Daniel Enz: “No tengo dudas que Ilarraz va a terminar preso y por muchos años”

El periodista Daniel Enz, director de la revista “Análisis” y del sitio web “Análisis Digital”, estuvo visitando el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, donde participó del programa “Grandes Reportajes”, que se emite todos los martes y jueves, a partir de las 21.30 por Canal 6 ERTV, conducido por el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador. Enz, de 54 años y 2 hijos, es considerado uno de los periodistas más comprometidos y audaces de Argentina, con investigaciones y notas que tuvieron enorme impacto nacional e internacional, como la del Convento de las Carmelitas Descalzas, en Nogoyá, el “Caso Ilarraz”, “Caso Yedro”, entre muchos otros.

– Por una de sus investigaciones, detuvieron a Hugo Righelatto… 

– Sí y va a seguir allí por un tiempo. Nosotros vamos trabajando muchos temas a la vez y en la medida que se van cerrando las investigaciones, las vamos publicando. En la última edición, la nota más leída de Análisis, fue la que escribí sobre las inversiones que hizo el denominado ex “Jardinero K”, Ricardo Barreiro, quien construyó un complejo de bungalows en San José, con una inversión de más U$S 1.500.000. Me llamó gente de la Justicia de Rosario, porque lo están investigando, por desvío de dinero o inversiones de lavado de dinero proveniente del narcotráfico. En cuanto a lo que denunciamos sobre Hugo Righelatto (director de OSER), es una investigación en la cual veníamos trabajando desde hace mucho tiempo, para demostrar que el ahora ex funcionario, tuvo un crecimiento patrimonial que no condice con sus ingresos. En ese cargo estuvo desde el 2004, pero ya venía en la función pública, con puestos menores desde 1994. Siempre fue funcionario público. El tema es que de golpe aparece con varias propiedades, con emprendimientos en construcción… En la investigación demostramos en principio su crecimiento patrimonial y la serie de negocios incompatibles con la función pública… Desde el jueves pasado (6/10), la Justicia viene haciendo allanamientos en los lugares que consignamos, donde ni siquiera se tomaron la molestia de sacar las maquinarias. En todos los allanamientos se comprobó lo que veníamos denunciando en cuanto a la existencia del material de Estado en esas empresas privadas. Muchos se hacen la pregunta, ¿por qué tan rápido lo detienen…? Porque paralelamente la Justicia ordenó que la policía le haga un seguimiento y se encuentra que el hasta entonces funcionario, a las 23.30 del martes pasado, salía de una de sus viviendas en su auto particular, lo interceptan y le encuentran mucha documentación oficial, que debería estar en Obras Sanitarias y no en su casa. Le imputan el delito de entorpecimiento de investigación judicial y la pregunta es: ¿qué hacía Righelatto con esa documentación…? Él dijo que se la llevaba al Dr. Hugo Gemelli, quien luego lo desmintió y dijo que no era su abogado…

– Ha sido en su momento muy crítico en sus investigaciones del accionar de la Justicia: ¿Ve cambios?

– Hay toda una generación de nuevos fiscales que le dan otro ímpetu a la investigación y a las decisiones. Me parece que ya no hay que esperar tanto para ver a alguien condenado. El tema es que no sé si todos los fiscales tienen la misma preparación y la misma capacidad y decisión. A algunos les falta, pero en este tiempo, uno ha visto buenos fiscales que dependen del procurador Jorge García y de la procuradora adjunta, Dra. Cecilia Goyeneche. Confío en la capacidad de ambos. He sido crítico, porque se han demorado en tomar decisiones respecto de causas vinculadas a la corrupción, pero felizmente las cosas están avanzando…

– Causó impacto internacional su investigación sobre las monjas del Convento de Nogoyá…

– Fue una sorpresa para muchos en el país y hasta en el exterior. Hubo una extensa nota de la BBC de Londres y ahora llegan equipos de la televisión francesa e italiana para trabajar en el tema. Nadie se esperaba un informe de ese tipo…

– En el caso del cura Ilarraz (acusado de abuso) también fue producto de una investigación de Análisis…

– Sí, e hice la denuncia en septiembre de 2012. Ahora nos decía la abogada querellante, la Dra. Rosario Romero, que está todo listo para que se haga el juicio el mes que viene. No tengo dudas que va a terminar preso y por mucho tiempo. Hoy vive con su hermana, en San Miguel de Tucumán. Será una condena ejemplar, que va a servir para otros casos…

– ¿Siente mucha presión cada vez que salen a luz estas notas de investigación que causan un gran impacto en distintos sectores de la sociedad?

– Uno siempre siente presión. El tema es ¿qué hacer? ¿se cede? ¿o se sigue para adelante?. Yo no dudé en seguir para adelante, en función de que estoy convencido de lo que he dicho y publicado y porque ha sido un trabajo de mucho tiempo. No es algo que se le ocurrió a alguien que pasó y que me lo dijo desde la otra vereda y lo publiqué al día siguiente. El caso del Convento de Nogoyá, me llevó casi 2 años de investigación. Me resultó difícil lograr que las ex carmelitas hablaran. Yo tenía la versión de que sucedían cosas que no correspondían a esta época. Hablamos con 6 y hasta ahora comparecieron 4 en la Justicia. No es fácil lograr que personas que estuvieron 25 años encerradas sin contacto con la vida externa, con su hábito, que no podían hablar de lo mal que estaban y de la angustia que tenían… No querían que le sucediera lo mismo a otras compañeras. Yo tengo una formación cristiana, pero esto no es lo que quiere Dios o el Papa. En el Convento se manejan con un estatuto duro. Hay otros que son menos rígidos. No dicen que como castigo las hermanitas tenían que recorrer el convento de rodillas o que como castigo, tenían que hacer la señal de la cruz con la lengua en el piso o que en vez de 10 minutos de azote con el látigo, sea de media hora. La superiora siempre se tomaba atribuciones, como que los familiares podían ir a verla una vez cada 3 meses, cuando está establecido que pueden ir una vez por mes, o que tenían que ponerse la mordaza en la boca y no hablar durante 24 horas o una semana. La mordaza es un tubo que se coloca en la boca, se lo atan atrás y tienen que estar con la boca abierta y el tubo colocado allí. Yo critiqué los excesos. Los considero una tortura, que el resto esté de acuerdo es otra cosa, pero a mí como periodista me parecía una tortura. A la hermana se la denunció por privacidad ilegítima de la libertad, porque había varias de esas hermanitas que estuvieron mucho tiempo pidiéndole que las dejara ir, que no querían estar más en el convento y la hermana superiora se empeñó en dejarlas por meses y años. El punto en cuestión era ella. Incluso las mismas carmelitas lo decían, cuando la madre superiora no estaba, decían que eran felices…

