Crespo: Recuerdan al Conscripto Jacob a 63 años de su fallecimiento

Esta semana se cumple el 63º aniversario del fallecimiento del crespense Jorge Benito Jacob, conscripto de la Armada Argentina, quien en 1958 perdiera la vida, cumpliendo con su deber, a bordo del Buque de Salvamento “A.R.A. Guaraní”, perteneciente a la “Marina de Guerra” de Argentina. La nave se encontraba en el extremo austral de nuestro país, afectada al patrullaje del Canal de Beagle, velando por la soberanía nacional. El 14 de octubre de dicho año, con Jacob a bordo, zarpó rumbo al Destacamento Naval Melchior, en apoyo a un avión Douglas DC4 perteneciente a la Armada, pero al atravesar el mar de Drake, la embarcación sufrió el embate de un tremendo temporal, que originó su naufragio, a 10 millas al sur de la Isla Nueva. Días después, el 29 de octubre, se comunicó oficialmente la desaparición del conscripto y de sus 37 compañeros.

Jacob nació en Crespo el 17 de julio de 1936, en el seno de una familia de descendientes de Alemanes del Volga. Fueron 10 hermanos, de los cuales 6 están con vida, 2 varones (Elio y Raúl) y 4 mujeres: Elsa, que está por cumplir 83, Yolanda (81), Alicia (74) y Esther, que es la menor, que tiene 71.

Cursó sus estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón y en la Escuela “Vicente López y Planes” que funcionaba en la Parroquia San José. Trabajó desde muy joven como cadete en una tienda de la familia Pagnone, ubicada en pleno centro de la ciudad. A los 18 años fue sorteado para el cumplimiento del servicio militar obligatorio, logrando el Nº 889, por lo que fue convocado para la Armada, prestando inicialmente servicios en la “Isla Martín García”, para luego ser trasladado al sur del país.

En 1997, en su honor, el Concejo Deliberante sancionó la Ordenanza Nº 30/97, designando con su nombre, a la calle donde vivió con su familia, mientras que en octubre de 2018, el cuerpo legislativo local concretó un homenaje a través de una reseña biográfica en su memoria, reconocimiento que fue impulsado por su hermano Raúl, quien en diálogo con El Observador expresó: “Jorge es un héroe sin tumba, eso es lo más triste y doloroso. En ese tiempo, fueron días de mucha angustia e incertidumbre, ya que no aparecían los restos del barco, ni de sus tripulantes. Tuvimos prácticamente un mes de velorio. A las esperanzas las perdimos, recién cuando llegaron a nuestra casa 2 personas de la Armada y le dicen a mi padre: “usted ha perdido a un hijo y la Patria, a un soldado”. No se puede describir con palabras, lo que pasamos en ese momento”.