Día Mundial del Sida: los países donde los extranjeros con VIH no son bienvenidos

En el Marco del Día Mundial del VIH/Sida que busca generar conciencia al mundo sobre la enfermedad, hay países dónde las personas afectadas tienen restringido el acceso.

Además de todos los requisitos a la hora de emprender un viaje hacia otro país, las personas con VIH deben sumar otras preocupaciones. Ya que aún hay países del mundo en el que se aplican restricciones de ingreso como a la permanencia de extranjeros con dicha enfermedad.

Pese a las recomendaciones de las Naciones Unidas, donde se acordó eliminar barreras en el estado serólogico de los viajeros, hay  al menos 35 países donde existen ciertas limitaciones. Según el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), son cinco los territorios que mantienen las restricciones más severas en el mundo: Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Omán, Sudán y Brunéi.

En estos casos, sus autoridades prohíben la entrada de cualquier persona extranjera que tenga VIH y requieren un examen médico o declaración para optar a cualquier tipo de visa (incluida la de turista para los visitantes que la necesitan, en función de su país de origen).

Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, permite la libre permanencia de uno a tres meses a los viajeros con pasaporte de alguno de los 45 países a quienes considera exentos de requerimientos de visa.

A los ciudadanos del resto de países, sin embargo, les exige que estén “medicamente sanos” como criterio para otorgar un permiso de entrada. Tener VIH supone no recibir ese certificado de aptitud médica.

Las restricciones son aún mayores para quienes quieran optar por un permiso de residencia o trabajo en estos cinco países, a quienes se les obliga a someterse a una prueba específica de VIH independientemente de su lugar de origen. Si el resultado es positivo, son deportados.

ONUSIDA denuncia además que en ocasiones estas normas se aplican de manera variable y arbitraria. “Hay ejemplos de países que otorgan exenciones analizando caso por caso, por ejemplo para promover la reunificación familiar, permitir el acceso a asilo o por necesidades del mercado de trabajo”, le dijo a BBC Mundo la Asesora Especial de Derechos Humanos y Género de ONUSIDA, Luisa Cabal.

“Aunque estas exenciones pueden abrir oportunidades que de otra manera serían denegadas, estos procedimientos son discriminatorios, no protegen la salud pública y añaden trámites burocráticos y complicaciones al procedimiento de solicitud de visa”.

Según la experta de Naciones Unidas, la aplicación de estas normas solo contribuye a “mantener familias separadas, destruir perspectivas profesionales y de vida y aumentar el estigma” expresó a  BBC Mundo.

 

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