Crespo: Testimonio de la mujer que habría sido violada. El presunto autor permanece detenido

En las últimas horas, la mujer que habría sido víctima de una violación, tras sobreponerse a ese difícil momento, dialogó con Canal 6 y El Observador, relatando lo sucedido: “El viernes, entre las 9.00 y las 9.30, se arrimó un muchacho a mi puerta y me dijo que venía porque se había enterado de que yo iba a poner una rotisería y que él estaba necesitando trabajo. Le dije que el proyecto estaba en veremos y que aún no sabía si lo iba a hacer. Después me dijo ‘está lloviendo, ¿no puedo pasar?’ y le contesté que no tenía sentido, que me deje sus datos por si abría la rotisería, pero insistió en que se estaba mojando, entonces tuve la delicadeza de hacerlo pasar. Hablamos unas palabras, que no recuerdo bien de qué y al rato me pidió para pasar al baño. No me gustó la idea, pero le indiqué dónde estaba. Cuando sale se sienta nuevamente y le repetí que el tema estaba terminado. Me levanté y fui a la cocina. Él me siguió y cuando me di vuelta, me acorraló contra la barra (del comedor). Empecé a transpirar porque vi que se ponía feo el ambiente, traté de dar la vuelta y dar un paso para atrás, pero me cerró el camino. Le pregunté ¿qué estás haciendo? Y ahí pasó su brazo alrededor de mi cintura y me llevó hacia él. Entonces lo empujé y volviendo al comedor, me paré detrás de la mesa, quedando él contra la puerta del frente. Con los nervios y el miedo no atiné a salir al patio, estaba paralizada. Igual en un momento abrí la ventana, saqué una pierna afuera, pero me trabé en la cortina. Entonces me tomó de un brazo, me tironeó hasta la cocina y bajó la persiana. Me tiró contra el suelo, me bajó la ropa y no hubo caso. Me decía que me calle, que no lo ponga nervioso. Traté de conversar con él para mantener la calma, pero me tapaba la boca. Me decía ‘vos me conocés, me vas a denunciar’ y me agarraba del cuello. Trataba de sacarle la mano y le decía que no lo iba a denunciar. Seguía violándome y yo le hablaba, pero me hacía callar para que no escuchen de afuera. Le cambié de tema para que no se ponga nervioso, le dije que cuando se levantara me arreglara el caño (de la cortina) que me había roto, para sacarlo de ese estado en el que estaba, pero él me decía que me calle porque de afuera nos escuchan. Quedé toda marcada, me lastimó mucho”.

Por otra parte, la víctima manifestó no haber advertido en el presunto violador indicios de que estuviera bajo los efectos del alcohol o algún estupefaciente. “En principio me había dicho que había tomado un energizante y tenía olor a fruta. Tampoco había consumido drogas, porque hubiese sido más violento, se le nota en la vista y no tenía los ojos llorosos. Trabajé muchos años en una clínica y conozco cuando una persona está drogada. Yo ví que él estaba normal. Incluso me pidió perdón y me dijo que vino mandado por una persona. Yo lo conocía de vista, porque frecuentaba a una persona conocida del barrio. Nunca hubiera sospechado algo. Él me dijo que venía mandado, porque un ‘fulanito’ le hizo la cabeza, por eso estaba arrepentido”.

La mujer no iba a radicar la denuncia, pero una vecina la convenció y llamó a la dependencia. Primeramente el muchacho resultaba “conocido de vista” para la mujer, pero no podía aportar la identidad del presunto autor. No obstante, se inició una investigación que culminó con la localización y captura del sospechoso a las pocas horas. Intervinieron las divisiones especializadas de la fuerza y por disposición de la magistratura interviniente, el imputado permanece detenido.

Finalmente, la señora dijo ser fuerte y agregó: “Me doy consejos, me aliento con música y no sé que me puede decir un profesional que yo ya no lo esté haciendo. Estoy dándome ánimo, porque siempre salí adelante en momentos difíciles. De todos modos no lo odio ni tengo resentimiento. Sí un estado de angustia. Es una confusión, no sé lo que siento”.