El ex presidente de Yemen fue asesinado por sus aliados

Alí Abdalá Saleh se distanció de sus aliados y prometieron matarlo. Hoy lo hicieron en medio de un brutal combate. Fue 33 años el presidente de Yemen.

El 27 de febrero de 2012, el presidente Saleh cedió oficialmente el poder a su sucesor, Abd Rabo Mansur Hadi, tras 33 años al frente del país. El jefe de Estado se resistió durante meses a abandonar su cargo a pesar de las protestas contra él durante la llamada Primavera Árabe. Finalmente, ante la presión de las monarquías del Golfo, aceptó un plan de transición que preveía su marcha a cambio de inmunidad para él y para su familia.

A mediados de 2014, la rebelión chiita de los hutíes, que se consideraban marginados tras la insurrección contra Saleh, lanzó una ofensiva desde su feudo de Saada, en el norte del país.

Sus miembros, procedentes de la minoría zaidita (una rama del chiismo), llevaban una década enfrentados al poder central. Cuentan con el apoyo del Irán chiita, que desmiente sin embargo cualquier implicación militar en Yemen.

El 21 de septiembre de 2014, los rebeldes, aliados con poderosas unidades militares leales a Saleh, entraron en Saná y tomaron la sede del gobierno tras varios días de combates. El ex jefe de Estado había combatido contra los hutíes en seis ocasiones durante su presidencia.

El 14 de octubre, los hutíes conquistaron el puerto de Hodeida, en el oeste, antes de dirigirse hacia el centro del país. El 20 de enero de 2015, tomaron el palacio presidencial en Saná. El 21 de febrero, el presidente Hadi huyó de la capital con destino a Adén, la gran ciudad del sur que proclamó capital “provisional”.

En marzo, los hutíes avanzaron hacia el sur y se apoderaron de Adén. Su líder, Abdel Malek al Hutí, justificó la ofensiva por la necesidad de luchar contra los extremistas sunitas de Al Qaeda y del grupo yihadista ISIS.

El 26 de marzo de 2015, nueve países dirigidos por Arabia Saudita lanzaron la operación aérea Tormenta decisiva (que dio paso a Restaurar la esperanza) para frenar el avance de los hutíes. El presidente Hadi se refugió en Riad.

El 17 de julio, el gobierno anunció la “liberación” de la provincia de Adén, primer éxito de las fuerzas del Estado apoyadas por la coalición árabe dirigida por los sauditas.

Hasta mediados de agosto, las fuerzas gubernamentales reconquistaron cinco provincias del sur, pero tuvieron dificultades para garantizar su seguridad ante la presencia de Al Qaeda y del ISIS.

En octubre, las tropas del gobierno retomaron el control del estrecho de Bab al Mandeb, por donde transita buena parte del tráfico marítimo mundial, pero las ofensivas lanzadas contra Saná han sido desde entonces infructuosas.

La guerra en Yemen causó más de 8.750 muertos desde marzo de 2015, entre ellos al menos 1.500 niños, así como 50.600 heridos, en su mayoría civiles. El conflicto provocó “la peor crisis humanitaria” del planeta, según la ONU. Una epidemia de cólera dejó más de 2.000 muertos y siete millones de personas al borde de la hambruna que necesitan ayuda urgente.

A finales de abril de 2017, el presidente Hadi cesó al ex gobernador de Adén, Aidarus al Zubaidi. El 4 de mayo, miles de yemeníes del sur se manifestaron en Adén contra la autoridad de Hadi y animaron al gobernador destituido a formar una dirección política para “representar al Sur”, estado independiente hasta 1990.

El 11 de mayo, Zubaidi anunció la creación de un “Consejo de Transición del Sur”, presidido por él, para dirigir las provincias meridionales del país.

El 23 de agosto, la dirección de los hutíes tildó de “traidor” al ex presidente Saleh por haberlos calificado de “milicianos”. Al día siguiente, el ex presidente reunió a cientos de miles de personas en la capital con ocasión del 35º aniversario de su partido, el Congreso Popular General (CPG). El 26 de agosto, las tensiones entre rebeldes dieron lugar a choques en los que murieron un coronel cercano a Saleh y dos hutíes.

El 29 de noviembre, la crisis entre Saleh y los hutíes degenera en Saná, donde estallan combates violentos entre los dos aliados con un saldo hasta ahora de decenas de muertos.

El 2 de diciembre, Saleh propuso a Arabia Saudita “pasar página” si levantaba el estricto bloqueo impuesto a su país a principios de noviembre, después de que las fuerzas saudíes interceptaran un misil lanzado por los hutíes hacia el aeropuerto de Riad. Las declaraciones de Saleh indignaron a los hutíes, que denunciaron un “golpe” del ex presidente.

Hoy, 4 de diciembre, el presidente Hadi ordenó a sus tropas recuperar Saná. Los hutíes anunciaron poco después la muerte del ex presidente Saleh, de 75 años, y “un cierto número de sus partidarios criminales” en los combates de la capital.

Agencia AFP

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