Crespo: El HCD rechazó por mayoría la instalación de un horno crematorio en el cementerio

Después de muchos meses de debate, el viernes 8 de marzo, el Honorable Concejo Deliberante aprobó por mayoría un proyecto de resolución, mediante el cual no autoriza la instalación de un horno crematorio en terrenos del Cementerio Católico de Crespo. La iniciativa fue planteada oportunamente por la comisión del mismo, pero sólo el concejal de Proyecto Ciudad de Todos, Guillermo Ruberto, se manifestó a favor: “La mayoría de las ciudades tienen crematorios dentro de las plantas urbanas, como Paraná por ejemplo y no me parece descabellado que se haya planificado para Crespo. Por otra parte, me pregunto si tanto nos preocupamos por la contaminación, cómo no nos ocupamos de muchos aspectos, porque consumimos papel y contamina, usamos pilas o baterías y eso también contamina. Y nadie hace nada desde el Estado, que a mi criterio es el mayor contaminador a través de las actividades que realiza. Me parece que la contaminación que podría generar un crematorio seria ínfima comparada con otras. Personalmente, tengo una propiedad por el que cruza el arroyo a donde van las cloacas de Crespo y cuando lo compré en el año ‘90 y algo, se pescaban dorados y hoy sólo es agua verde flúor, que ha matado todas las especies vivientes. La raza humana permanentemente está contaminando. Sin términos técnicos ni médicos, creo que contamina más un cuerpo enfermo fallecido, que un cuerpo que se creme. No hago futurología, pero pienso que dentro de unos años, el crematorio se convertirá en una exigencia, porque el cementerio está lleno y los espacios escasean”.

Sin embargo, su colega del mismo bloque, Dra. Mariela Britos, apoyó la no instalación del crematorio, remarcando que su decisión se debe a una actitud preventiva, ya que no contaba con los informes idóneos para tomar postura. Sostuvo que a lo largo del debate en comisión, pidió en reiteradas oportunidades que se le de intervención a los técnicos de la Secretaría de Medioambiente de Entre Ríos, para que evalúen el impacto ecológico específicamente en base al tipo de horno incinerador a instalar y el contexto físico y social, pero las peticiones no fueron aceptadas. Por esa razón, la edil dijo que “ante la duda, voy a adoptar una medida precautoria, es decir, tener la precaución de no contaminar más”.

Una de las posturas más desarrolladas, fue la expuesta por el concejal del Frente Justicialista para la Victoria, Claudio Schulz, quien además de señalar los efectos negativos medioambientales que la cremación generaría, se refirió a un antecedente legislativo local. En ese sentido, el edil explicó: “Este Cuerpo aprobó por unanimidad en el 2004, una ordenanza que prohíbe la instalación de todo sistema de incineración de residuos en el ámbito de la Municipalidad de Crespo. Dicha normativa surgió a colación de una movida, organizada por algunos sectores de la ciudadanía, vinculada a la supuesta instalación de un horno incinerador para residuos en la ciudad. Desde el HCD se convocó a una audiencia pública y la misma ciudadanía determinó que Crespo no debía tener un sistema de tratamientos de residuos basados en la incineración. En este sentido, si aprobamos la instalación de un horno crematorio, estaríamos minimamente incurriendo en una contradicción y burlándonos de la ciudadanía que en algún momento se expidió”. Asimismo, enumeró los municipios que han atravesado situaciones similares, cuyos vecinos se han opuesto a la radicación de un crematorio en la planta urbana y detalló las condiciones de proximidad que fijaron en aquellas comunidades donde se autorizó su funcionamiento. “Son sistemas cuya actividad afecta potencialmente el medioambiente y en muchos países figuran dentro de las actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera por las sustancias tóxicas generadas”, dijo Schulz. Finalmente, llamó a la reflexión a sus colegas previo a someterse el proyecto a votación y agregó: “No quiero dejar de mencionar la cuestión social, porque estamos hablando de la posibilidad de habilitar un sistema de cremación de cadáveres humanos dentro del radio urbano y a pocos metros de las viviendas lindantes al cementerio. Lo que minimamente se debería hacer en estas circunstancias, es atender el reclamo y la posición de quienes van a ser directamente afectados por nuestra decisión. En el 2004 la comunidad dijo ‘No’ a la instalación de hornos incineradores. Los ciudadanos esperan que estemos a la altura de las circunstancias. Muchas veces reclamamos la necesidad de habilitar sistemas de participación ciudadana, entonces creo que ahora no podemos desoír a las personas que hoy, con absoluta razón, quieren ser escuchadas. Quienes voten a favor de esta iniciativa, seguramente estarán haciendo caso omiso a lo que están pidiendo e implorando sus vecinos, quienes quieren ni más ni menos, que les permitamos vivir sin miedo a enfermarse o a morir. Además serán los responsables únicos y directos de hipotecar la salud de ellos, de su bienestar presente y su futuro”.

A los antecedentes legislativos locales referenciados también se adhirió el concejal del Frente Progresista Cívico y Social, Miguel Pusineri, quien sostuvo que “hacen falta normas que reglamenten suficientemente este tipo de actividades. Pero no podemos dejar pasar por alto, que en Crespo tenemos aprobada la Ordenanza 62/04, que prohíbe la instalación de cualquier horno incinerador, dado que está comprobada su contaminación”. En relación a ello, manifestó extensas razones, por las cuales la actividad ha sido calificada ambientalmente como peligrosa en algunas partes del mundo.

En términos muy similares fundó su postura la concejal oficialista Esther Wendler, al señalar que “no es cierto que los hornos crematorios de cadáveres controlen la emisión de contaminantes. Está comprobado por estudios serios y científicos realizados, entre ellos el de la Universidad de Florida. A pesar de los modernos sistemas de combustión múltiple, estos hornos emiten sustancias tóxicas a la atmósfera, tales como dioxinas de mercurio, furano, cloruro de hidrógeno, plomo, óxido de azufre, monóxido de carbono y partículas de distintos diámetros. Los metales pesados no pueden destruirse, por elevada que sea la temperatura de los hornos. El más venenoso es el mercurio, que incluso en dosis muy pequeñas, puede causar daños severos en el sistema nervioso central y cardiovascular. Generaría infertilidad y en las embarazadas puede causar abortos y malformaciones en el feto…”.

Finalmente, al momento de votarse el proyecto que rechaza la instalación del crematorio, a excepción de Guillermo Ruberto, todos los concejales dieron su aval.