Crespo: La División de Educación Vial dió conceptos básicos para la circulación local

El jueves 28 de abril estuvo en la ciudad personal de la División de Educación Vial de la Policía de Entre Ríos y si bien el objetivo era capacitar a estudiantes secundarios, los conocimientos inherentes a la prevención de accidentes de tránsito son importantes para toda la población. El comisario principal Carlos Pérez, a cargo de la dependencia local y el comisario inspector Mario Furlong, quien se encuentra a cargo de la División mencionada, en diálogo con FM Libertad 98.3 y El Observador, expresaron conceptos básicos a tener en cuenta para transitar correctamente. El funcionario provincial explicó: “La ley se presume conocida, esto quiere decir que es de público conocimiento y no se puede admitir ignorancia como atenuante. Actualmente hay una tendencia proveniente de Europa, de ya no hablar de accidentes de tránsito sino de incidentes, porque hay cuestiones previsibles y en la mayoría de los casos se podría haber evitado. Por ejemplo, en Paraná hemos visto hasta 5 personas en una moto, la usan casi como colectivo y tengo entendido que en Crespo, muchas veces circulan de a 3 y esto no está permitido. La ley dice que la capacidad del vehículo es la establecida por el fabricante. De este modo, un auto es para 5 personas y una camioneta de cabina simple para 3, todos con los cinturones puestos y sujetos, no uno suelto y ni hablar de llevar personas en la caja de atrás. Hay gente inconsciente que va circulando por la izquierda y de repente dobla a la derecha, invadiendo la franja de circulación de quien va arlado y no anunciando su maniobra entre unos 30 a 40 metros antes de la esquina, que es lo que debería hacer. Es colocar una simple luz de giro, pero puede llevar a consecuencias impensables, porque nadie está prevenido para una maniobra brusca de otro conductor. En cuanto quién debe continuar la marcha y quién frenar, el que está circulando por una avenida o boulevar tiene la prioridad de paso, el que gira o la atraviesa tiene que esperar. Quien circula por una calle secundaria debe darle paso al que lo hace por una arteria principal. En calles de igual carácter, al llegar a una intersección, siempre el que viene a la derecha tiene prioridad. Si soy conductor, el que está a mi izquierda debe frenar, porque yo tengo la derecha. Hemos visto gente circulando por Ruta 12 desde Ramírez hacia Crespo, que se cree con el derecho de paso e impone su vehículo y toma la rotonda a la velocidad que viene, siendo que es al revés. Tiene prioridad el que está girando en la rotonda, no quien ingresa a la misma”. El jefe de la dependencia de Crespo, sostuvo que la policía caminera está efectuando rigurosos operativos en la zona. “Se está sancionando la imprudencia y a veces me llega el reflejo del trabajo de caminera. Por ejemplo, un crespense conducía una camioneta y llevaba a sus hijos en sillones playeros en la caja de la misma, al pasar un puesto caminero le hicieron una sanción tremenda. El chofer me hiso el reclamo, porque ‘cómo me van a hacer semejante sanción’, me dijo. Pero la sorpresa de él era el monto de la multa, sin embargo lo que había que evaluar es la peligrosidad de lo que estaba haciendo. Las vidas que estaba poniendo en riesgo”. En cuanto a esta situación, Furlong expresó: “Las multas están regidas por una tabla, de acuerdo a lo que dice la Ley nacional de Tránsito. Son unidades fijas, equiparadas con el costo del combustible súper de la empresa estatal”. Con respecto a la problemática que se genera en el tráfico de acceso Pte. Perón y Ruta 131, el director de la División de Educación Vial sostuvo: “Las experiencias que han servido en las grandes ciudades del mundo son el puente para vehículos, que evitan que se crucen entre sí, como por ejemplo panamericana y la rotonda, porque tienen que frenar obligatoriamente. Somos hijos del rigor y sólo disminuimos la velocidad cuando hay algo que nos imposibilita transitar”. Como medidas paliativas a los hechos que suceden, Furlong propuso algunas acciones.  “La obtención del carnet de conductor no debería ser un simple trámite sino una capacitación, que implique cierto tiempo de aprendizaje. Los transportistas que obtienen el carnet profesional, por ejemplo, tienen todo un día de actividades y mediante esa jornada intensiva tienen que revalidar sus conocimientos. Se podría hacer algo a nivel municipal, de manera que el futuro conductor deba hacer un curso y no completar una ficha”.

En otro sentido, puntualizó en la responsabilidad familiar. “No sólo el niño o joven tiene que tomar conciencia sobre esta temática, sino también el adulto, para cuidar a su familia. A veces un pibe circula sin casco y no le hace caso al inspector o al policía que le llama la atención, pero el padre o la madre que lo ven salir de la casa sin el casco, qué esperan para llamarlo y reprenderlo. Porque puede ser que tenga 20 años y mida 2 mts de alto, pero los padres son la autoridad y deben controlarlo, porque sino llegan a la esquina y se rompen la cabeza. Los chicos están en una etapa en la que adolecen de muchas cuestiones, están contra el mundo y contra sí mismos en algunas situaciones, no todos son así pero la mayoría transitan esa edad con dificultad para entender ciertas cosas. Estamos en una sociedad que no aprendemos, porque hay que modificar nuestras reglas de conductas”, sostuvo Furlong.

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