El chiste del día

* Regresa el conde de las cruzadas, y manda reunir a todos sus sirvientes. Una vez reunidos, les dice:

-Antes de irme a las cruzadas mandé que le pusieran a mi esposa, la condesa, un cinturón de castidad con guillotina. Ahora veremos si me fueron fieles ¡Abajo los pantalones!

Todos los sirvientes tienen el pizarrín rebanado… menos uno. El conde

lo llama:

-Ven acá, mi fiel Bertoldo, y dile unas palabras a este montón de desvergonzados… -¡Ggg g ggggg gg….!

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