El director del Hospital Neuropsiquiátrico “Dr. Luis A. Ellerman” de Rosario del Tala, Dr. Pablo Solz, conversó con El Observador y se refirió a la actualidad del nosocomio. Además, brindó sus opiniones respecto a las políticas de salud mental en la provincia y en el país.

Sobre el neurosiquiátrico que dirige, Solz expresó: “La realidad es que en lo estructural, durante esta gestión no hemos recibido ningún aporte económico de parte de Ministerio de Salud o del gobierno de la provincia. Lo poco que hemos podido hacer, fue transformar habitaciones que ya había en el edificio. Acondicionamos un nuevo espacio para las actividades recreativas, que se agrega al espacio del comedor donde se llevan a cabo las comidas, que ahora es mucho más confortable, con buena iluminación, se instaló un televisor y se comparten juegos de mesas, por ejemplo. En estos momentos seguimos trabajando en el marco de la Ley de Salud Mental y para nosotros fue mucho más fácil la adaptación que para otros nosocomios, porque tenemos menos pacientes”.

Al ser consultado sobre la situación de esta temática en la provincia, el director dijo: “El norte de Entre Ríos está más desprovisto de equipos móviles, porque La Paz, Feliciano, Federación están más desamparados. Con la colaboración de estos grupos que se reúnen una vez por mes en Rosario del Tala, logramos externar una importante cantidad de pacientes, razón por la cual en nuestro caso, de 40 hemos bajado a 28 internos. Antes, los pacientes llegaban a la institución para estar muchos años e inclusive toda su vida. Eso cambió ahora, el sábado pasado, por ejemplo, externamos dos pacientes oriundos de esta localidad, donde se les otorgó el alta a ambos, que fueron a vivir a una pensión. El hospital les provee del almuerzo y cena y ellos se irán independizando a medida que se vayan generando sus propios recursos. Hay muchos casos así, otro ejemplo es un paciente de Concepción del Uruguay que hacía 20 años que estaba internado, hace dos meses que se mudó a su lugar de origen y nosotros hacemos reuniones frecuentes con los equipos móviles que lo van monitoreando”.

Respecto a las respuestas que genera este nuevo sistema de externación en la comunidad en general, el Dr. Solz expresó: “El pueblo no es muy grande, pero tiene conocimiento y a esta altura con los pacientes hay un trato permanente. Ellos van y vienen por las calles sin problemas, no son agresivos ni mucho menos y la sociedad los ha aceptado”.

Respecto a este tipo de tratamientos, el director del neuropsiquiátrico manifestó: “El encierro enferma, por eso la posibilidad de externarse y volver a su ámbito social y laboral es lo que recomendamos. La patología primordial es alguna problemática psiquiátrica grave, como puede ser una psicosis o una esquizofrenia. Esas personas, si se logran insertar en algún ámbito familiar, mejoran enormemente”.