En octubre fue colocado un reductor de velocidad en calle Otto Sagemüller esquina Borrego, donde antes había un lomo de burro de asfalto. Varios vecinos de la zona pidieron a este medio hacer conocer su molestia por el ruido que provocan las frenadas de los vehículos ante este nuevo elemento. Una de esas vecinas, Elsa de Fail, dijo que “los autos no aminoran la marcha y golpean contra el reductor. Esto produce un ruido que no nos deja descansar en todo el día. Estamos contentos cuando se mejoran algunas cosas en la ciudad y es por eso que pedimos con todo respeto, que se coloque un semáforo en lugar de este reductor”.

El viernes 20, el municipio se vio obligado a retirar parte del reductor por cuestiones d seguridad, al detectar que se encontraba levantado en uno de los extremos, hecho que se habría producido intencionalmente. El área de Tránsito y Seguridad Vial consideró que el tramo puede haber sido despegado con algún elemento para hacer palanca y así aflojar parte del elemento de seguridad vial. En Crespo se acostumbró a poner lomos de burro de hormigón o asfalto altos y cortos, lo que arruinó a lo largo de los años la parte inferior de miles de autos que son muy bajos y provocaron cientos de accidentes de motociclistas que cayeron al piso al no advertirlos, cuando en otras localidades, como por ejemplo Paraná en su costanera o en Libertador San Martín, son más bajos y de por lo menos 1 metros de anchos.