Doctores Fernando Aranda Fraga y Néstor Alberro opinan sobre la denuncia de Milei en la ONU por “Agenda 2030”

Estuvieron en El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, el Dr. Fernando Aranda Fraga (escritor, doctor en Filosofía) y el Dr. Néstor Alberro (abogado, analista en política internacional), quienes entre otros temas, hablaron sobre la impactante denuncia que el presidente Javier Milei realizó en Estados Unidos a miembros de la ONU y de las duras críticas que efectuó el mandatario a la “Agenda 2030”, incluso calificando a dicha organización “en un leviatán de múltiples tentáculos”.

– ¿Qué implicancias puede tener para Argentina este enfrentamiento con la ONU…?

– (Aranda) La Agenda apunta a desarrollar ciertas metas, que en sí mismo son buenas, como por ejemplo, parar con el “calentamiento global”, defender el cuidado ecológico del planeta, la igualdad en la sociedad. Son 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El presidente Javier Milei no está en contra de las cosas buenas mencionadas, pero lo que él dice es que todo trae aparejado un recorte muy fuerte de las libertades. Él viene de un extremo del liberalismo, donde la base en la cual se ordena toda la política, es la libertad del ser humano, por lo que obviamente nunca va a poder estar de acuerdo con los objetivos de la ONU y de la “Agenda 2030”. El puso como ejemplo las cuarentenas. ¿Quién estuvo de acuerdo…? Y más en este país, que encima ni siquiera dieron buenos resultados. Días pasados el ex ministro Martín Guzmán, apareció diciendo que la prolongación de la cuarentena tenía objetivos políticos, porque era conveniente para el gobierno tener a la gente encerrada. Así, elevándolo a nivel global, también era conveniente para esa élite que gobierna el mundo, tener a la gente encerrada…

– (Alberro) El cuidado de la ecología, la naturaleza y demás, es el mascarón de prueba para meter detrás un montón de cosas que no están bien. Naciones Unidas siempre tuvo desde sus orígenes un propósito conciliador, de sembrar valores, paz, etc., pero tiene un sesgo autoritario. Y mezclan unas cosas con otras. Y lo que más me preocupa y molesta personalmente, son las enormes hipocresías y contradicciones. Por ejemplo, hablan de reducir el nacimiento, impulsando el aborto, que a mi modo de ver es un crimen. Científicamente, a eso no lo pueden negar. Hoy, a quien trata de defender la familia, el nacionalismo de su país, ya le llaman de extrema derecha. Para ellos, la izquierda, no es extrema. Cualquiera que se “mueve” del centro, un poquito a la derecha, es extrema derecha… Está científicamente y estadísticamente estudiado, que para mantener la población se requiere que cada matrimonio debe tener 2,2 hijos de promedio. En China, por décadas, se tenía un solo hijo y nada más. Ahora están impulsando que se tenga 2 o hasta 3 hijos. Lo malo no es que se tenga una opinión u otra, lo malo es el autoritarismo, la forma en que quieren imponer las cosas. Por ejemplo, lo de la cuarentena fue tremendamente hipócrita. La prueba está que los líderes de muchos países hacían lo que querían. Lo vimos muy de cerca, en Argentina, una cosa espantosa. No dejaban salir a uno ni a la calle y ellos hacían fiestas en Olivos. O llenaban estadios para actos políticos. En eso, apoyo que Milei insiste tanto en la libertad. Naciones Unidas debería haber tenido una agenda educativa, no una agenda dictatorial. Y eso es lo que está prevaleciendo ahora. Además, hay tremendas contradicciones. Los movimientos más feministas de esos países, tiene una enorme simpatía con los países islámicos donde tratan a las mujeres como esclavas. Y cuando uno les dice, “¿y cómo es eso?”, dicen “es cultural”. Esa hipocresía va en contra de los propósitos de la Agenda que es mejorar nuestro planeta…

– Siempre se habló de reducir la humanidad…  

– (Aranda) A esa reducción de la humanidad la está gestando la élite globalista. El objetivo es combatir abiertamente la familia… Hay un país que viene llevando adelante la Agenda 2030 como ninguno, que es España. Es más, hasta tienen un Ministerio para tal fin. La mayoría de los países lo han firmado. No sé en qué situación está Estados Unidos. Por ejemplo, Trump nunca estuvo de acuerdo con la Agenda 2030, ni con los objetivos del globalismo…

– Se sostuvo que por la pandemia no había otra alternativa…

– (Alberro) Pero técnicamente nunca fue una pandemia, porque en las propias normas de la OMS es que cuando el 10% de la humanidad está contagiada pasa a ser pandemia y no pasó del 4,5%. En países libres, escuchar a sus autoridades decir que le iban a hacer la vida imposible a los que no se vacunaban, es un tema sumamente discutido. Lo que más molestó es que impedían que científicos, médicos, investigadores, incluso premios Nobel pudieran tener acceso a los medios de difusión para hacer sonar la otra campana. Y está cada vez más comprobado que se aplicaron vacunas que estaban en la etapa experimental, miles y miles están muriendo por el resultado del grafeno de esas vacunas… Hay deportistas que caen muertos… Lo que preocupa es la forma en que se manejan, que los países que no se pliegan o que no firmen, van a quedar aislados. Ahora mismo se está diciendo… “¡Milei se aisló!”. Aclaro, no soy ni contrario ni simpatizante de él. En muchas de sus propuestas coincido y estoy de acuerdo en que no nos pueden imponer. ¿No se pueden tener distintas opiniones…? Porque en las distintas opiniones crecemos todos en el conocimiento del tema… 

– ¿Qué papel juega la Iglesia…? 

– (Alberro) Cuando veo a Bergoglio, al Papa, con otros líderes religiosos, tanto islámicos como ortodoxos, imponiendo una agenda, no corresponde… Las religiones están para sembrar paz, entendimiento, amor. Cuando se transforman en una herramienta política, cuando ponen una mano en el timón de la conducción política de los países, se transforman en algo tremendo… malísimo. Las religiones están llamadas para ayudar al ser humano, sembrar fraternidad y amor, pero han causado mucho más mal que bien… 

– Algunos están informando que se viene otra epidemia…

– (Alberro) Creo que va a ser más difícil, porque se desprestigió mucho… La gente quedó indignada. Primero, la gente creía, pero cuando una herramienta política, perversa y muy poderosa, siembra el temor… La gente por el pánico, obedece cualquier cosa. Lo viví en Libertador San Martín: caminando a pleno sol, al mediodía, sin la máscara esta, mal llamado barbijo, me cruza un matrimonio de amigos y me dice: “¿Qué estás haciendo? No respetas a los demás. Te vas a morir…”. Casi como deseándome la muerte. Lo único que se consiguió con el barbijo, fue que la gente perdiera la salud, no solo física, sino que uno está respirando su propio anhídrido carbónico, cuando un médico investigador decía lo contrario. Que había que salir al aire libre… He visto en la ruta, gente pedaleando en bicicleta, con el barbijo… Hoy la gente está indignada con todas esas restricciones que hubo. Hoy en día habría mucha más resistencia a que vengan otra vez a encerrarnos…

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