De albañil a Primera: El camino de Leo Morales hacia el fútbol grande

Leonardo Morales nació en Villa Urquiza el 11 de abril de 1991 y mientras pasaban los años fue alimentando una ilusión de pibe: ser futbolista profesional. Sin descuidar sus asuntos laborales como guardavidas o albañil, comenzó a dar sus primeros pasos en Paraná Campaña, luego subió al Federal B con Belgrano donde recibió su primer sueldo. Saltó al Nacional B con Atlético Paraná, pasó a Patronato, Santamarina de Tandil y finalmente Gimnasia y Esgrima La Plata.

Aprovechando el receso, visitó los estudios de Canal 6 Entre Ríos TV. Contó cómo fue ese paso a paso hasta alcanzar la Primera División, el recorrido por cada club y ser dirigido por Diego Armando Maradona. Un episodio que no estaba siquiera disponible en la galería de los sueños.

– ¿Cómo fue tu comienzo en el fútbol?

– Hablando con la familia y con amigos, de chico fui a distintas pruebas y no se me dio ninguna posibilidad. En el 2010, cuando trabajaba de albañil y en la temporada de verano lo hacía de guardavidas, fui a jugar una Copa Challenger a Cerrito. Hasta ese momento jugaba de 9 y un amigo me dijo que habían muchos delanteros entonces me aconsejó que lo hiciera como defensor. Fui de lateral y por cosas de la vida salimos campeones de ese certamen. Allí estaban conocidos de Paraná Campaña que me invitaron para ir a Deportivo Tabossi y fui a jugar.

En Tabossi durante la final del 2011. Empate 1-1 y campeones. Único título para el club en la Liga.

– Y lograste el primer título para la institución.

– Sí, tuvimos la suerte de salir campeones en el 2011. Por el tema del trabajo y la distancia de Villa Urquiza a Tabossi (80km), se me complicaba entrenar, no pude hacer la pretemporada pero decidí ir a probar suerte y aceptaron. Salimos campeones y fue una fiesta en todo el pueblo.

– ¿Qué es lo que más recordás de aquél momento?

– No me olvido más cómo fue la caravana. Jugamos la final contra Arsenal de Viale, habíamos ganado el primer partido y en el segundo empatamos como visitante con un gol olímpico de Pablo Comas. Volvimos de Viale a Tabossi con una caravana impresionante y terminamos todos arriba de la camioneta festejando.

– De ahí a Belgrano…

– Pasé a una liga simultánea como la Paranaense, con la diferencia que a Belgrano de Paraná justamente lo invitaron para disputar el Torneo Federal B. Ellos habían jugado el Regional, habían quedado fuera y cuando hubo tantas invitaciones, una fue para el club. En su momento, durante las primeras cuatro fechas no era tenido en cuenta. El equipo no encontraba los resultados, se hizo un recambio, me tocó ingresar y jugué varios partidos, dando otro salto más.

Llegó a Belgrano donde cobró su primer sueldo como futbolista.

– Cuando estabas en Belgrano, ¿ya pensabas en hacer un camino en el fútbol?

– Hasta ese momento no. Cuando fui a Belgrano seguía trabajando como albañil. A una práctica llegué cansado, el entrenador Tony Fontana me preguntó qué me pasaba, le dije que yo necesitaba la plata y tenía que seguir trabajando. Él habló con un dirigente y me pagaron mi primer sueldo, de esa manera me enfoqué más en el fútbol.

– Luego pasás a otra categoría con Atlético Paraná.

– Pasé de jugar el Torneo Federal B al Nacional B con Atlético Paraná donde estuve un año y medio. Me fue bien en lo personal, pude jugar bastante más que nada cuando llegó el Indio Hernán Darío Ortíz quien me dio la continuidad. De esa manera pude pegar el salto a Primera División. Se dio la posibilidad de Patronato que estaba en la máxima categoría pero la pasé mal porque el jugador siempre quiere jugar. En Patronato nunca fui ni siquiera al banco durante el año que estuve. Llegaba el momento de terminar el contrato y uno de los profesores que se separó de Patronato, me llevó a Santamarina de Tandil. Era señal que las cosas no las estaba haciendo tan mal, de hecho siempre entrené con la misma intensidad porque me caracterizo por tener una mentalidad fuerte.

