Dr. Oneto contó cómo se creó la Escuela Técnica de Crespo

Onetto Miguel y Cdor. HuckEsta semana visitó el “Centro Radial, Televisivo y Periodístico de Entre Ríos”, el médico y cirujano, Dr. Miguel Ángel Oneto, fundador y socio de la reconocida a nivel provincial Clínica Parque de Crespo. Oneto fue además impulsor de importantes iniciativas comunitarias, como la creación de la Escuela Técnica, idea por la que realizó innumerables gestiones ante el gobierno provincial y junto a otros empresarios, realizó aportes económicos para sus inicios. En la década del ´70 fue presidente del Rotary Club local, durante varias décadas fue médico policial (como comisario principal), integró distintas comisiones de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos y entre otros, impulsó el reclamo para que se construya una autovía entre Crespo y Paraná (obra que el año pasado prometió inaugurar el gobernador Sergio Urribarri antes de finalizar su gestión en 2015). El Cont. Fernando A. Huck, amigo y ex contador por 15 años del Dr. Oneto, fue quien le hizo la entrevista para el programa televisivo “Grandes Reportajes”, que emite por Canal 6 ERTV los martes a las 21.00. En una larga charla, de la que se rescatan algunos conceptos, Oneto recordó que “llegué a Crespo en febrero de 1967, me siento un crespense más y estoy contento de esta comunidad de la que formo parte…”.

– (FH) Fuimos integrantes del Rotary Club Internacional y vos fuiste un tiempo presidente, desde donde presentaste la idea de crear una Escuela Técnica… 

(MO) El tema de la prioridad sobre la educación, es algo que traje dentro de mis valores, en la inserción social como persona, individualmente, profesionalmente, con mi familia y con mis amigos. Siempre que he podido, he tratado a contribuir en la superación de la gente que tenía cerca. El tema de la educación técnica en particular, fue porque desde que conocí la ciudad de Crespo, se advertía la vocación industriosa de la población… Empecé primero solo, en el 72 -73 a hacer algunas gestiones. En el 77 ingresé en el Rotary Club y se me dio la oportunidad, porque había un grupo de gente que tenía cierto peso en la comunidad. Eran 15 ó 20 personas, a las que les gustó la idea. La colocamos como un objetivo y durante esos años que participé, se instaló en la comunidad la idea de la necesidad de crear la Escuela Técnica. Luego quedó una comisión pro Escuela Técnica que fue con la que seguimos trabajando. Colaboraban Leonarduzzi, Ernesto Kantlen, Salcerini, Fernando Huck y otros… Conseguimos después de unos cuantos años, con una presión muy dura, que se nombren los primeros profesores y se habilite esta entidad, que comenzó funcionando en el Instituto Comercial Crespo. El contrato estipulaba que debíamos ocupar sus aulas a la tarde, los industriales cedieron maquinarias y entre todos, pusimos dinero y armamos los galpones y empezó a funcionar a la tarde. Mientras tanto, eso era insostenible, porque el Instituto Comercial necesitaba esas aulas. El cálculo que habíamos sacado era que necesitábamos más o menos de 1 millón de dólares y era impensable que el gobierno la incluyera en el presupuesto. Lo que hicimos fue conseguir los terrenos donde está actualmente emplazada la Escuela Técnica, con algunas donaciones personales, plata que puse yo, vos y algunos amigos y un apoyo importante que hizo la firma Sagemüller SA, particularmente Pancho, que ayudó mucho a esta comunidad. Después de unos pocos años, resolvimos empezar el edificio nosotros. Hablamos con el intendente del momento, Pedro Schaffner, quien habló con el ministro de gobierno Dr. Ricardo Maxit (1981-83) y éste a su vez con el gobernador y conseguimos que nos dieran un préstamo de un número que era equivalente a 40.000 dólares de la época. Con eso y una cifra que pusimos entre todos, hicimos la primera parte del edificio, sobre un proyecto gratuito por concurso que ganó el Arquitecto González… Finalmente terminaron por aprobarlo y a los pocos años conseguimos tener edificio propio. La carpeta con el proyecto la presentamos antes de la iniciación, con encuestas en las escuelas y otros datos y a esa carpeta la terminaste de armar vos y la presentamos al gobernador juntos, con Roberto Gidaszewski. Fue algo que lo fuimos construyendo siempre con entusiasmo. Hacíamos solicitudes, las presentábamos, presionábamos y en un momento dado se aceptó a la escuela como integrando parte de la red provincial. Luego hubo una cooperadora que siguió trabajando y era la continuación de la comisión Por-Escuela Técnica que yo había dirigido. Cuando se terminó el edificio, me fui retirando, porque ya tenía vida propia como ahora. Fue muy gratificante porque ahora es un modelo de educación provincial, hay miles de chicos que se graduando, muchos de ellos se han instalado en Crespo y han tenido sus pequeños emprendimientos y forman parte de una importante clase media acomodada independiente, que da mano de obra a cientos de personas. Así como se hicieron estas cosas con energía, entusiasmo y no midiendo el esfuerzo, hay que continuar con inversión en el capital educativo. Es algo que todavía sigue siendo necesario y se debería hacer por otros proyectos, como conseguir que se desarrolle alguna actividad universitaria…

