Desde la Iglesia explican qué hacer con cadenas de oración que se viralizan en las redes sociales

En la red social Facebook, generalmente se ven cadenas en las que se prometen resultados milagrosos a cambio de una oración o simplemente escribiendo la palabra “Amén”, lo que genera diferentes reacciones y respuestas. Días pasados, el Padre Leandro Bonnín, sacerdote católico de la Arquidiócesis de Paraná, que está cumpliendo tareas en Chaco, no dudó en opinar que “esas cadenas, son una forma de superstición, un pecado contra el primer mandamiento, porque son una desviación del sentimiento religioso y las prácticas que se imponen, puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios. Esa actitud de pretender ‘manipular’ o ‘forzar’ a Dios a hacer mi voluntad a través de un método completamente eficaz, como una especie de conjuro mágico, es completamente incompatible con la actitud de hijos de Dios que confiamos en nuestro Padre, que sabe mejor que nosotros lo que necesitamos. Esas cadenas adquieren un significado aún más negativo y pecaminoso, cuando incluyen al final de las mismas una amenaza: ‘si no compartís… si cortás la cadena… te puede pasar esto o aquello’. Esto es realmente aberrante y no tiene nada que ver con el Dios en el cual creemos”, subrayó Bonnín.

El Padre Julio Fáes (Parroquia Ntra. Sra. del Rosario de Crespo) fue consultado sobre este tema por Valeria Torresín, conductora de “Desayuno Latino” (FM Latina 97.5) y al respecto opinó: “Nos metemos en un campo complicado. La Iglesia dice que la oración es como aquel diálogo de amistad con el que nos ama, que es Dios. En el catecismo se explica que hay diferentes tipos de oraciones, la contemplativa, la de alabanza, la de petición, el perdón, pero que se dan de un modo personal. Soy yo quien me paro frente a Dios en cualquier lugar y entro en ese diálogo y lo alabo por lo que me ha dado o pido, por lo que estoy necesitando. O agradezco lo que Dios me da cotidianamente. El tema es que por la modernización, los medios masivos y la tecnología, se pretende cambiar esa forma de oración”.

El sacerdote sostuvo que “las cadenas armadas y que después se viralizan, es un error, está mal, sobre todo si vemos que al final de la misma se dice ‘si compartes esto con 7 personas dentro de un día, recibirás una noticia o un milagro’ o si pones amén debajo de la imagen vas a recibir un buen mensaje. Dios no es ‘Dios de Whats app ni de Facebook’, no podemos atar o esposarlo, porque estoy compartiendo un mensaje con 7 personas. Una cosa es pedir por alguien que está en estado grave, se arma la cadena y oramos por esa persona, pero esas otras para conseguir el ‘milagrito barato’, no. Hay gente que cuando les llegaba la cadena del ‘Pan de San Cayetano’, tiene miedo de que si la corta, Dios los iba a abandonar, cuando no es así. Nunca atemos a Dios a una cadena de wsp, porque ese, es un gran error”.

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