Mejor educación: Debaten en Crespo la conveniencia de extender de 4 a 8 horas las clases

A pesar de que se han incrementado fuertemente las inversiones para el sistema educativo en los últimos años, Argentina sigue buscando su rumbo y tratando de encontrar un programa que verdaderamente forme ciudadanos, en el sentido amplio de la palabra. Permanentemente se van produciendo cambios en la modalidad de enseñanza, pero los resultados exitosos distan mucho de aparecer. En Entre Ríos, a los habituales cambios de denominación de los ciclos básicos de primaria y al debate de la continuidad o el levantamiento del polimodal, se le han sumado en lo que va del año, la disposición de que los niños no podrán repetir primer grado a partir de 2013 y ahora, se analiza la posibilidad de extender la jornada escolar en toda la provincia, pasando de 4 a 8 horas de clases diarias. 15 establecimientos educativos ya están funcionando bajo esta modalidad, a la que han denominado “Escuelas Nina”, donde los alumnos ingresan a las 8.00 y se retiran a las 16.00. La directora de Educación Primaria, Cristina Silva, dijo esta semana que “para el 2015 se proyecta que haya 100 Escuelas Nina, porque está comprobado que a mayor cantidad de horas, hay mejor educación”. Allí ha radicado la controversia en distintos ámbitos, ya que el tiempo que los chicos pasen dentro de un aula no sería el único factor para determinar que saldrán mejor capacitados académicamente.

Atendiendo la repercusión del tema en Crespo, El Observador dialogó esta semana con la psicopedagoga Mariela Boreto, quien al respecto opinó: “No creo que haya una relación directa entre más tiempo y mejor aprendizaje. Depende de la calidad, más que de la cantidad. No sé si estamos preparados para implementar un horario tan extenso. A lo mejor en localidades donde los chicos pasan mucho tiempo en la calle o sus padres trabajan y quedan solos, ahí se necesita una mayor contención y estaría bueno instrumentarlo. Pero en otro caso no es conveniente. La función de la escuela no es entretener ni tampoco es una guardería. Entonces habría que antes de instaurarlo definitivamente, realizar un estudio profundo, mediante el cual se determine si conviene o no y de qué forma debería llevarse a la práctica. A nivel educación tendemos a copiar modelos de otros lugares, pero que justamente están en desuso porque no han dado buenos resultados y es una pena que a veces no se tomen decisiones responsables, con análisis conscientes que avalen los cambios, porque en definitiva se perjudican los chicos”. La profesional también señaló que sería interesante revisar los contenidos y principalmente la manera en que se enseña: “El tiempo de concentración de cualquier persona y obviamente del alumno, es limitado. En una hora de 40 minutos, la concentración máxima dura 20 minutos y después va decayendo. Entonces las actividades de los profesores tienen que ser motivantes, deben despertar su interés y también tiene que haber períodos en el que el chico pueda dispersarse. Sino el mensaje no llega correctamente, porque el chico no almacena la información en la memoria a corto plazo y menos aún a largo plazo, que para eso se necesitan otros tipos de mecanismos que ayuden a fijar los conceptos”, dijo la psicopedagoga.

En principio, las “Escuelas Nina” dictarían durante las primeras 4 horas las materias básicas de la currícula y después talleres de diversas índoles, a criterio de lo que proyecte cada escuela. En este sentido, Boreto destacó: “Es importante que se revalorice la capacidad para el arte, la música y otras habilidades, porque habitualmente estas expresiones tienen sus horitas muy acotadas. Hay chicos que tienen facilidad para aprender lengua o matemática, pero hay quienes no y tiene otras capacidades para desarrollar”.

Por otra parte, la Escuela Nº 203 “Guaraní” ya presentó su proyecto ante el Consejo General de Educación, para transformarse en la primer “Escuela Nina” de Crespo. Nora Retamar, directora del establecimiento explicó: “Considero que debemos apostar a la educación al 100%, porque es lo que va a sacar a los chicos de las situaciones en que viven. La escuela les debe mostrar cuál es la mejor forma de vivir en sociedad. Si un niño está 4 horas en la escuela y vuelve a su casa mientras los papás trabajan, es muy probable que anden en la calle o esté frente a un televisor, a la computadora y hasta quizás se relacione con malas influencias. En ese contexto, prefiero que estén en los talleres de una escuela, aprendiendo cosas que necesitan para su formación personal y que los va a sacar de la marginalidad en que viven o de vulnerabilidad social. A veces no se quiere reconocer, pero en Crespo son muchos los chicos que tenemos en esa situación. Los clubes e IMEFAA hacen su aporte para contenerlos, pero no siempre van, porque les queda lejos o porque no quieren simplemente. Para los papás también sería una tranquilidad saber que están en la escuela”. El cambio de modalidad implica muchas adecuaciones, como las de personal docente, sobre lo cual la directiva comentó: “El maestro de grado cumpliría sus 4 horas en la escuela y después estarían con profesores especializados. Nosotros propusimos poder dictar un Taller de Radio, que estaría a cargo de una Licenciada en Comunicación; un Taller de Inglés y otro de Informática, con sus respectivos profesores y también queremos dar clases de Artes visuales y Teatro. Tenemos que esperar una respuesta, pero de salir favorable el proyecto, comenzaríamos el próximo año. Tenemos un comedor que no estamos utilizando como tal, un patio cerrado, la biblioteca y en esos lugares podríamos dar los talleres”.

Otra de las preocupaciones que trae aparejado el tema, es la falta de espacios en escuelas que actualmente tienen 2 turnos y también el funcionamiento del comedor escolar. El Prof. Gabriel Geist, señaló que “desde AGMER se ve como positivo el proyecto, siempre y cuando vaya acompañado de un presupuesto acorde, se aseguren las condiciones de infraestructura y se capacite a los docentes. En las Escuelas Nina se le daría a los alumnos el desayuno, almuerzo y merienda, para lo cual desde ya, hay que aumentar las partidas para los comedores, porque con lo que hoy se les está brindando, habría serios problemas. También los talleres van a significar la recategorización de las escuelas y difícilmente se logre todo en los meses que restan. Son aspectos a discutir, para que este proyecto de extensión de horas de clases realmente funcione como lo que se quiere y que no se convierta en una simple contención de los chicos de escasos recursos, para que no estén en la calle, porque ese no es el objetivo principal de una escuela. No creo que la solución para el mejor aprendizaje sea sólo más horas de clases, por eso nos urge una verdadera política educativa que mejore la calidad y las condiciones de los docentes y alumnos…”

Mientras estas cuestiones se definen, la educación pública parece seguir decayendo. La semana pasada, en el marco de la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación y Cultura, se dio a conocer que Argentina se ubica en el puesto Nº 11 en cuanto a nivel educativo, considerando los 18 países latinoamericanos. Dentro de la escala del 1 al 10, nuestro país obtuvo un 5,6 en la educación estatal, por debajo del promedio de la región.

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