Crespo: Reconocidas docentes repasaron su trayectoria y recordaron su paso por el ICC

Estuvieron esta semana en el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, las docentes crespenses (jubiladas) Griselda Prediger de Jacob, quien fuera profesora de geografía, vice-rectora y rectora del Instituto Comercial y Marta Bauer de Ebener, con más de 50 años en la educación, como profesora de Mecanografía en dicha institución y en su propia academia, por la que pasaron miles de alumnos de Crespo y localidades vecinas. En diálogo con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador y conductor del programa “Grandes Reportajes” por Canal 6 ERTV, las docentes hablaron de la educación actual, repasaron su paso por el ICC y recordaron a decenas de colegas con las que trabajaron en una muy interesante entrevista.

– Griselda, estuvo trabajando en una de las instituciones educativas más reconocidas de la región… 

– (Jacob) Sí. Estuve como profesora y luego en distintos períodos como vice-rectora del ICC, en la etapa de Ezio Zapata, Mirta Gignone y María Elena Baranoff, quien era profesora de Literatura, hasta que decidió irse a Estados Unidos. No me interesaba ser rectora, porque la responsabilidad es mayor, el vicedirector acompaña, pero se dio esa posibilidad, en 1991. Recuerdo que en ese momento fui a un curso de rectores a Buenos Aires y el ministro de Educación, propuso el Plan Educativo 1191, que fue posibilitador de cosas distintas en las escuelas. En nuestro caso, creamos en 2° Año, un Taller de Teatro y Expresión y en 3°, uno de Comunicación. Tuvimos un programa en FM Cabildo y luego en FM Libertad 98.3. Era “El Tren de las 7”, con el aporte de “Chichina” Mantovani, conduciéndolo…

– Tuvieron la posibilidad de trabajar juntas con Marta Ebener…

– (Jacob) Sí, compartimos muchos momentos. Era una docente que acompañaba en los viajes de estudio, los chicos la querían mucho, siempre tuvo esa disposición de estar al lado del joven… El Instituto a lo largo de su historia, ha desarrollado un gran trabajo en lo educativo y que hoy sigue con José Landra (actual rector), quien quedó a cargo de la rectoría, una persona que siempre me acompañó. Ingresó a la escuela en 1990, tiene su trayectoria, fue construyendo su formación. Hay que destacar también el apoyo de docentes y de los padres con las críticas y el aporte de los chicos, que se pusieran al hombro los proyectos iniciados. La Escuela de Comercio ha formado a tantas personas, que ocuparon y ocupan lugares de conducción, en lo político, que son empresarios… Es una institución que surgió por necesidad y que hace un gran aporte a la comunidad, como también lo realiza el Colegio Sagrado Corazón o la Escuela Técnica, que cumple otra función, con chicos que están en la investigación…   

– Marta, en aquel tiempo la enseñanza de Mecanografía (máquinas de escribir) era casi un paso obligado para los estudiantes del secundario para poder tener posibilidades laborales…

– (Ebener) Sí… Recuerdo que personas que iban a trabajar a Paraná, en Tribunales, si no hacían tantas palabras (60, por ejemplo), no los tomaban. Cuando yo estudiaba en el colegio, ya se enseñaba, pero era opcional. Había una sola máquina en la que todos teníamos que aprender. Como docente tuve la oportunidad de tener la academia y dar clases en el Instituto. Como ésta, había otras materias que ya no están más, como Taquigrafía, que la daban Amelia Seri y Mirta Jacob de Mildemberger…

– ¿Han pasado miles de alumnos por sus manos…?

– (Ebener) El primer alumno fue Marcelo Bruggeman, quien hoy tiene 81 años. Los hermanos Motta fueron mis alumnos… A todos les tapaba las letras de las máquinas para que aprendieran a escribir. Cuando tenían que hacer velocidad, debían escribir entre 48 y 50 palabras en un minuto, aunque muchos hacían 60. Era como una carrera para aprender…

– ¿Qué hizo con todas las máquinas?

– (Ebener) Llegué a tener 30. Una parte se la di al museo local y el resto las regalé. Había Olivetti, Remingston, Royal…También doné a una escuela de Aldea Santa Rosa que tiene un museo…

– ¿Hay muchos cambios en la educación del tiempo que estuvieron y la actual?

– (Jacob) La estructura de la escuela cambió, la forma de enseñar también. Cuando Marta daba clases de Mecanografía, antes eran palabras para enseñar, después ya se hacían contratos para empresas, había interdisciplina, se fue extendiendo el aprendizaje. Yo veo que es extraordinaria esta época, yo quisiera haber sido docente en la actualidad…  

– ¿Se extraña la docencia?

– (Jacob) Yo siempre seguí ligada de alguna manera y me convocan para seguir dando temas y lo hago con cariño. En 1997 hice un post grado en una cátedra de la UNESCO, en la que trabajé en la elaboración de un proyecto, quedando conformado el del “Centro del Ambiente”. Es un espacio para resignificar los lazos entre la escuela y la comunidad. En el marco de ese proyecto, el año pasado se propuso en el Instituto, hacer un cumpleaños infantil saludable. Buscamos una nutricionista de Libertador San Martín, nos ayudaron las mujeres emprendedoras, hubo una capacitación de alimentación saludable y en la jornada final de la comercialización, se hicieron alimentos sin grasa, jugos, elaborados por los mismos chicos. La educación, que no solo es dar clases, me apasiona…  

– ¿Recuerda a algunos de sus colegas docentes que pasaron por la institución?

– (Jacob) Han pasado muchísimos docentes por la escuela, como Amelia Abasto, Susy Feiguin, Liliana Zapata, Lucrecia Vecchio de Huck, Dr. José Sorasio, Amelia Seri, el “Gallego” Minguillón, Ezio Zapata, Daniel Perotti, Nora y Belkys Viano, Daniel Pfaifer, Darío Caballero, Héctor Seri, Margarita Barón, Isabel González, Hugo Schira, Teresita Ferrer, Aníbal Ferrer, Rubén Zapata, Roxana Schaab, Norma Stremel, Silvia Comas, entre muchos otros. El rector puede tener las mejores intenciones, ser una eminencia en lo pedagógico y didáctico, pero necesita para cumplir con los objetivos, contar con un buen equipo…

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