota vergonzosamente a las comunidades y países más pobres que buscan con desesperación el desarrollo económico”, denunció, citando palabras de san Juan Pablo II. “Es necesario consolidar las legislaciones nacionales e internacionales, para que regulen las actividades de las empresas extractivas y garanticen a los perjudicados el acceso a la justicia”, sentenció (Fuente: La Nación -Elisabetta Piqué).

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