Desde el INTA Crespo explicaron qué consecuencias están dejando las lluvias para la producción

Visitaron el “Centro Radial, Televisivo y Periodístico de Entre Ríos”, el Ing. Agr. Ricardo De Carli y el médico veterinario Dr. Guillermo Stamatti del INTA Crespo, quienes en diálogo con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador, hablaron, entre muchos otros temas, de cómo las intensas precipitaciones están afectando a los cultivos y a otros sectores productivos en la región. De Carli señaló que “está lloviendo desde el viernes 1 (se superó los 300 mm) y ya veníamos con un récord en febrero, donde se registraron 400. El suelo estaba saturado y en esta época no hay temperaturas para evaporar, por lo que la situación es preocupante. Hay daños de todos los niveles. Sabemos que para el sector lechero, hay una necesidad de sacar la producción en forma diaria. Algunos pocos establecimientos tienen un mejorado con broza o están cerca del asfalto; si están a 3 ó 5 km, se debe recurrir a un tractor, lo cual va generando deterioro en los caminos y los que están más lejos, si tiene un tanque de almacenamiento con refrigeración, la puede retener por unos pocos días, pero después, no se puede hacer otra cosa que derramarla. Por otra parte, el traslado de los animales para alimentarlos hace que las calles internas y los corrales se deterioren y no se puede aprovechar el pastoreo directo, porque se entierran y rompen las pasturas, de modo que hay que usar reservas (rollos) y algunos suplementos con granos, lo cual en este momento es conflictivo por una cuestión de costos para el establecimiento, porque coinciden con la crisis económica que está atravesando el sector”.

– (Stamatti) También en el animal se genera un estrés y empiezan a aparecer problemas de salud. Las patas se reblandecen, al estar tanto tiempo en el barro, no se pueden trasladar, no pueden comer. Esa vaca deja de producir como lo venía haciendo e incrementa las pérdidas económicas…

– Había buenas expectativas en la apicultura…

– (Stamatti) La miel tuvo un impacto importante en la quita de las retenciones como producto regional en su momento y eso mejoró la competitividad del sector. Ahora veremos cómo termina la campaña en cuanto a la producción con este clima. Particularmente cuando llueve mucho, son nefastas, porque la flor no puede retener el polen ni el néctar y la abeja no se puede alimentar. Lo que pasa a menudo además, es que las colmenas están ubicadas en lugares donde no hay vacas, ni tambos, ni ganadería, ni agricultura, solamente bajos y con lo que ha llovido, el agua se lleva las colmenas…

– ¿Hay preocupación por los rindes en la soja? 

– (De Carli) Es la principal entrada económica para el productor y para la región y ya se están teniendo pérdidas. Para nosotros, es difícil anticipar cuánto será, porque día a día se va agudizando el problema. Los que estaban adelantados, a punto de cosecha, van a tener la mayor pérdida, porque la chaucha se abre y caen los granos. En esos lotes, según el momento, podemos llegar a tener afecciones del 40% o del 60%. En toda la Pampa Húmeda, estamos hablando de pérdidas cuantiosas…

– En los últimos días, con la presentación de un nuevo proyecto en el Senado Provincial, continuó el debate sobre qué hacer con el uso y control de agroquímicos: ¿Qué opinan como profesionales?

– (De Carli) En la provincia existe una ley que está desde hace 3 décadas, que en su momento fue un instrumento útil y de avanzada en el país. Permite la aplicación a una distancia de 50 metros para las terrestres. Lo que hay que diferenciar es la reglamentación, que es la parte que necesita ir ajustándose según los cambios tecnológicos. Para la mayoría de los profesionales e instituciones, la actual es una ley adecuada, más allá de los cambios que se han pretendido implementar. Actualmente, en los países que más severas exigencias tienen en el tema ambiental, que son los europeos, vemos que los cultivos llegan hasta cerca de las casas. Siempre digo que el de los agroquímicos, es el mismo problema que tenemos con el de la seguridad en las rutas. Argentina está entre los países que más accidentes tiene en el mundo, con 7.000 muertos por año, que se da porque no respetamos las normas. En Europa o Estados Unidos, si no se respeta la ley, termina multado y lo sacan de la ruta. Con el tema de las aplicaciones es lo mismo, podemos garantizar una a 5 metros de una casa, si la condición ambiental es la adecuada y con la supervisión profesional. Pero si no la tenemos a dicha supervisión, se aplica como quiere y puede haber impacto negativo.