Este jueves por la mañana, en el horario de mayor circulación vehicular, se instaló en Paraná un operativo de tránsito sobre calle Buenos Aires, entre Laprida y Cervantes y otro en calle Laprida, entre Buenos Aires y Santa Fe. A lo largo de esas dos cuadras estuvieron apostados 25 inspectores para controlar el cumplimiento de la Ley Nacional de Tránsito por parte de los conductores.

Quienes manejaban los diferentes vehículos debieron detenerse para que los agentes constaten el cumplimiento de la normativa. En el caso de los automovilistas, se les solicitaba el registro de conducir, la tarjeta verde, la póliza y la cuota del seguro automotor. A su vez, se les indicaba preventivamente la necesidad del uso del cinturón de seguridad. Se anticipó que no cumplir con esta advertencia se convertirá en multa desde el lunes, cuando se empiecen a labrar actas para aquellos que no lleven colocado el mencionado elemento de seguridad.

Por su parte, a los motociclistas además de la documentación obligatoria, se les solicita el uso del casco reglamentario.

El director del Cuerpo Único de Inspectores de la Municipalidad, José Luis Rey, estuvo al frente del operativo y dijo: “Le recomendamos a la gente que salga con tiempo a realizar sus actividades porque estos operativos se seguirán realizando todos los días en distintas partes de la ciudad”.

Los controles se ejecutan en conjunto entre el Cuerpo de Inspectores Municipal y la Dirección de Prevención y Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos. “Tenemos la colaboración de la Policía como nosotros también colaboramos con ellos. Ambas instituciones están trabajando en conjunto”, dijo Rey.

La metodología del accionar consiste en la movilidad de los puntos de control. “Cada hora y media o dos horas nos vamos trasladando a diferentes puntos de la ciudad, ya sea a lugares céntricos o de la periferia”, precisó el responsable de los operativos.

Por otra parte, Rey contó que el miércoles por la tarde en un retén instalado en calle Monte Caseros se secuestraron cuatro autos. La razón fue que “algunos no tenían la documentación y otro circulaba en sentido contrario”, explicó el director del Cuerpo de Inspectores. Las motos que no cumplen con todos los requisitos también han sido retenidas y trasladadas al depósito municipal de calle San Martín 27.

El responsable del Cuerpo Único de Inspectores también contó que se realizan estrictos controles en los sitios donde está prohibido estacionar o el aparcamiento es medido. En este sentido, se realizan rastrillajes para verificar que se cumplan las disposiciones municipales.

Según constataron los cuidadores de los estacionamientos céntricos de motos, la circulación es sensiblemente menor. Patricio, que todos los días trabaja en calle Urquiza, estimó que el tráfico de motos disminuyó “un 50%”. Por otro lado, consideró positivo que se hagan controles tanto a las motos como a los autos para que las exigencias no sólo recaigan sobre los motociclistas. Según manifestó a El Diario, las medidas han sido tomadas con beneplácito por la ciudadanía. Incluso, mencionó que en los barrios hay satisfacción ya que ha disminuido la presencia de “motochorros”.

Carlos Verón, cuidador en la cuadra de Andrés Pazos entre San Juan y Corrientes, coincidió con la apreciación de que disminuyó notablemente la presencia de motos en la ciudad. A su vez, contó que también en la periferia hay mucho menos tráfico.