Crespo: Explican cómo desde “Al Anon” se ayuda a quienes tienen familiares o amigos alcohólicos

grupo-1600x1200Desde el año pasado, en Crespo se realizan reuniones de “Al Anon”, grupo que nuclea a familiares y amigos de alcohólicos, el que tiene como fin, compartir entre los participantes, “experiencias, fortalezas y esperanzas entre sí, con el objetivo de encontrarles soluciones a sus problemas comunes”. En el mundo, es sabido que existen millones de personas que sufren de esta grave adicción, que no solamente afecta al alcohólico, sino también a parientes, amigos y compañeros de trabajo, quienes precisamente encuentran ayuda en este reconocido grupo. 

Esta semana, visitaron El Observador, 2 integrantes de “Al Anon Crespo”, cuyos nombres y apellidos se reservan, ya que “a pesar de que muchas personas sepan que el alcoholismo es una enfermedad, hay quienes critican severamente a los alcohólicos, a sus familiares y amigos, por lo que en el grupo, se respeta el anonimato y lógicamente la confidencialidad de lo que se comparte en cada una de las reuniones” explicaron en el inicio de la charla. 

En esta ciudad, las reuniones se realizan en la Capilla San Miguel, los martes y jueves, de 20.00 a 21.30. Aclararon que en el mismo lugar, “en una parte se reúnen quienes forman parte de ‘Alcohólicos Anónimos’, donde van las personas que tienen problemas con el alcohol, en cambio en Al Anón, concurrimos familiares o amigos que sentimos que hemos sido perjudicados porque otra persona está bebiendo. En Crespo, este grupo se conformó gracias a las gestiones que realizó en Paraná, el Padre Enrique Oggier (ya fallecido), quien veía con preocupación que mucha gente tenía una necesidad de ser contenido y ese proyecto se pudo concretar, con la apertura de las reuniones, el 1 de septiembre de 2015”. 

Explicaron que “en los encuentros, se lee un preámbulo y se cuentan las experiencias de cada uno de los participantes. No se dan consejos sino sugerencias y después, cada uno decide, dependiendo de su situación, cómo le conviene actuar” y acotaron que “es difícil para el familiar llegar a la primera reunión, porque no sabe con qué se va a encontrar, a algunos les da vergüenza, miedo, pero una vez que se entra a la sala y estamos todos con el mismo problema, se da cuenta que es una gran ayuda”. 

– ¿Es grave el problema del alcoholismo en Crespo?

– Lo es no solamente en Crespo, sino también en otros pueblos y ciudades. Muchas veces al alcohólico, se lo ve como un borracho, pero hay que aprender que es una enfermedad, que afecta tanto a mujeres como varones. En la actualidad, la juventud es la que hoy está más expuesta, por los boliches, las salidas… Es una enfermedad silenciosa, que se inicia sin que la persona se dé cuenta, que empieza tomando un poco, nada anormal, pero con el tiempo, pareciera que no puede vivir sin el alcohol. Toman 2 tragos y por la ansiedad misma, pierden el control. 

– ¿Tienen cupos en las reuniones?

– Hay sillas para todos. No es fácil que participe la gente, más en una ciudad en la que todos nos conocemos, que es grande pero chica a la vez. Está mucho el miedo al “que dirán”, pero es recomendable, es una ayuda importante. Para algunos, el alcoholismo es una enfermedad vergonzosa, muchas veces los chicos no quieren llevar a sus amigos a sus casas por temor a que el papá esté borracho y haga escándalos. Acá no hablamos solamente de la persona que pueda estar tirada en una cuneta por lo que bebió, puede ser hasta el mejor abogado, el mejor contador y no diferencia clases sociales. Aclaramos que no se cobra cuota y si bien estamos en una capilla, por lo cual estamos muy agradecidos, es importante destacar que Al Anon no tiene afiliación con ninguna religión, secta, partido político, ni organización e institución.

– ¿Qué ayuda tiene el familiar o amigo del alcohólico que acude a las reuniones?

– Se lo concientiza de que su ser querido está enfermo, se busca que tenga serenidad, que no pelee con el alcohólico, quien va a intentar casi siempre ir al roce. No debe seguirle el juego, no debe esconderle el alcohol, porque igualmente lo tiene al alcance en cualquier lado. No es positivo estar detrás de ellos y decirles “¿ya tomaste?”, porque eso es lo que más los impulsa a volver a beber. En las reuniones compartimos mucha literatura que está basada en historias reales de miembros de diferentes partes del mundo, algunas más fuertes que otras. Y ahí es donde uno se da cuenta que lo nuestro es mínimo al lado de otros relatos…

– ¿Faltan leyes más rígidas que ayuden en esta problemática?

– Todo lo que sean leyes, mientras se cumplan, sirve. No es un problema de algunos pocos, sino de la sociedad en general y que termina perjudicando a toda la familia y a las amistades, porque quedamos encerrados en la misma bolsa. 

– A partir de sus experiencias, ¿qué le dicen a las personas que han pasado por una situación similar? 

– Que se acerquen a las reuniones, donde nos encontramos con familias de corazón y nos contenemos. Fuera de esa sala se puede ser un profesional, trabajador, ama de casa, pero ahí adentro, somos un miembro más, que compartimos nuestras experiencias, fortalezas y esperanzas. Cuando uno llega a estos encuentros, es porque ha probado distintas alternativas y no ha encontrado soluciones. Al Anon te enseña cosas que además te sirven para la vida personal y es como que te dan ganas de seguir concurriendo a las reuniones, por más que tu familiar o amigo alcohólico esté en sobriedad. Es un cambio muy grande y uno ve la vida, con otra mirada… 

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