Crio. Zárate: “Trabajamos para que Entre Ríos sea libre de prostíbulos”

El jefe de la División Trata de Personas de la Dirección de Investigaciones de Entre Ríos,Crio. José Zárate, habló con El Observador y FM Libertad 98.3 sobre el cierre de aproximadamente 60 prostíbulos en la provincia. Afirmó que el camino que se sigue es el indicado para dejar el territorio libre de estos locales. Además instó a cada municipio cumpla la normativa vigente.

– ¿Cuál es la tarea que se lleva adelante desde la Dirección?

– A partir de 2008 empezamos a actuar con la ley creada para la lucha contra la trata de persona, a favor de las víctimas de este delito. Nuestros superiores tomaron la decisión de formar un cuadro de funcionarios, que nos fuimos capacitando en la problemática junto a la normativa, porque era algo completamente nuevo para todos nosotros. Estamos hablando de un delito de competencia federal, por cuanto es amplio el aspecto que comprende y específicamente constatamos el tema de tráfico y explotación de seres humanos. Son personas a las cuales en estado de vulnerabilidad, se las somete al trabajo y son explotadas por terceros. Son mayores, niñas, niños y mujeres, ya sea en el campo laboral como en el sexual, donde entran en juego los locales conocidos como wiskerías encubiertas, bares o pub. Fuimos elaborando un cronograma de actividades, se relevaron los lugares y los distintos sectores donde se podría proliferar este tipo de actividad. De ahí emprendimos una concientización interna para darles a conocer al personal en qué nos íbamos a focalizar. Cambiamos abruptamente del policía represor como algunos lo veían, a un policía asistencial, que tiene que tratar estas personas como víctimas y poder devolverlas a la sociedad en condiciones donde se puedan manejar con sus derechos y garantías.

– ¿Qué pasa con los responsables de estos lugares?

– Constituye un crimen organizado, así lo estableció el protocolo de Palermo en el año 2000, en el cual se dispuso la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas, el tráfico y venta de armas. Estamos hablando de que es un delito federal, por lo cual lleva un tiempo el procesamiento de información, lograr elementos contundentes para penalizar a los proxenetas o quienes regentean estos lugares. Después llegar a la punta del ovillo es bastante largo. Esto tiene 4 etapas que son: la captación, el traslado, la acogida y la explotación. Hablamos de captación bajo amenaza, engaño, el transporte por distintos lugares como aéreo, ómnibus, persona a persona; por último se da la explotación en los llamados prostíbulos, o en lo laboral como los talleres textiles y explotaciones citrícolas, y hasta el turismo sexual que se da en algunas estancias. Todo es materia de investigación, a medida que el delito va mutando.

– ¿Cuántos prostíbulos han cerrado en la provincia?

– Teníamos más de 100. A la fecha hemos logrado que el 60% hayan cerrado o cambiado de actividad. En cuanto a los municipios atentos a una misiva que se implementó desde nuestra fuerza policial en consenso con el señor jefe de policía, dispusimos que se vayan amoldando las ordenanzas en cuanto a la habilitación de estos lugares, por la Ley 12.331, artículo 15 y 17, que prohíben en el ámbito de la República Argentina estos lugares.

– ¿Qué pruebas deben tener para accionar?

– Estamos trabajando con el Ministerio de Trabajo y con la Dirección de Rentas, acortándoles así las brechas de escape. Los vamos presionando en la parte impositiva y laboral para que no tengan escapatoria. Estos son los elementos que nos ayudan a que desistan. Trabajamos para que Entre Ríos sea libre de prostíbulos.

– En Paraná se ha denunciado que se formaron “zonas rojas” tras el cierre de los prostíbulos…

– No es así. La prostitución tiene un libre ejercicio en Argentina. Nosotros no prohibimos la prostitución callejera y no hay zona roja determinada. Me preocupa la gente que trabaja en la calle, porque vienen de afuera. Contamos con un contralor en estos lugares y no ha aumentado ni disminuido. Están las mismas zonas que siempre han estado y han sido puntos de referencia en Paraná. No hablamos como algo similar a Palermo en Buenos Aires…

– ¿Qué situaciones extremas les tocó vivir cuando empezaron a allanar?

– Asombra el estado de vulnerabilidad de la gente que trabaja en estos locales. Algunas lo hacen por necesidad o porque ya de familia ejercen esa actividad. Otras, porque la pobreza las asedia y es la única salida y no saben hacer otra cosa. Se ven situaciones de personas muy humildes. Acá no se va con prepotencia, no son personas agresivas. Cambiamos el vocabulario, por cuanto al género y sociabilización que tenemos que darles a estas personas. En algunos casos, pueden llegar a haber sido víctimas de los delitos de trata, en su psiquis o mentalidad. Hay un estigma contra el uniforme policial…

– ¿El turismo sexual en estancias es una variante?

– Es una variante que se está dando. En los distintos congresos y ONG que son nuestro radar guía, la información con la que cuentan demuestran que hay una alternativa que es ofrecer sexo a los turistas. El dinero compra todas las voluntades habidas y por haber. Con el dinero se puede hacer un montón de cosas y estamos preparados…

 

 

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