– Con tantas investigaciones ¿ha recibido denuncias, amenazas, atentados…?

– Sí. En 1995 me “dieron vuelta” mi casa. Fue a la semana de la publicación del libro “Rebelde y Ejecutores”. Me habían dejado plata y las joyas de mi señora arriba de la cama y lo único que me habían sacado eran los casettes y libretas de apuntes con los que había trabajado en la publicación del libro. En 2000 me dieron vuelta las oficinas de Análisis y me dejaron fotos familiares arriba del escritorio. Hubo amenazas telefónicas, personales y muchas las denuncié. Al entonces jefe de Policía, Crio. Geuna, lo echaron después que me amenazó en la costanera de Paraná. Yo estaba caminando una mañana, mi madre había quedado a unos 300 metros atrás mirando el río y él me cruzó el auto, se bajó para amenazarme y me dijo que no me metiera más con él, que la iba a pasar mal y fui a Tribunales y lo denuncié. En ese momento, él tenía dos celulares y no paraban de sonarle. Al fiscal le pedí que le controlen los llamados, ya que tuvo llamadas entrantes. Uno de los que lo había llamado declaró a mi favor, que Geuna le había contado (a ese hombre) que me había amenazado en la vía pública… Mi hija estuvo mucho tiempo con custodia en la escuela… Yo tomé la decisión de no contar todo, una porque parece que siempre las cosas le pasaran a uno y no a otros, pero hace 10 años que viajo con custodia en el auto y no salgo de Paraná sin custodia privada. En su momento hubo gente de la policía custodiándome y yo tomé la decisión que sea privada. Uno ha aprendido a convivir con esto, pero… ¿qué hacemos ante la amenaza? ¿no hablamos más…? Yo no dudo en seguir… Después de la presentación de “Las Flores de Fernanda”, sufrí un atentado. Lo fui a llevar a Miguel Rep, el conocido dibujante, a Sauce Viejo y a la vuelta, subí a un amigo que lo encontré en esa ciudad, empezamos a escuchar un ruido cuando viajábamos y cerca del túnel tuve la suerte que se me saliera la rueda derecha delantera en una larga cola que hubo y venía aminorando la marcha. Hice la denuncia y se comprobó que me habían limado los bulones. Fue una etapa de amenazas, porque cierto sector policial había quedado preocupado por lo que decía en mi libro…

– ¿Se arrepiente de algo…?

– Uno se puede arrepentir si ha sido injusto con algún nombre que se ha cuestionado. Me pasó con un oficial de policía, que le pedí perdón públicamente. Me agradeció mucho y hoy tenemos un excelente diálogo…

– ¿Tuvo muchos juicios…?

– Tuvimos 6 ó 7 juicios orales y públicos y los ganamos a todos. Me inició uno Orlando Víctor Engelmann, cuando era presidente de la Cámara de Diputados; otro el general Baretto (comandante del Ejército en Entre Ríos); el titular del PAMI en la provincia, además de Augusto Alasino, Víctor Alcides Montiel y el más difícil fue el que nos iniciaron 27 integrantes de la Dirección de Toxicología de Entre Ríos, por una nota que publicamos. El escenario era muy complejo: llegabas y estabas con los otros compañeros periodistas, mi abogada y del otro lado los 27 efectivos con sus abogados. Fueron varios días y ganamos el juicio. Un abogado pidió 3 años de prisión condicional para mí y que me inhabiliten de por vida para ejercer el periodismo. Felizmente primó la cordura y el sentido común y además demostramos que estábamos en la verdad. Lo que uno ha soñado medianamente lo ha logrado. Y sigo siendo el mismo de siempre, con más deudas que antes y viviendo humildemente…

– ¿Qué le significó haber ganado el premio “Perfil” a la libertad de expresión?

– Me sorprendió, porque en 2015 se lo dieron al Dr. Lorenzetti y en el 2014 a Horacio Verbitsky… Lo agradezco y es un compromiso que pesa… Es una caricia, un abrazo grande…

– Un mensaje final…

– No es fácil hacer periodismo comprometido y más que nada para los que estamos en el interior, pero creo que hay que intentarlo. Sé que muchos lo intentan y lo hacen en la medida de sus posibilidades. A esos colegas les digo que no bajen los brazos, que se puede hacer periodismo de otra manera y se le puede poner límites al poder. Hay que demostrar que uno trabaja con seriedad, con pasión y profesionalismo. Yo soy un cazador de historias y dependo mucho de mis colegas y de la gente que me acerca ideas. El que ama el periodismo puede hacer muchas cosas y hay que decidirse a hacerlo…