Divorcio, depresión, ansiedad, falta de deseo y otros conflictos: Opiniones del psicólogo F. Rodríguez

Visitó esta semana los “Estudios Paraná” de Canal 6 ERTV, el Lic. en Psicología Francisco Rodríguez (especialista en pareja y adultos), quien dialogócon El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, entre otros temas, sobre depresión, ansiedad social, separaciones, soledad, distanciamiento en las parejas, falta de deseo y de proyectos comunes en las mismas:  

– ¿Es difícil hoy la vida en pareja…?

– Es difícil… porque estamos en un mundo muy egoísta, donde nadie quiere ceder nada… Y el amor tiene que ver un poco con eso, de ceder para comunicarse, para entenderse. En este momento estoy trabajando mucho con parejas. Algunos deciden separarse y otros, seguir y probar un tiempo más, porque la vida es eso, una transformación de experiencias… Yo creo que algo está pasando, quizás es este mundo muy acelerado, donde hay poca tolerancia…

– ¿Ha logrado reconciliar a muchas parejas…?

– A algunos sí. Después con el tiempo te dicen “anduvimos bien y recuperamos el matrimonio”. Y están los que no se animan a separarse o a tomar medidas que podrían ayudarlos…    

– ¿La mayoría de los problemas vienen desde el punto de visto económico o sexual?

– Y a veces las dos cosas, pero también en estas situaciones de crisis evidentemente que explota mucho toda la situación que no se ha podido resolver antes. El amor es algo que va y viene, si no hay reciprocidad, no sirve. Hay quienes a veces apuestan que con sólo su amor las cosas van a andar, pero es una vieja filosofía. Lo mismo aquellas mujeres que se van a casar con un alcohólico y creen que lo van a transformar o que se van a casar con un mujeriego y lo van a transformar. Nadie cambia a nadie, si no quiere cambiar…

– Cada pareja es un mundo, pero ¿cuál es el consejo que como psicólogo le da a una pareja?

– La madurez de la relación estaría en poder ir conversando las cosas que nos van pasando, las transformaciones de las emociones que muchas veces no decimos y nos vamos “tragando”, tanto el varón como la mujer, entonces ¿cuál sería el modelo? Tratar de ser maduro y asumir que hay cosas que no las podemos resolver nosotros solos.

– ¿Cuál es el mejor consejo para una familia ensamblada?

– Si hay respeto entre ambos, la cosa marcha. El problema es que cuando no se habla, cuando los chicos no pueden asumir claramente que es lo que le pasa a los padres, ahí está el problema. La felicidad no es un estado estático. Una buena familia es la que puede resolver bien los conflictos…

– ¿Hay mucha gente deprimida?

– Sí, es la patología de este siglo. Hemos visto a chicos que se suicidan porque no pueden aguantar el fracaso. No le estamos enseñando a los jóvenes sobre el fracaso, a superar las crisis. Todos tenemos pérdidas, nuestra vida es una pérdida constante: perdemos familiares, trabajos, amigos, mascotas… La madurez está en recuperarse frente a esas situaciones. Debemos enseñar a nuestros hijos que la tristeza, la depresión, el fracaso, es parte de la vida…  

– Muchos ancianos terminan en un geriátrico. ¿Está bien que así sea…?

– Antes, nadie iba a abandonar a sus padres, se los tenía hasta que murieran. Ahora se los interna en un lugar, para que se haga cargo otro. Hay casos excepcionales por supuesto, están los esquizofrénicos o demenciales que no conocen a nadie, que se ponen muy agresivos o que hay que brindarles servicios médicos, que uno no tiene en la casa… Siempre me acuerdo de una frase de alguien que dijo: una madre puede criar siete hijos pero siete hijos, no pueden atender una madre… Se pelean todos…  

– ¿Cómo ve el presente y futuro de los jóvenes…? 

– Como psicólogo uno trabaja para dar la posibilidad de esperanza, de enseñar, de compartir con el otro un proceso de vida. Nacimos para ser felices, pero ser feliz es un trabajo y hay que hacerlo todos los días… Aquel que se deprime es aquel que se queda sin proyectos, que vive en el pasado… necesitamos vivir el hoy y esta problemática es algo que debemos enseñarles a los jóvenes, no adelantándose demasiado…