Crespo: Pedido al municipio por reubicación de una gruta

Un grupo de ex alumnas bachilleres con Orientación Docente del Colegio “Sagrado Corazón” de Crespo (Promociones 1973-1974), enviaron una nota a los medios para hacer conocer su opinión sobre la reubicación de la gruta de la Virgen del Luján, tras las remodelaciones realizadas en el Acceso Presidente Raúl Alfonsín de esta ciudad. En la carta, la que también fue enviada al intendente Arq. Darío Schneider, expresan que “como hacedoras de la primera gruta con la imagen de la Virgen de Luján, emplazada en el pórtico de nuestra ciudad, queremos contar la historia de su gestación, a modo de manifestarnos en torno al cambio de lugar de la misma. Tal gruta fue realizada por pedido de Don José Waigel, descendiente de Don Gaspar Waigel, quien fuera el primer transportista de Crespo. Siendo Don José trabajador del mismo rubro, honorable y creyente personal, nos sugirió la necesidad de contar con una gruta que ofrezca a los transportistas la bendición de la madre de Cristo en sus viajes, sobre todo en aquella época donde las comunicaciones eran prácticamente imposibles. Fue así que nuestro grupo, con la aprobación de las autoridades del Colegio y con la ayuda de toda la feligresía de Crespo, que aportó desde un ladrillo a una moneda o cemento, llevamos este anhelo a la realidad. Por esto y teniendo en cuenta que la Virgen de Luján no es sólo patrona de Argentina, sino que es la protectora vial de nuestro país y por historia y tradición, su gruta se coloca a la vera de la ruta y porque su fin es la bendición y protección de todo aquel que circule por ella, manifestamos disconformidad con el lugar al que será trasladada”.

“Creemos que si se teme por algún accidente que pueda suscitarse, pensando que la imagen dificulta la visual, también es posible que algún siniestro se produzca en la rotonda o en la zona de meceteros que separan los carriles. En definitiva, el nuevo lugar no cumple con el objetivo que se tuvo hace 45 años atrás, dado que la gruta es prácticamente invisible al transeúnte. Nuestro reclamo no es un capricho, fuimos artífices de la obra y creemos que se les pasó por alto tenernos en cuenta para tomar una decisión al respecto. De hecho, en la gestión Paifer (1991-1995) se nos consultó y fuimos partícipes de la 2° inauguración. Suponemos que lo que reconstruimos en esta carta figura en los archivos de la municipalidad y creemos que, si se desconocía, la ciudad cuenta con medios y redes que los podrían haber informado respecto a la historia de nuestra querida gruta, que es del pueblo crespense, tal como rezaba en la placa de inauguración, que destacaba: ‘Con la ayuda de este pueblo’. Por ser precisamente la protectora vial, la gruta de nuestra Señora de Luján fue pensada para la bendición y acompañamiento del viajero, por lo que deseamos que tengan a bien recordar y considerar tal fin y en consecuencia se revea su nuevo emplazamiento. No es una imagen más para un parque, son muchos los ruegos que ha recibido en tantos años y cada vez que pasa un viajero, merece ser honrado con su presencia a la salida de la ciudad, lugar que la añora y amerita”.

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