– Cuando las 28 has. del Ejército pasen al municipio, está pensado hacer allí un futuro polo universitario…

– Sobre ese tema hemos dialogado con directivos de La Agrícola Regional, con la empresa Gottig (Petrobras) y algunos otros más, interesados en el desarrollo de Crespo… Tengo una visión sobre algo que me parece, que deberíamos conseguir: esta comunidad, al fin de la II Guerra Mundial, fue maltratada injustamente, porque con motivo de la contienda, se terminó con la Escuela Alemana que había allí, en la que se había formado mucha gente crespense, no sólo desde el punto de vista de la educación formal, sino en el deporte y la música. Se transfirió esas tierras al Ejército, lo que nunca fue pedido. No es que lo veamos mal, porque la parte militar también es importante para toda Nación, pero esta comunidad debe luchar para que se le devuelva pronto ese predio y cuando se concrete, buscar una reparación del daño que se le hizo a Crespo durante todos estos años, en que debió haberse impartido cultura desde una escuela que estaba en pleno funcionamiento. Sé que están trabajando en el proyecto el intendente Ariel Robles, el senador Juan C. Brambilla, el ex intendente Rolando Kaehler y debemos todos ayudarlos para que terminen exitosamente con ese cometido…

– En el año 2006 nos convocaste a varios empresarios para armar una comisión para que se gestione la construcción de la autovía Crespo-Paraná…

– Fue un proyecto que empezó como una idea personal y que luego en un petitorio lo fueron apoyando más de 200 vecinos, empresarios e instituciones con sus firmas, que terminó siendo el Expediante N° 714.209 del Gobierno de Entre Ríos. Hay que reconocer que hoy tenemos en ese aspecto, el apoyo del gobernador Sergio Urribarri, quien ha tomado como propia esta iniciativa y para la comunidad será muy importante que se lleve a cabo. Estoy convencido que esa vía de comunicación rápida entre Paraná y Crespo, significará un cambio del perfil para esta sociedad, ya que vamos a estar a 20 minutos del río y a 25 ó 30 minutos de un grupo poblacional de más de 300.000 personas, con lo que eso representa. Soy optimista sobre el futuro de Crespo y si apuntamos a la educación y a la comunicación, lograremos un desarrollo muy bueno y vacunaremos a la comunidad contra los flagelos de la droga y la delincuencia. Y como integrante de esta comunidad, uno debe participar, porque si no interviene, seguramente después lo vamos a lamentar… El gobernador Sergio Urribarri prometió que antes de terminar su gestión, la autovía estará terminada…  Yo creo que será un éxito importante para este gobierno… Van a significar muchas fichas desde el punto de vista del prestigio que pueda tener esta gestión que encabeza Sergio Urribarri…

¿Por qué fundó Clínica Parque…?

