Crespo: Haberkorn y Waigel hablaron de los proyectos del Cementerio Católico, falta de espacio, crematorio e invitaron a asociarse

El presidente del Cementerio Católico de Crespo, Mario Haberkorn y el dirigente de la entidad, Amílcar Waigel, dialogaron con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador, en el programa “Grandes Reportajes” de Canal 6 ERTV, acerca de la institución, los proyectos, las ventajas de ser socios y volvieron a poner en el tapete el proyecto del crematorio.

“Este cementerio tiene una larga historia… se inauguró el 8 de julio de 1892. A ese predio lo adquirió el Arzobispado de Paraná y lo puso bajo tutela de la Parroquia San José. Todos los movimientos están en los libros de actas, registros que se siguen haciendo. Pero ahora es digitalmente. Los primeros eran todos de puño y letra. Era el cura párroco quien anotaba en el libro y recién en 1973 se formó la comisión administradora, que depende de la parroquia” expresó Waigel. 

– ¿Cuántas personas son sepultadas cada año en el cementerio?

– (Waigel) En 2016 y 2018, fueron los 2 años donde más defunciones hubo, con 165 y 161 sepulturas, respectivamente. Pero el promedio anual es de 150, que es la cantidad mínima de nichos que debemos construir por año, para cumplir con esa cantidad. A este ritmo, somos conscientes que los espacios se van a terminar. Si no se cambia la mentalidad como para ir a la cremación u a otro destino, tendríamos que recurrir en el futuro a una planta alta…

– Cuando se presentó un proyecto para autorizar un crematorio en Crespo, hubo más rechazo que aceptación…

– (Waigel) Nosotros hicimos una encuesta en la comunidad y el 65% estaba de acuerdo con el crematorio y de los que decían que no, muchos de ellos expresaron que no se querían cremar, pero que no tenían problemas en que se instale… pero hubo una movida en el barrio (alrededor del cementerio) y vecinos presentaron una nota al Concejo Deliberante. Durante varias gestiones el expediente (por el proyecto del crematorio) se “cajoneó”. La Iglesia Católica lo acepta, siempre y cuando las cenizas sean puestas en una urna que quede en “campo santo” y no que se coloquen luego en una cancha de fútbol o a un arroyito… Los cementerios que tienen crematorios, tienen los urnarios y el recordatorio es igual, sea en cenizas o en cuerpo entero…

– ¿Hay muchos espacios reservados…?

– (Haberkorn) Hoy se vende el espacio a los ancianos nada más y al viudo/viuda, porque imagínense, con la mentalidad que tiene la gente de Crespo, todos ya quisiéramos tener comprado el lugarcito allí. Pero nosotros no somos una empresa, esto no es un comercio, es un servicio que ofrecemos. Los precios que tenemos de los nichos es de $ 28.000 los de arriba; $ 31.000 los de abajo y $ 35.000 los del medio. Con los costos actuales de los materiales, son muy baratos…

– (Waigel) Por otra parte, tenemos un sistema societario que es muy económico, que hace que se inscriban no solo católicos, sino también personas de otros credos. La cuota anual es muy módica, de $ 560 por grupo familiar, por año. La realidad es que en Crespo hay entre 5.500 y 6.000 familias y tenemos 2.600 socios. Si hoy estamos económicamente bien con ese número, podríamos estar mejor, si todos los hogares de Crespo, al menos los católicos, que son entre 3.500 y 4.000, estarían asociados…

– (Haberkorn)  En otras ciudades ya no se venden más las parcelas a perpetuidad. Se paga por año y es mucho más cara, fundamentalmente en los cementerios parques. El que no colabora para el mantenimiento, se le da otro destino. Hoy se está dando el fenómeno de que muchas familias devuelven los espacios de 4 o 5 tumbas y se conforman con que les demos un lugarcito para todos, porque ya no tienen familiares en Crespo que vayan a visitarlos…

– ¿Qué pasa con aquellas familias que no pagan más las cuotas?

– (Haberkorn) La desventaja de quien no es socio, es que al momento de ingresar, tendrá que pagar el equivalente a 10 años y después, seguir pagando la cuota. Y para el beneficiario, el ingreso es sin cargo. También es una cuestión de voluntad, de ayudar. La gente se da cuenta que por lo que se cobra, no hay ningún interés económico. Por eso, no tenemos porcentaje de gente morosa. Por ahí algunas familias se pueden demorar en el pago del nicho, que lo hacen en cuotas. Hay que recordar que una vez adquirido el mismo, el mantenimiento es a perpetuidad por parte de la comisión…

– Si alguien quiere construir un nicho tipo edificio, ¿se puede realizar?

– (Haberkorn) En estos momentos no se está haciendo. Sí se están restaurando algunos de los existentes. Hay muchos que están hechos en la primera parte de la historia del cementerio, que han quedado antiguos, que no le quedan familiares que se hagan cargo de la cuota. Igualmente sería interesante que se mantuvieran, porque tienen un valor arquitectónico e histórico importante…

– ¿La gente va menos al cementerio, como pasa en otras ciudades del mundo?

– (Haberkorn) Los fines de semana especialmente, la gente sigue concurriendo. Si comparamos con 20 años para atrás, sí, va menos gente y teniendo en cuenta que ahora hay muchos más habitantes…

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