“Día de la Avicultura”: Desde Urquiza al crecimiento y pujanza actual de la actividad

Este viernes 2 de julio, se conmemora el “Día del Avicultor” en Argentina, una actividad que en nuestra provincia sigue creciendo. Las aves de corral han sido desde 1857, fecha en que llegaron las primeras a Colonia San José, gracias a las gestiones del Gral. Justo J. de Urquiza, parte del paisaje rural de Entre Ríos. Ya en 1945, había en Argentina una importante población de pollos y gallinas, con un concepto semi-industrial, con líneas de pedigree y algunas cruzas con doble propósito, la hembra para producción de huevos y los “gallitos” para consumo.

La comercialización estaba organizada a través de acopios y consignaciones representadas por personas u organizadas en cooperativas. El grueso de los productos acopiados, convergía en el Mercado Concentrador de Aves y Huevos de la Capital Federal, donde tenían sus puestos los más importantes mayoristas. En este sitio, se preparaba la mayoría de la mercadería, se clasificaba y seleccionaba el huevo para consumo, se vendían vivos los pollos de 5 meses y 2,300 kg., al igual que las gallinas y los gallos, como también otros tipos de aves. En ese tiempo, los consumos no se medían, pero se estima que no llegaban a 3 kilos por habitante/año y se consumían menos de 80 huevos por persona.

En los años ‘60, arribaron al país los “padres de los pollos híbridos” o como se los denominó en Argentina, los “parrilleros”. Ese año, puede considerarse como el del nacimiento de la avicultura industrial nacional y desde ese tiempo, el sector, tanto en pollos como en huevos no ha parado de crecer, de equiparse y de mejorar continuamente el aseguramiento de la calidad e inocuidad de sus productos.

Entre 1976 y 1983, el sector quedó mayoritariamente integrado, produciéndose los huevos fértiles, los pollitos BB, el alimento y tercerizando el cuidado y la guarda en los criadores. Este nuevo concepto productivo que bajó aún más el precio al consumidor final, consolidó el hábito, aumentó el consumo y llevó gradualmente a un crecimiento constante y una profundización en la búsqueda de la productividad y mayor competitividad.

Luego de los difíciles años 90, con el abandono de la convertibilidad, volvió a ser competitivo al sector, logrando un importante despegue, apareciendo nuevos mercados, más producción y más personas dependiendo de la actividad.

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