Decenas de incendios arden sin control en Australia

Decenas de incendios forestales arden este viernesen la costa este de Australia, donde esta semana han muerto dos personas en relación a los fuegos que han calcinado más de 30 viviendas y obligado a evacuar a centenares de residentes.

Uno de los principales focos de preocupación hoy es la localidad de Lake Moondarra, una árida y remota zona a más de 1.800 kilómetros al noroeste de la ciudad de Brisbane, donde las llamas avanzan sin control.

“Abandone (el lugar) inmediatamente. Su vida puede correr peligro”, alertó hoy el Servicio de Incendios y Emergencias del estado nororiental australiano de Queensland, que está a merced de una de las peores temporadas de incendios en décadas.

Otro de los focos de gran preocupación es Tara, a unos 300 kilómetros al oeste de Brisbane, donde un “fuego que se mueve rápido” se prevé que impacte “muy pronto” una calle de esta localidad rural, según otra alerta de evacuación “inmediata” publicada hoy por el Servicio de Incendios.

Dos personas, un hombre y una mujer, han muerto en relación a estos fuegos en Tara, de donde son la mayoría de la treintena de casas destruidas por los incendios que arrasaron un área poco más grande que la que ocupa la ciudad de Barcelona.

Otras decenas de incendios siguen ardiendo en Queensland, donde los bomberos han luchado esta semana contra más de 400 incendios.

Más de cien incendios en Nueva Gales del Sur

En el vecino estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, arden 110 incendios forestales, 58 de ellos sin control, aunque a diferencia de Queensland, las alertas son moderadas a nivel de recomendaciones.

En esta jurisdicción, una fuerte lluvia en varias localidades del norte del estado ayudó anoche a apaciguar los incendios.

Australia, cuya temporada de incendios forestales comienza en la costa este normalmente en noviembre, se enfrentará este año a un clima más seco del habitual debido al El Niño, un fenómeno natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que, agravado por el calentamiento global, podría ocasionar devastadores desastres.

El país oceánico sufrió un “verano negro” de 2019-2020, cuando 33 personas perdieron sus vidas a consecuencia de una ola de calor que provocaron decenas de incendios forestales que calcinaron unos 24 millones de hectáreas (equivalente a casi el tamaño de Reino Unido) y afectaron a unos 3.000 millones de animales en la costa este del país. 

jc (efe, afp)

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