Con Atlético Paraná alcanzó el Nacional B.

– ¿De qué manera se dio llegar al fútbol grande y a una institución como Gimnasia?

– En Santamarina me fue bien, de 22 fechas del Nacional B, jugué 18. Después tuve la suerte que el Indio Ortiz asumió como DT de Gimnasia y me llevó como uno de los refuerzos. Ya me conocía de Atlético Paraná y allí, con el paso del tiempo, comencé a jugar seguido.

– Fue tocar el cielo con las manos.

– Es increíble, pude cumplir mi sueño de chico: jugar en Primera. Estoy muy agradecido al Indio Ortiz que me dio las chances. Luego, por malos resultados se tuvo que ir y la vida siempre te da sorpresas y una inesperada fue la llegada de Diego Maradona. La Plata era una locura, se comentaba que iba a ir Diego con Batistuta y finalmente fue Diego. La presentación, los primeros días con él… fue una locura, no me lo olvido más. Son cosas que a uno le quedarán por siempre en el corazón.

Tuvo la enorme fortuna de ser dirigido por Diego Maradona: “Fue una locura, no me los olvido más”.

– Contame esos primeros días con él.

– Una persona muy humilde, quería que todos los jugadores lo saludemos con un beso y abrazo, uno por uno nos iba a saludar. Como todo plantel nos juntábamos fuera de las prácticas a comer algo y él se prendía, nos contaba anécdotas y vivencias. Era fantástico. Sufrimos mucho cuando le tocó irse.

– Estabas en un lugar privilegiado.

– Un día estaba de vacaciones en Villa Urquiza, me encontraba en mi habitación y fui hasta la cocina donde tengo un mural hecho con Diego. Llegué a la cocina y mi viejo estaba mirando la foto fijamente, él sí lo vio jugar. Me dijo: “¿Vos sabés con quién estás? Con el mejor jugador del mundo, con el mejor de toda la historia”.

– ¿De qué manera golpeó en el grupo su fallecimiento?

– Antes de la pandemia iba todos los días a la cancha, post pandemia lo volvimos a ver recién en un amistoso con San Lorenzo, en un momento se le cayó el barbijo y no se lo podía acomodar, no era el de siempre. Después de eso hubo un par de meses que no lo vimos y hubo una video llamada grupal y se lo notaba mucho mejor. Después lo volvimos a ver por tercera vez con Patronato cuando él cumplió 60 años y ahí lo vimos mal de nuevo. No llegó a empezar el partido que se tuvo que ir. El día de su fallecimiento no entendíamos nada. Llegué de la práctica, estaba jugando con mi bebé en el piso, distraído, cuando escuché que había fallecido Maradona. Empezamos a escribir en el grupo de WhatsApp qué era lo que estaba pasando y luego nos confirmaron la triste noticia. Fue un golpe muy difícil de asimilar, creo que para todos fue igual.

En su visita a Canal 6 ERTV, siempre cordial en la atención a la prensa de su provincia.

– Pasando a la actualidad, ¿cómo terminaste este campeonato?

– Cuando estaba Diego jugué pocas fechas, después tuve más chances. Si bien me tocó ir de central, me sentí más cómodo e incluso pude marcar un tanto. Antes venía jugando como lateral derecho, pero uno debe estar preparado para rendir al 100% en cada posición. Ya había jugado como central en Santamarina pero en Gimnasia fue donde más partidos tuve y me adapté rápidamente. Terminé en un nivel bueno que es lo que quería, sentía que le había quedado debiendo a Gimnasia y este año terminé contento porque pude demostrar a lo que fui. Renovamos el vínculo hasta diciembre del 2022 y volvemos al trabajo el 7 de junio, ahora aprovechamos para descansar en familia y con amigos.

DE LA ZONA: Leo no es el único futbolista de estas tierras que supieron lucir la casaca de Gimnasia y Esgrima La Plata. Milton Casco tras romperla en Atlético María Grande, pasó a integrar las divisiones juveniles del Lobo hasta debutar en Primera en 2009. En el 2012 fue adquirido por el Newell’s de Gerardo Martino. Más cerca en el tiempo aparece Paolo Goltz. Llegó al club por pedido de Maradona tras jugar en Boca. En la presente temporada pasó a Colón de Santa Fe.

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