En el Salón “13 de noviembre” de Maciá se presentaron días pasados los resultados del Plan Sanitario Apícola de Diagnóstico de Nosema y Varroa en esta ciudad y zona de influencia. En la ocasión se explicó que desde el 6 de mayo al 15 de junio se llevó a cabo la primera etapa de dicho programa, que como desde hace varios años, se viene realizando “en forma continua y gratuita”.

El Lic. Francisco Córsico y el Téc. Fabricio Raticelli del Laboratorio de Especialidades Productivas de Maciá (LEPMA) informaron que se recibieron 88 muestras para análisis de nosema y varroasis, sobre un total de 2.000 colmenas pertenecientes a 7 productores que participaron. Por las últimas de las enfermedades mencionadas, se analizaron 85 muestras, de las cuales un 59,2% dio resultado negativo; un 10,6%, entre 0,1% y 1 % de presencia; un 7,1%, entre 1,01% y 3% y un 22,9%, con más del 3%.

“Los resultados para la infestación por Varroa-destructor se encuentra en niveles bajos en una gran parte de muestras, lo que es óptimo para el normal desarrollo de la colmena, pero hay un gran porcentaje de nivel alto muy problemático. En comparación con 2012, los niveles de varroa en ese nivel son superiores, alcanzando un 22,2%” explicaron los profesionales.

En cuanto a la nosemosis, se analizaron 3 muestras, de las cuales un 0% dio resultado negativo y de nivel débil; un 33,3% (1), nivel medio y un 66,6% (2), de nivel alto. En 2011, esta parasitosis se encontraba en niveles prácticamente cero, en 2012 se observó que el recuento de esporas rondó las 500.000 y en algunos casos los superó notablemente. “En este 2013 hubo escasa participación de muestras, de las cuales solo fueron de niveles medios y altos” especificaron.

“Dentro de los diversos factores que pueden originar esta parasitosis, se puede mencionar la abundancia de lluvias suscitadas en los últimos meses, días templados y mucha humedad en pleno invierno, circunstancias que favorecen el aumento de las esporas de nosemaapis” afirmaron Córsico y Raticelli, quienes como conclusión expresaron que “el productor apícola está trabajando con productos de cura de buena calidad y están enfocados en el estado sanitario de la colmena, implementando sistemas de prevención y detección temprana de las infestaciones y aplicación de medidas correctivas en casos de desvíos. También se ve reflejada la importancia de la participación del laboratorio LEPMA, brindando una herramienta más al productor que lo requiera”.