Crespo: En el “Día del Comerciante”, opiniones de “Mando” Reisenawer, con 64 años en el rubro

Este lunes 10 de julio se celebra el “Día del Comerciante”, ya que ese día, pero de 1854, se fundó la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, entidad que ha tenido una gran influencia en el desarrollo mercantil del país. En Crespo, entre los comerciantes con más trayectoria está Armando “Mando” Reisenawer, con 64 años en el rubro, actualmente con su local (“Casa Armando Reisenawer”), tradicional comercio enclavado en el Barrio San José de la ciudad.

En declaraciones a Canal 6 ERTV, expresó que “a este comercio lo empezó mi papá, quien siempre fue peón rural, hasta que un día le aconsejaron que ponga un boliche. Tenía un sobrino que era habilidoso para los negocios, que le sugirió eso y así comenzó con un pequeño bar y almacén. Fue en 1959, por ese entonces, yo tenía 10 años… Vendíamos harina, azúcar, fideos, pero también kerosene por ejemplo…”.

“En ese tiempo se usaba mucho la libretita, todavía tengo algunas de recuerdo. Se anotaba lo que se le vendía al cliente, se ponía el precio y se pagaba a fin de mes. No había inflación o era muy escasa, así que nos podíamos manejar de esa forma… Los proveedores, mayormente eran de Paraná, también algunos de Diamante. No era como ahora, que vienen de Santa Fe, Rosario o de otras ciudades más lejanas…”.  

Reisenawer recordó que “en aquel entonces, esta calle no era la entrada de Crespo, hasta que se hizo la Ruta Nº 12, a Paraná, momento en el que se empezó a ingresar por esa zona. El acceso principal era en la zona del Ejército, viniendo desde Racedo. Esta calle tenía más de un metro de desnivel, había que tener mucho cuidado en los días de lluvia. La misma llegaba hasta calle Misiones y desde allí, solamente había una continuación hasta ‘Camino del Medio’. En 1960 aproximadamente, se hizo el puente que todavía está, en el hoy Acceso Pte. Alfonsín… En la zona del Pórtico, era todo campo…”.  

“En esta parte de Crespo, enfrente de la Iglesia, había 2 almacenes grandes, los de Haberkorn y Ulrich y estábamos nosotros… Soy un agradecido a la vida. Cuando nos casamos con Irma (su esposa), éramos muy jovencitos, así que ella lleva también mucho tiempo aquí adentro. Tenemos 52 años de matrimonio y venía cuando era soltera a ayudarme… No es como ahora, en ese tiempo lo primero era el trabajo, después, los otros compromisos. Los domingos a las 1.30 de la tarde, el boliche seguía abierto…”.  

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