Crespo: Más recuerdos de protagonistas a 25 años de la primera “Oktoberfest”

Desde hace 3 semanas, en El Observador y en el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, recordamos las famosas “Oktoberfest” y sus “EXPO”, fiestas super populares organizadas por la “Colectividad Aleamana de Argentina”, a 25 años (1996) de su primera edición. Con la especial conducción de Alejandro Drescher, en la entrevista esta vez participaron el Cont. Fernando A. Huck (presidente de la mencionada institución), los colaboradores María Luisa Stürtz, Javier Gassmann y Oscar Schell y el reconocido periodista Antonio Bachmann, quienes contaron sobre cómo vivieron esas experiencias:

 – (AD) Una de las características de la fiesta fue no solamente la multitudinaria convocatoria de público, sino también cómo se involucraron muchas personas en la organización…

– (Schell) Es muy bueno que se pueda recordar lo que ocurrió hace 25 años, también para honrar a esas personas que ya no están entre nosotros y que fueron grandes colaboradores. ¡Quién no lo vio a Oscar Münch en la parrilla o trabajando en algo que se necesitaba! O a Don Otto Molinger, Santoro Kemerer, Javier Bernhardt… Mucha gente se involucró, hoy nos acompaña en la mesa, María Luisa Stürz, quien con su hijo Carlos Schanzenbach, que tenía 21 años en ese momento, fueron grandes colaboradores, como Paola Bernhardt, José Bernhardt, Daniel Butvilofsky, Walter Schot, Nydia Schmidt, el Pastor Tomm, Mario y “Eli” Gassmann, Zulma Müller… muchísima gente. El sentimiento de ser de la “Colectividad Alemana” nos movilizó. Integré un grupo de personas que estábamos a cargo de la ornamentación: desde la comisión nos pedían ciertas cosas que debíamos presentar de determinada manera y cada uno, de acuerdo a su especialidad, hacía su aporte. Recuerdo cómo se hacían las flores de papel, las banderitas argentinas y alemanas que flamearon por años. Ese entusiasmo se daba, también porque los alemanes somos muy competitivos, queremos lo mejor y trabajamos en ese sentido…  

– (Stürtz) Lo de las banderitas fue un trabajo muy artesanal, ya que había que coserlas, una por una. Fueron 400 de Argentina y 400 alemanas que se colocaron. El contador Fernando Huck nos pidió después que había que realizar banderas más grandes para la entrada del predio y la ciudad, las hicimos y quedaron muy lindas. Crespo se vestía de fiesta con cada una de las ediciones, lo cual demandó mucho trabajo. En mi caso, era estar en el negocio y volver a casa a cocer hasta muy tarde. En el escenario que hizo Oscar Schell, había que ponerles cortinas a las ventanas y se realizaron. Cada uno ponía su granito de arena y funcionábamos como una orquesta, todos unidos, cada uno haciendo lo suyo y así, logramos cosas hermosas. Cuando tuvimos “El Castillo”, que para una edición aún no tenía techo, nos ayudó Héctor Schimpf, quien ya no está con nosotros. Esa noche vino una tormenta y nos tiró abajo lo que habíamos preparado y al día siguiente redoblamos el esfuerzo para que todo quede en orden…

– La primera edición, en 1996, fue al aire libre…

– (Huck) Sí, fue en el “Predio de la Avicultura” y fue majestuoso el escenario presentado y que se hizo sin demasiados elementos, pero con mucho ingenio y trabajo. En cada una de las ediciones, logramos que miles y miles de personas visiten la ciudad, presentando un evento con entrada gratuito, que no era muy común ver, teniendo en cuenta los grandes atractivos que se ofrecían. Aparte logramos organizar la “EXPO ENTRE RÍOS DEL MERCOSUR, Comercial, Industrial, Agropecuaria y Artesanal”. Empresas de todo el país vinieron a promocionar sus productos y servicios, como Isenbeck que trajo 3 veces su “Globo Aerostático”; las desgustaciones de las salchichas “Vienísima”, de varias marcas de bebidas, comidas y tantas cosas más, que asombraban a quienes venían y podían participar hasta de 8 espectáculos en vivo al mismo tiempo en forma gratuita, con El Castillo abierto para que la gente pueda bailar al compás de tantas orquestas todo el día, ver los Grupos Coreográficos de todo el país y el exterior…

