Dr. Gallo: “El 50% de los problemas de visión son prevenibles o tratables”

En el planeta, 2.200.000 personas tendrían una discapacidad visual o ceguera, según la Organización Mundial de la Salud. De esos casos, 1.000.000 podrían haberse prevenido o aún no han sido tratados. El médico e investigador Dr. Juan Gallo, director del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (Universidad Austral-CONICET) expresó que “el 50% de los problemas de visión son prevenibles o tratables, pero para ello es crucial no postergar los exámenes oftalmológicos completos. La pandemia del Covid-19 ha quedado lejos en el imaginario social, pero sus consecuencias aún son palpables en el consultorio. En el último tiempo hemos observado un deterioro en pacientes que padecen enfermedades oculares crónicas y esto se debe, en gran medida, a la falta de controles durante ese período. En el caso de las enfermedades oculares crónicas, como la degeneración macular asociada a la edad, el glaucoma y la retinopatía diabética, el tiempo es nuestro aliado. La diferencia entre 6 meses o un año puede ser crucial en la evolución de estas afecciones…”.

“La mácula es la parte del ojo que permite visualizar los detalles con precisión y repercute directamente sobre las actividades de la vida diaria como leer, escribir, mirar televisión. En sus dos formas de presentación (la húmeda y la seca) no suele causar síntomas en etapas tempranas. Para prevenirla, lo principal es controlarse con el especialista. El glaucoma, consiste en una alteración del nervio óptico ocasionada principalmente por el aumento de la presión intraocular. Es una afección silenciosa, pues pasa desapercibida hasta sus etapas finales, cuando ya afecta la agudeza visual del paciente. Por ello, resulta esencial someterse a un examen completo con un oftalmólogo, especialmente si existen antecedentes familiares. Tanto la DMAE (Degeneración Macular Asociada con la Edad) como el glaucoma son enfermedades íntimamente relacionadas con la edad que, si no son diagnosticadas y tratadas, pueden llevar a la ceguera. En este contexto, es fundamental que las personas mayores de 60 años se sometan a un examen oftalmológico anual para evaluar su salud ocular y detectar posibles problemas…”.

“En cuanto a la diabetes, su prevalencia está en constante aumento y en consecuencia se eleva el riesgo de complicaciones secundarias. El daño del tejido neural y de los vasos sanguíneos que produce la diabetes no controlada también avanza en los ojos: la retinopatía asociada se produce cuando la enfermedad afecta la estructura neuro-vascular de la retina. Al no desarrollarse de un día para otro o incluso de un mes para el otro, nos da la posibilidad de intervenir antes. Sin embargo, gran parte de esta responsabilidad recae en los pacientes que incluso en la actualidad están comenzando tímidamente a retomar sus visitas al consultorio…”.

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