– A la clínica la inauguramos en 1983. Hubo un intento de hacerlo en sociedad con algunos colegas, pero no hubo un acuerdo, hasta que resolví emprenderlo solo. Viajé a Europa, donde estuve viendo algunos sanatorios y a Estados Unidos, para realizar un entrenamiento en Arquitectura de la Salud, hasta que contratamos algunos profesionales y terminamos de darle forma. Todo eso en un periodo de 2 años. Así nació la clínica, con un proyecto cuyos objetivos y expectativas se fueron cumpliendo. Hoy la clínica atiende a unas 300 personas por día y de esa cantidad, el 60% viaja de más de 100 km hasta Crespo… Ahora estamos trabajando en desarrollar algunas nuevas áreas y si bien no somos ajenos a las crisis que vive el sector, hemos permanecido en el mercado y con el deseo de seguir aportando cada vez más servicios a los pacientes. Estamos certificados en calidad y desde el Hospital Italiano, consideraron que tenemos el desarrollo informático más importante del noreste de Argentina. Soy un agradecido con esta comunidad y estoy contento de poder desarrollar este emprendimiento, fundamentalmente con las 70 personas administrativas que trabajan con nosotros y a los 100 profesionales que se integraron a la institución…

– Profesionales, entre los cuales están sus 3 hijos…

– Sí, Alejandro, quien tiene un Centro de Imágenes, con el que hacemos algunas tareas de diagnóstico para hospitales de Estados Unidos. Cristian, es el encargado en cirugía, que trabaja con destacados profesionales, como el Dr. Ríos, el Dr. Sebastián Schneider y otros…

Y Julieta, es médica y especialista en diagnóstico en Estados Unidos, donde vive y colabora con nuestra clínica, porque nuestro sistema de diagnóstico por imágenes se puede compartir a través de la web y en algunos casos, así como nosotros hacemos trabajos para EEUU, ella desde allá nos ayuda resolviendo algunas dudas y colabora, haciendo ateneos en vivo y comunicados por Internet…

– ¿Qué experiencia le dejó la función de médico policial…?

– Hice toda una carrera de la que estoy muy orgulloso. Tuve la oportunidad de participar en períodos buenos y no tan buenos y guardo un grato recuerdo de esa experiencia. A la Policía de la provincia la respeto mucho y me apena cuando se la desmerece con adjetivos impropios, porque tengo la certeza que toda la gente que trabaja en esta fuerza, se esmera todo lo posible y en general no tiene un buen reconocimiento. Es gente que desarrolla una actividad demandante y que en realidad, se ocupa de situaciones que no todos estarían dispuestos a hacer. Deberían mejorarse las condiciones de trabajo y la remuneración. No es razonable y no está bien para la comunidad, tener policías que trabajan 24 por 48 horas, con bajos sueldos…

– ¿Qué le dejó ser durante muchos años, miembro de ACLER?

– Nosotros estamos relacionados con el Círculo Médico y la Federación Médica por un lado como profesionales y por otro, con la Asociación de Clínicas y Sanatorios a través de la institución. Estuve en ACLER en la época dura del gobierno de Sergio Montiel, de los bonos, negociando con el IOSPER, con el PAMI… Actualmente participo, pero como un miembro más. La Asociación ha mejorado mucho con la comisión directiva actual y creo que es un ejemplo de las asociaciones de la salud, porque cuidando los intereses corporativos en forma ética y respetando las necesidades de la comunidad, se ha conseguido tener un buen vínculo con el IOSPER e incluso se trata de colaborar con ese organismo, que intenta hacer las cosas mejor, que nos escucha…. La inflación ha golpeado muy duro a las clínicas y es motivo de muchas charlas, de algunos disgustos, por lo que me parece que viene un periodo que va a ser bastante duro. Pero ACLER está firme y va a coordinar las acciones para que haya racionalidad entre las demandas de las corporaciones y la necesidad del gobierno y de los pacientes. Porque hay que acordarse que además de estas cuestiones, que terminan siendo económicas, se está jugando con el bienestar de la comunidad, que es lo que hay que tratar de preservar. Por lo menos nuestra clínica va a aportar lo suyo para que haya racionalidad en ese sentido…