Crespo: Una emotiva historia de vida en el “Día de la Madre”

María Elena “Mari” Sánchez es una mamá sorda, nacida en Paraná, pero radicada en Crespo, quien con su esposo Miguel Goette (también tiene la misma dificultad auditiva), conformó una gran familia, que la integran además sus 2 hijas, de 19 y 13 años. Con su emotiva historia de vida, agasajamos y reconocemos a esas miles de mujeres que a lo largo y ancho de esta provincia, este domingo están celebrando su día.

“Mi hija mayor nació cuando yo tenía 29 años. Los 2 fueron embarazos sin problemas, excepto al final del primero, que el médico me dijo que tenía (la bebé) el cordón umbilical alrededor del cuello y me tuvieron que hacer una cesárea. El segundo embarazo fue saludable también, sin complicaciones y con mucha alegría. Ambas nacieron a los 9 meses” recordó Sánchez en el inicio de la comunicación con El Observador.

Sobre cómo interactuaba con los médicos que la atendieron, explicó que “las primeras veces, le pedí a mi mamá que me acompañara. Después me fui acostumbrando a los controles y logré comunicarme directamente a través de teatralizaciones y utilizando un lenguaje sencillo, con lo cual no hubo problemas para hacer entender… Cuando fui madre, sentí una gran emoción y un gran orgullo. Las cuidé (a sus hijas) muchísimo y estoy segura que ellas van a tener vidas mejores, pueden estudiar y aprender muchas cosas para mejorar su calidad de vida”.

– ¿Cómo hizo para aprender a leer y escribir?

– Me enseñaron en la Escuela de Sordos de Santa Fe, también iba a profesores particulares y en mi casa, mi familia me ayudó muchísimo. Las personas sordas estamos acostumbradas a escribir con las palabras del español, pero con la gramática de la LSA (Lengua de Señas Argentinas). Eso hace que muchas personas oyentes no logren entender del todo lo que queremos decir…

– ¿Cómo se comunicó en los primeros años con sus hijas?

– Cuando eran chicas, les pronunciaba algunas palabras, pero vi en ellas un interés por la Lengua de Señas, aprendieron, observándonos a mi esposo y a mí cuando nos comunicábamos y también les fui enseñando algunas cosas. Desde chicas se acostumbraron a hablar en LSA, pero conmigo no lo usan mucho, ya que ellas, al modular los labios, se hacen entender muy bien. Tengo que agradecerles lo que me ayudan, cuando tengo dudas de algo, a hacer trámites, cuando hay algún problema, colaboran para solucionarlo. Estoy orgullosa de las hijas que tengo…

– ¿Cómo es un día en su familia?

– Trabajo en el equipo municipal de accesibilidad en LSA de Paraná, por lo que viajo todos los días (a la capital entrerriana). Mi hija mayor, de 19 años, estudia Psicopedagogía, por lo que también viaja y la más chica, de 13 años, está haciendo el secundario en el Instituto Comercial Crespo.

– ¿Hace falta integrar más a las personas con hipoacusia?

– Sí, falta que más oyentes aprendan LSA, por ejemplo en los trabajos, negocios, en el hospital, en el Poder Judicial, en la TV faltan más recuadros de intérprete. Las personas sordas estamos peleando y exigiendo que se nos garantice la accesibilidad comunicacional…

– Un mensaje para las madres en su día…

– Una madre es la que le da amor y entrega todo a sus hijos y el mensaje que puedo darle es que sigan adelante, con la cabeza en alto, sin que nada ni nadie las detenga, que crean en ellas, porque somos capaces de lograr cosas enormes, aunque muchas veces pensemos lo contrario…

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