Destacan la importancia de los controles oftalmológicos para prevenir el glaucoma

El glaucoma es la segunda causa común de ceguera, lo que podría evitarse mediante la detección temprana y el tratamiento oportuno. Al respecto, la jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital San Martín de Paraná, Alejandra Desio, expresó que “la conciencia que tenemos que transmitir es que la gente no espere a que el glaucoma le dé dolor, porque en la mayoría de los casos es silencioso” y señaló que “tomado a tiempo, se pueden lograr muy buenos resultados y con técnicas no invasivas, ya que la medicación ha cambiado totalmente en los últimos años”.

La profesional apuntó que “un glaucoma no tratado es sinónimo de ceguera a largo plazo” y destacó que el paciente no perderá la visión central repentinamente, sino que primero dejará de tener visión periférica, en una secuencia que se puede ir chequeando con una variedad de estudios que existen actualmente y que permiten captar los casos en estadíos tempranos, posibilitando su tratamiento.

Como es una enfermedad crónica que no da síntomas, la sugerencia es que el control oftalmológico forme parte de los chequeos médicos del paciente en forma anual, en particular en mayores de 40 años, debido a que estadísticamente aumenta la frecuencia después de esa edad.

También es de mucho interés saber si existe glaucoma en la familia, porque se pueden heredar. Si hay antecedentes familiares, el control debe ser más precoz. Además de ese antecedente, se debe estar atento a otros factores de riesgo, como hipertensión arterial, diabetes o diferentes tipos de enfermedades sistémicas, como hipercolesterolemia y arteriosclerosis, que actúan como potenciadoras del daño.

Otros factores que pueden interferir para favorecer situaciones de glaucoma es el uso de medicación, como el corticoide, de diferentes marcas y administrado por distintas vías. Hay casos de glaucoma congénito y que puede tomar a un bebé recién nacido. “No existe grupo etáreo excluido, a cualquiera le puede ocurrir, más allá de que estadísticamente es más frecuente después de los 40 años”, señaló Desio.

Por tratarse de una enfermedad crónica, el tratamiento implica un costo fijo y una gran disciplina por parte del paciente. “Hay cuatro grandes grupos de drogas y recién cuando se las administramos al paciente, si se observa que no responde a ninguna, decidimos que se necesita lo quirúrgico” remarcó. Dicha operación va dirigida a tratar de conservar la visión que tiene el paciente al momento de llevarla a cabo, dado que las pérdidas producidas por glaucoma son irreversibles e irreparables.

Cabe acotar que en el Hospital San Martín integran el Servicio de Oftalmología, que preside Desio, Pedro Camet (subjefe del servicio); Mariela Ogusuku (adjunta) y los médicos Walter Briggiler, Carla Feresin, Fabricio Milocco y Tamara Wiggenhauser.

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