El Padre Mario Taborda cumple 35 años de servicio sacerdotal

El Padre Mario José Taborda (61 años), párroco del Templo “San Benito Abad” de San Benito, este 8 de diciembre cumplirá 35 años de ordenación sacerdotal y los festejará junto a los habitantes de la comunidad, este sábado con una cena. Mientras que el domingo (8/12) será la Misa de Acción de Gracias a las 20.00 por lo que se invita a los vecinos de la comunidad y la zona a participar y acompañar al sacerdote en este grato acontecimiento.

En el marco de este nuevo aniversario el sacerdote dialogó con El Observador y brindó detalles de los diferentes estadios de su vida, que en un resumen transcribimos y en este sentido mencionó que “nací y me crié hasta los 6 años en la zona rural de Puíggari y luego mi padre decidió radicarse en Crespo porque yo empezaba la escuela, por lo que compró una casa humilde sentada en barro que sigue en pie todavía. Cursé mis estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón de las hermanas Siervas del Espíritu Santo, participé de las clases de Catequesis en la parroquia, que fue allí donde sentí mi vocación y luego de culminar el 7mo. grado ingresé al Seminario de Paraná. Mi vida transcurrió en un internado durante casi 14 años, con una formación muy linda, una vida muy sana, donde practicábamos deportes y distintas disciplinas, como el atletismo y fútbol, también teatro y después comencé el Seminario Mayor en Filosofía. En 1983 tendría que haberme ordenado sacerdote, pero 3 semanas antes, quedándome las 4 últimas materias por rendir, falleció mi madre en Crespo a los 47 años, lo que fue un golpe muy duro…Así que fue el 8 de diciembre de 1984 que fui ordenado sacerdote en la Parroquia del Rosario, en la cual también me bautizaron y donde está toda mi historia de fe”.

– ¿Cómo fueron sus inicios como sacerdote?

– Pasé una buena parte de este ejercicio como diácono en Crespo y luego mi primer destino fue la Iglesia del Carmen con el reconocido Padre Julio Metz. Posteriormente fui transferido a Paraná a la Parroquia San José Obrero, luego a la de Luján donde estuve 10 años, logré fundar la escuela primaria y secundaria e incorporé el grupo de las hermanas Misioneras Claretianas de Córdoba que crearon una fundación en Paraná. También conseguí terrenos para levantar la Capilla San Francisco Javier, fui capellán de la Cárcel y asesor de la Diócesis de Paraná, motivo por el cual tuve la oportunidad por los años 90 de viajar a Filipinas y estar con el Papa Juan Pablo II.

Fue una época intensa de gran labor y en mi primera experiencia en el interior de la provincia, fue cuando me trasladé a La Paz y me hice cargo de la parroquia más extensa de nuestra diócesis durante algunos años, hasta que el obispo me pidió que regrese nuevamente a Paraná, esta vez al barrio San Agustín. En esos años fundamos el servicio sacerdotal de urgencias para brindar el Sacramento de Unción de los Enfermos, también organicé en la sede del Club Patronato un Congreso Eucarístico en el que participaron alrededor de 10.000 niños de la diócesis de Paraná y también participé en la formación de una casa de recuperación de personas con problemas de adicciones y estuve de 2007 a 2009 como director de Radio María de la República Oriental del Uruguay. Pasé por la Iglesia de La Piedad y en Bajada Grande estuve como párroco 7 años, donde realicé diferentes tareas en el barrio junto al grupo de Cáritas e incluso la construcción de 18 viviendas. Tras la muerte de mi padre, monseñor Puíggari me propuso hacerme cargo de la Parroquia San Benito Abad, donde asumí el 3 de febrero de este año.

– ¿Qué propuestas fue realizando en esta ciudad?

– Estoy aprendiendo y conociendo la idiosincrasia de la comunidad, donde estoy muy contento del recibimiento que tuve y en el templo muy significativo de 114 años. Fuimos recuperando la Casa Parroquial con algunas mejoras y se activó el Consejo Económico, por lo que está pensado continuar con otros proyectos. La ciudad cuenta con 25.000 habitantes y además de seguir como capellán de la cárcel, también tenemos 2 capillas en los barrios Las Tunas y San Cayetano, a lo que se suma la Inmaculada Concepción de María. Contamos con un Complejo Educativo que posee distintos niveles e incluso un Profesorado de Historia; también el Cementerio Parroquial y el Parque de La Paz.

– ¿Cuál es el mensaje en este nuevo aniversario sacerdotal?

– Tengo muchas experiencias a lo largo de estos años y por eso estoy agradecido porque la vida es linda y vale la pena vivirla, donde uno cosecha lo que siembra. Tenemos que ser generosos y respetuosos sobre todo en estos tiempos que nos tocan vivir.

Estamos en tiempo de la Navidad, donde los católicos empezamos un año cristiano nuevo el 1 de diciembre, pero estoy viendo una sociedad complicada, nerviosa, desgastada, estresada. Por eso digo que es necesario que la gente encuentre el niño que tenemos dentro, para despertar la ternura e inocencia y les deseo a todos una ¡Feliz Navidad!