Día Mundial del Parkinson: De qué trata la enfermedad, síntomas y tratamientos

El Día Mundial del Parkinson es en conmemoración del aniversario de nacimiento de James Parkinson, médico británico que describió por primera vez la enfermedad. Se celebra cada 11 de abril con motivo de concienciar y sensibilizar a la población acerca de la importancia de la enfermedad y de sus consecuencias.

El Parkinson es una condición degenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso que se caracteriza por causar severos daños neurológicos, generando alteraciones en el control y coordinación de los movimientos del cuerpo, así como rigidez muscular. Se desconoce qué causa la enfermedad. La mayoría de los casos aparecen en forma espontánea, aunque existen formas hereditarias de la misma. Se sospecha que podría estar causado por una combinación de factores genéticos y ambientales.

El Parkinson es la segunda en frecuencia por debajo de la enfermedad de Alzheimer. La edad media de comienzo es alrededor de los 55 años y, si bien existen pacientes jóvenes (un 5-10% de los pacientes tienen menos de 40 años), la mayoría son adultos mayores.

Menos de 1% de la población general padecen esta patología, sin embargo, el riesgo de presentarla aumenta con la edad siendo de alrededor de 2% o más en mayores de 60 años.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad de Parkinson?

Principalmente por la lentitud para la iniciación, ejecución y detención de los movimientos voluntarios, dificultando la marcha y vestir, entre otras actividades de la vida diaria. A este síntoma puede asociarse rigidez, con gran dificultad para flexionar y extender segmentos corporales, temblor en una mano, hemicuerpo, hasta hacerse generalizado. También pueden presentar alteraciones en la postura, que muchas veces sumado al trastorno de la marcha se producen caídas frecuentes.

Además de estos síntomas, existen otros que son poco reconocidos y muchas veces subestimados, como trastornos psiquiátricos: depresión, ansiedad, psicosis y demencia, alteraciones del sueño, trastornos cardiovasculares, gastrointestinales siendo uno de los más frecuentes la constipación, trastorno del olfato (hiposmia), entre otros.

¿Cómo se trata la enfermedad de Parkinson?

La enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero sí se puede controlar de forma muy eficaz. En etapas tempranas, se aconseja realizar tratamiento farmacológico que sustituya o preserve los neurotransmisores, individualizado y adecuado a la necesidad de cada paciente, con el objetivo de retrasar la progresión de la enfermedad, mejorar los síntomas y mantener la mayor independencia en las actividades de la vida cotidiana. Es importante en esta etapa, emplear también medidas no farmacológicas como el ejercicio físico, fomentar la actividad cognitiva, hábitos dietarios y mantener una adecuada interacción social del paciente con su entorno.

En etapas más avanzadas y evaluando a cada paciente en particular, se pueden implementar terapias no farmacológicas como la cirugía, siendo un tratamiento complementario.