– (Gassmann) En ese momento, por la exposición, pasé de vendedor de propiedades a vendedor de stands. Si bien empezábamos en febrero con las organizaciones, que eran los martes y viernes, era prácticamente un trabajo diario, por la cantidad de notas que debíamos presentar, en reparticiones públicas, empresas, instituciones… Eran horas y horas sentados en la computadora escribiendo. Venía trabajando hacía unos años ya con Fernando, a quien es difícil seguirle el ritmo y la Oktoberfest nos unió mucho. A las 5.30 de la mañana ya comenzábamos y trabajábamos hasta las 2 de la mañana; me llevaba a casa y todavía nos quedábamos en el auto varios minutos con el motor en marcha, con listados interminables de cosas por hacer. No había feriados ni fines de semanas. Lo que más resalto, es que la gente disfrutó mucho de esas fiestas. Impresionaba ver las largas filas de personas caminando por la calle del acceso para poder entrar o los autos estacionados hasta cerca de la “Terminal de Ómnibus”, porque ya no había lugares desocupados…  

– Antonio, siendo de Concordia, ¿cómo surge el contacto con la Oktoberfest…?

– (Bachmann) De la fiesta tenía comentarios de José Luis Sacks, un amigo, compañero en la radio y TV de Concordia y presidente de la Colectividad de Alemanes del Volga de esa ciudad. También Furlán de Crespo, quien ya no está con nosotros, que tenía una empresa de alquiler de carpas y estructuras, que siempre me hablaba de la Oktoberfest; lo mismo José Moulliá y Alejandro Balher, secretarios de Producción y Turismo respectivamente en esa época, que hablaban sobre la “EXPO DEL MERCOSUR”. Y así llegué a Crespo, donde desde un primer momento me hicieron sentir como en casa. La gente veía como ese grupo de trabajo ponía todo en escena y lo hacía de la mejor manera y eso se percibía. La Oktoberfest fue una gran vidriera para Crespo y la provincia…

– (Gassmann) Viajábamos por todos lados para difundir la fiesta, recorriendo exposiciones. Recuerdo que una vez estábamos reunidos un viernes a la noche en las oficinas y al otro día había una muestra en Bell Ville (Córdoba). Yo tenía un Fiat 147 y le dije a Fernando “voy para allá”; eran las 22 horas. La llamé a mi señora que prepare los bolsos y a las 4.00 salimos para Córdoba. Era hablar expositor por expositor, repartiendo carpetas y carpetas para que vinieran también a Crespo…

– (Bachmann) Era algo que particularmente caracterizaba a este evento, porque no era fácil reunir a más de 300 expositores, más en esa época. Y se logró, producto de ese sembrado que se hacía, del contacto, promoción, difusión… Y en cuanto a la fiesta, lo que más llamaba la atención, es que se armaban como “islas de espectáculos”, es decir, música en el escenario y al mismo tiempo, regalos en los stands, degustaciones por otro lado. Había muchas cosas para disfrutar. Más allá de que todos los grupos teníamos en claro el objetivo, siempre es necesario tener un coordinador, porque yo podía venir con mis ideas, pero otro sumaba sus propuestas. De por sí, los alemanes somos ordenados y en esta fiesta, todo estaba en su lugar y con mucha gente involucrada… 

– (Huck) Mis 3 hijos se acuerdan mucho de las Oktoberfest, porque los despertaba temprano, para que ayuden a barrer las carpas, para la gente del día siguiente… Había muchos colaborando en cada uno de los detalles, en las cantinas, los stands, en ornamentación, escenario, difusión… todo eso permitió que las “Oktoberfest” y las “EXPO” hayan tenido el enorme éxito que tuvieron durante sus 6 años…  

– (Stürtz) Cuando se ornamentó el salón, pusimos un carro ruso y queríamos decorarlo con bolsas de cereal. Como no teníamos las tradicionales de arpillera, conseguí tela de arpillera y las hice a máquina… Las llenamos con cereal y las cargamos, mostrando cómo las transportaban nuestros antepasados…

– (Gassmann) Recuerdo que terminamos la primera edición, después de tanto esfuerzo durante varios meses y fuimos con Fernando hasta el pórtico y él me dice, mirando para un costado: “Acá vamos a tener que hacer un castillo”. Yo pensé medio incrédulo: “¿No será mucho?”. Y al año siguiente, estaban haciéndolo…