Crespo: Madre de alumno afectado por bullying espera respuestas del CGE

La cantidad de casos de acoso escolar, también conocido como “bullying”, viene creciendo en casi todas las escuelas del mundo, pero en Argentina, preocupantemente las estadísticas crecen a pasos acelerados, tanto que se calcula que uno de cada cuatro chicos tiene miedo de ir a clase por esa razón, según los últimos estudios realizados a nivel nacional. En los últimos días, una madre de un alumno de la Escuela N° 105 de Crespo contó sobre la difícil situación que atraviesa su hijo, de apenas 10 años, víctima de la también llamada “violencia silenciosa”. La mujer, Betiana Ramira, en diálogo con Valeria Torresín, que conduce “Desayuno Latino” (de lunes a viernes, a partir de las 9.00 por FM 97.5), expresó que “desde hace un tiempo venimos reclamando a la institución que hagan algo y que se tomen cartas en el asunto. El año pasado le bajaron tanto la autoestima, que ni siquiera hablaba. La maestra me decía que tenía que participar más en clase, pero si levantaba la mano, le decían (sus compañeros) ‘bajá la mano, si vos no sabés nada’ o ‘callate, vos qué sabes?’… Ahí empezó todo. Yo iba a hablar y me decían ‘sí, vamos a hacer algo mamá’ y dejaron que esto pase, porque los gurises siguieron de la misma manera”.   Recordó que “el año pasado se integró un nuevo compañero, que fue el que empezó a molestar y después siguieron los otros, por diversión o por otro motivo que desconocemos. Mi hijo es una persona tranquila, no sabe lo que es burlarse de los demás… Este año ya le escribían cartelitos o en los recreos siempre le pedían plata… Me pedía todos los días$ 20 y me pareció raro lo caro que estaba el kiosco de la escuela, por lo que le pregunté, ¿comés algo en el recreo? Y me dijo no, yo les comparto y si no llevaba plata, se quedaba con la maestra en los recreos… La docente me dijo que sí, era verdad que se quedaba con ella, pero nunca pensó que era por ese motivo. Tenía miedo que en el recreo le peguen o que lo empujen… La directora jamás nos atendió, jamás dio la cara, no sé que va a hacer ella o qué va a decir”.

– ¿Pensaron en cambiarlo de escuela?

 

– La última vez me dijo que no quería ir más a la escuela, por miedo. Después me dijo “voy igual, yo sé que vos mami me vas a salvar”. En un tiempo, cuando llegaba de la escuela, se iba al baño y terminaba vomitando de los nervios que pasaba… Adelgazó un montón, venía llorando… Una compañerita me dijo “… si vos supieras lo que le hacen en la escuela”. Él no entiende que eso está mal, él piensa que así se comportan los amigos…

 

– ¿Cómo le va en la escuela, con las notas…?

 

– Bien, porque tiene el apoyo de la maestra. Las docentes les dicen que no los escuche, que haga oídos sordos, lo apoyan, pero… ¿qué pueden hacer las maestras?

 

– ¿Habló con los chicos o con sus padres?

 

– Cuando voy a la escuela, salen todos corriendo… Ellos saben que están haciendo algo mal… Y a sus padres, las maestras los han llamado y no van. Ahora van a llamar a reunión pero vamos a ver cuántos asisten, es como que no les importa…

 

– ¿Hicieron un reclamo ante el Consejo General de Educación?

 

– Sí. Mi marido llamó y dijeron que no estaban enterados de nada de parte de la supervisora, así que van a venir esta semana para ver qué está pasando… En la escuela nos dicen que van a hacer el trabajo en grupo, pero hablar con los chicos, ¿cuánto puede durar? Una semana… Y la otra están de nuevo, esos chicos tienen una crueldad, son muy malos…

 

– ¿Hay otros casos…?

 

-Son varios casos, pero nadie dice nada, por miedo a no sé qué… Lo que pedimos es que la directora se haga cargo como cabeza de la institución y hacerse responsable de lo que pasa en la escuela, porque vas y nunca está, siempre está de reunión, solo están las maestras y así, es difícil.