Diamante: Andrea Torres con valentía y decisión avanza con su rehabilitación

El 24 de diciembre de 2020 alrededor de las 20.00, Andrea Torres y su hija Tamara mientras se trasladaban en moto por la zona de la rotonda de calle Belgrano de Diamante, fueron embestidas por un sujeto que circulaba en auto, el cual se dio a la fuga.

Producto del fuerte impacto, Andrea sufrió importantes lesiones que le provocaron la imputación de su pierna izquierda y a partir de allí se presentó un cambio en su vida, pero que con valentía y decisión pudo salir adelante y avanzar con su recuperación.

Sobre las vivencias de estos 2 años y 9 meses, Torres en una charla con El Observador mencionó que “un asesino al volante nos chocó y me provocó la pérdida de mi pierna izquierda. Hace un mes me dieron la segunda prótesis a través del Iosper, pero me negaron el calzador que es una bolsa de colocación que te permite hacerlo de una manera segura. Por lo que como no tuve respuestas, organicé una rifa con solo 200 números, porque era suficiente para recaudar el costo del mismo, los que se vendieron todos, lo que agradezco enormemente a las distintas personas que los compraron y de esta manera me ayudaron. La verdad que después del accidente gracias a Dios, ni yo ni mi hija hemos tenido gastos, porque siempre tuvimos el acompañamiento de la gente, que es muy solidaria en Diamante y me quieren. Tuve que hacer a los 7 meses tratamiento psicológico y psiquiátrico, porque fue un cambio rotundo en mi vida, porque era muy andariega de hacer siempre miles de cosas. Pero pude seguir trabajando, estoy en la mesa de entrada del CIC (Centro Integrador Comunitario) y hoy hago de todo, porque sabía que tenía que seguir adelante, le puse ganas y esfuerzo para continuar con mi vida y enfrentar cada una de las situaciones. No fue fácil, a mi hija que hoy tiene 25 años, le ha costado un poco más, pero contamos con el acompañamiento y ayuda de la familia y de muchas personas que nos siguen acompañando. Ella después del accidente, que gracias a Dios tuvo solamente algunas raspaduras por caerse en el asfalto, terminó su carrera y se recibió de acompañante terapeuta y de auxiliar de maestra jardinera, también tuvo que hacer un tratamiento psicológico…Permanentemente digo y rescato que hoy estamos, que podemos andar, yo con una pequeña dificultad, pero marcho…donde volví con el tratamiento de kinesiología y de fisiatría, también retomé el trabajo en un salón de fiestas, así que de esta manera sigo mi vida junto a mi familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos y conocidos, los que continuamente están presentes…”.

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