“El Niño” podría comenzar a dar señales en primavera

Especialistas del Instituto de Clima y Agua del INTA analizaron las características agrometeorológicas de la campaña e indicaron que las lluvias previstas para este trimestre se encontrarían en el rango normal para la época. De todos modos, es probable que a partir de la primavera, las precipitaciones puedan ser superiores a las normales, en particular, sobre el este del territorio nacional. Destacan la importancia de monitorear la evolución del fenómeno y las perspectivas climáticas durante los próximos meses.

Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA explicó que “los modelos internacionales indican la ocurrencia en más del 80% de este fenómeno para el próximo trimestre. Estamos atravesando una transición hacia esta fase del fenómeno ya que las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial se encuentran más cálidas, aunque la atmósfera todavía no muestra una clara respuesta a este calentamiento”.

En cuanto a la intensidad, Gattinoni explicó que “aún hay una cierta discrepancia entre los modelos por lo tanto hay que continuar monitoreando su evolución en los próximos meses”.

Climáticamente, una vez establecida la fase cálida su impacto en las lluvias y temperaturas de nuestro país tiende a observarse con mayor señal entre primavera y verano y es a partir de septiembre, en general, cuando se ven favorecidas las lluvias superiores a las normales, en particular en primavera, sobre el este del territorio.

“Sin embargo, los cambios en las lluvias y temperaturas no solo responden a lo que sucede con el fenómeno de ‘El Niño’, sino que también hay otros fenómenos que pueden tener influencia, como ser el Dipolo del Océano Indico (DOI). Se trata de un fenómeno de naturaleza similar al El Niño, pero en otro océano”, aseguró la especialista. En ese punto, agregó que este fenómeno está determinado por la diferencia entre las temperaturas de la superficie del mar del océano Indico occidental y oriental y su interacción con la atmósfera.

También tiene un comportamiento cíclico con una fase negativa, neutral y otra positiva, en particular esta última se caracteriza por un calentamiento en el sector occidental y un enfriamiento de las aguas superficiales de la parte oriental del océano. Actualmente se encuentra en fase neutral pero los modelos internacionales sugieren, si bien todavía con incertidumbre, que se pueda desarrollar una fase positiva para el final del invierno y primavera.

Desde el Instituto de Clima y Agua, agregaron que este panorama de lluvias, tiene mayores chances de estar acompañado de temperaturas en promedio del trimestre más cálidas sobre el centro y norte del país, en particular las chances de finalizar un invierno con características más benévolas son mayores en el noroeste argentino. Por el contrario, se esperan condiciones térmicas entre normales a más frías sobre Patagonia. De acuerdo con Gattinoni, “junio finalizó con precipitaciones, en general, deficitarias sobre el este de la región Pampeana y el Litoral”. Si bien se observaron eventos de lluvias con acumulados variables durante la primera parte del mes, “no alcanzaron para cubrir los requerimientos hídricos de los suelos, en algunas regiones, en particular zona núcleo agrícola”.

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