Dra. Borgetto: “Lo más gratificante de la pediatría es la sonrisa de los niños”

La doctora Paola Borgetto cumplió 25 años en el ejercicio de la medicina, donde optó por la Pediatría. La profesional vialense, en contacto con El Observador, recorrió aquellos primeros tiempos en la profesión, cómo fue haciendo su camino en base al esfuerzo y a la pasión con la que abrazó la carrera. También destacó las cuestiones positivas que posee, sin olvidar los obstáculos que a veces se presentan, como en la vida misma.

– ¿Dónde estudió?

– En la Facultad de Medicina de la Universidad de Rosario.

– ¿Por qué se inclinó hacia esta carrera?

– Elegí Medicina porque sentía que me gustaba. En realidad tenía dos preferencias: Veterinaria o Medicina. Dentro de ellas me incliné por la última y no la cambiaría por nada, no estoy arrepentida de haberla escogido. Luego opté por Pediatría porque siento más conexión con los chicos, creo que me entiendo mejor con ellos que con los adultos. Hoy en día, si tuviera que elegir de nuevo, lo volvería a hacer.

– ¿Qué recuerda de aquellos tiempos iniciales en la profesión?

– Mis primeros pasos fueron muy intensos porque la Residencia de Pediatría lo es. Son cuatro años demandantes donde en los dos primeros hacíamos 10 o más guardias por mes, pero aprendí muchísimo. Uno pasa muchas horas al día y muchos días a la semana en el hospital. Durante el tercer y cuarto año teníamos menos guardias pero atendíamos otras cuestiones de mayor responsabilidad. Personalmente hice un quinto año porque fui jefa de Residente y seguí aprendiendo poniendo mucha fuerza de voluntad porque el desgaste físico y emocional que te provoca, es muy grande. Viéndolo con el transcurrir del tiempo, pienso que sin esa formación no estaría donde estoy hoy. 

Hice la Residencia en Buenos Aires y tenía la posibilidad de quedarme allí ya que quería seguir otra carrera dentro de Pediatría, pero por esas cosas de la vida me fui a pasear a Puerto Madryn y allí me ofrecieron trabajo. Como me enamoré de esa ciudad y la propuesta era interesante, me quedé en esa ciudad donde viví por 6 años y medio, siempre teniendo presente en mi cabeza la intención de efectuar una segunda especialización dentro de Pediatría (Diagnóstico por Imagen). Volviendo a Buenos Aires realicé esa especialización y luego decidí volver a Entre Ríos, a mi ciudad donde está mi familia, a pesar de haber tenido la posibilidad de continuar en el sur. Hoy en día trabajo en Viale y en Paraná.

– ¿Qué es lo más gratificante que encuentra de la pediatría?

– La sonrisa de los niños, la conexión con la mirada de ellos. Es lo más gratificante, un abrazo, conectarse con cada uno. Poder decodificar lo que le pasa es lo que me genera más inquietud, tenés que saber descifrar su mirada y el llanto, entre otras cosas, porque ellos no te dicen qué les pasa.

– A veces tenemos obstáculos o inconvenientes en la profesión, ¿hubo alguna ocasión en la que pensó no seguir?

– Obstáculos hay. Quizás el sistema te los coloca. Siempre mi lema fue “trabajo donde me guste y donde sea feliz”, por eso a veces voy cambiando de trabajo, pero por el sistema no por la gente. A veces siento que no puedo dar lo mejor de mí y decido cambiar. Hay lugares donde si no sos hijo o sobrino de…no se te abren las puertas. En mi familia nadie tiene que ver con la medicina y me fui haciendo el camino sola, fue difícil. Lamentablemente se da esa dificultad y en la provincia se ve. Me costó mucho al principio, pero gracias al esfuerzo, al sacrificio y a las ganas, pude lograrlo y hoy se ve reflejado. Tenía otro lema que decía “seguir haciendo medicina por placer y tener otro trabajo para poder comer”. Si se pudiera sería fantástico porque medicina por placer la seguiría practicando siempre. Eso grafica la pasión que siente una.

– ¿Cuáles son las sensaciones que la invaden al cumplir 25 años de carrera?

– No caigo. Tengo que verlo en el tiempo, mirar el almanaque y ahí darme cuenta que ya pasaron 25 años. No me da la sensación que ya ha pasado ese tiempo. Será porque jamás me quedé quieta, siempre continué estudiando, investigando y perfeccionándome. También, al poder trabajar en diferentes lugares, una tiene contacto con demás profesionales y eso te enriquece. Las charlas, el compartir experiencias o conocimientos, te hace crecer. Espero continuar por varios años más con estas ganas de seguir progresando dentro de la profesión.

Por Mauricio Jacob Desde Crespo