Dirigentes de Crespo y la zona opinan sobre consecuencias que dejó la severa sequía

Las precipitaciones que se vienen dando en los últimos días en la provincia, con dispares milimitrajes, trajeron algo de alivio en algunos lugares, a la profunda sequía en Entre Ríos, donde se registran graves consecuencias para los cultivos y una importante mortandad de vacunos y liquidación de buena parte del stock ganadero de pequeños y medianos productores, ante la imposibilidad de darles de comer..

OPINIONES DE F. SCHNEIDER (FAA CRESPO)

El vicepresidente de la “Filial Crespo” de la “Federación Agraria Argentina”, Fabio Schneider, en diálogo con los medios del “Centro Periodístico de Entre Ríos”, expresó que “¿por qué no se trabaja en tener un seguro multi-evento, que incluya lo climático, comercial y otros factores más, como lo tienen otros países?. Pero la dirigencia parece que vive ‘en otro planeta’… Con lo que está pasando, se puso de manifiesto la importancia de los productores y particularmente de la lechería en Argentina y el Estado nacional, provincial y dirigentes, están empezando a hablar del tema. Porque hasta hace unos meses atrás, para ellos éramos de segunda o tercera línea, lo único que les importaba era sacarle las retenciones a la soja y cuando lo lograron, lo que hicieron fue arruinar al tambero y ganadero por mover una variante sin tener en cuenta a otros actores productivos… hay que analizar todo el descalabro que se arma y cómo se soluciona el problema que genera a otros sectores… Esta falta de lluvias nos afectó a todos, no hay más en el fondo del tarro de donde rascar. Un avicultor me decía: ‘Tengo reserva de maíz en los silos hasta marzo y después, ¿qué voy a hacer?’ Algunos tal vez no ven la crisis hoy, porque tienen otro sistema productivo, pero saben lo que se vendrá en los próximos meses…”.

BALBI (CAFER): “SITUACIÓN DESESPERANTE” 

Por su parte, el dirigente crespense Juan Balbi, presidente de “Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos” (CAFER) señaló que “vivimos una situación muy desesperante con el tambo que tenemos en Don Cristóbal II (Departamento Nogoyá). En la primavera, generalmente, con un excedente de pasto, es el momento del año en el que se confeccionan las reservas para transitar todo el otoño-invierno del año siguiente. Pero con esta sequía, que ya lleva 3 años, venimos flojos de forraje desde hace un tiempo. Por lo tanto, estamos invirtiendo en rollos, que hasta hace 2 meses atrás se conseguían y que nos permitían seguir peleándola. Pero el problema en los últimos 70 días se agudizó profundamente. La sequía ha llegado a un punto límite y en nuestra zona prácticamente no ha quedado nada en materia de pasturas; mientras que las aguadas naturales, arroyos, tajamares y lagunas están secas, en tanto que muchos pozos también se han secado. Las pocas reservas que teníamos y aquellos que les quedaba del año pasado ya se han consumido… En la zona tenemos muchos lotes con maíces que no sirven para grano y los productores con tal de no atenuar las pérdidas de lo que es semilla, fertilizantes y otros insumos, los han dado a la venta a tamberos, ganaderos y encierres a corral… Las picadoras se cruzan en los caminos de un campo a otro. Y se hizo a un costo elevado, teniendo en cuenta que se va a embolsar algo que no es de calidad, que tiene poco y nada de grano, lo que provoca que el costo de materia seca de ese insumo sea carísimo, pero es la única opción que tenemos… El productor no sabe cómo va a seguir. En la zona de Nogoyá y Paraná Campaña, muchos tambos son llevados adelante por familias que se abocan a esa tarea, que están preocupadas porque los ingresos van a ser ‘flacos’. La única esperanza es que lleguen lluvias que nos permitan sembrar a fines de febrero algún verdeo para el otoño-invierno, porque las reservas que no se hicieron en su momento se perdieron… Ahora nos encontramos con que se ha liquidado una gran parte de la soja que al gobierno le vino bien por los dólares que le ingresaron, pero no hay que dejar de manifestar que esto distorsiona el mercado, además de generarnos un problema más, porque los subproductos y el alimento balanceado se fueron para arriba, encareciendo el costo…”.