Crespo: El 1 de noviembre podría definirse el futuro de la empresa Waigel

La jueza María Gabriela Tepsich, fijó que el 1 de noviembre sea la fecha tope para que se proceda al rescate de la firma crespense Miguel Waigel y Cia. Ese día vencerá el período de concurrencia, para que el tercero interesado en adquirir la empresa o bien los propios dueños de la misma, logren el acuerdo de reestructuración de deuda con los acreedores, para lo cual se necesitarán mayorías especiales tanto en cantidad de acreedores, como en el capital de la deuda que se reestructura. De fracasar esta instancia, Miguel Waigel y Cia. quedará al borde de la quiebra.

 

El martes 25 de octubre será otra jornada clave. Ese día, a las 11.00, se realizará una audiencia informativa que será “la última oportunidad para exteriorizar la propuesta de acuerdo a los acreedores, la que no podrá modificarse a partir de entonces”, indica la legislación nacional sobre concursos y quiebras.

 

De igual manera y teniendo en cuenta la magnitud del expediente (hay más de mil acreedores registrados con deuda por más de 40 millones de pesos), la jueza dejó abierta la posibilidad de prolongar los plazos procesales. “Si las vicisitudes de la causa demuestran la seriedad y reales posibilidades del cramdista (tercero interesado en adquirir la empresa) o de la concursada de obtener un acuerdo con los acreedores, podría en etapa oportuna, replantearse la cuestión”, indicó Tepsich en una resolución que publica la agencia APF.

Estas decisiones fueron tomadas por Tepsich luego de ratificar que el valor de la firma, que posee según datos de la sindicatura un patrimonio negativo de 25 millones de pesos, es cero. Incluso una queja presentada por los accionistas de la firma, conlleva una evaluación en el mismo sentido, pero menor. Según sus cálculos, el patrimonio neto negativo de la empresa es de $ 12,7 millones, lo que no modifica la ecuación sobre el valor de las acciones.

 

Tepsich llama la atención también sobre un aspecto de la particular relación entre Waigel y Cia y Cementos del Paraná, empresa cuyo presidente se presentó como único oferente para rescatar a la concursada.

 

“En cuanto a la operatividad de la empresa, ha quedado evidenciado con los informes mensuales y con la inspección ocular realizada en la sede de la empresa y los diversos establecimientos de la concursada de la ciudad de Crespo y Paraná, la ínfima actividad comercial que la misma despliega actualmente como la inexistencia de nuevos negocios durante la etapa concursal”, comentó.

 

“Además, no puede soslayarse como elemento negativo en la valuación de la misma, la vigencia por siete años -de los cuales restan cinco años aproximadamente- del contrato de alquiler celebrado con Cementos de Paraná SRL, mediante el cual Miguel Waigel y Cia SA le arrendó a dicha firma la planta cementera de su propiedad a un precio ínfimo mensual que le ha significado la pérdida de una fuente vital de ingresos y, en definitiva, de rentabilidad por un lapso de tiempo prolongado”, subraya.

 

El único interesado en Waigel es un abogado santafesino, Miguel Porpatto, director de Cementos del Paraná, firma que integran como accionistas los hijos de Miguel Artemio Waigel: Nanci del Carmen; Maricel Alejandra y Miguel Francisco Artemio Waigel. A Miguel Artemio y a su progenie, la jueza los apartó de la administración de la empresa concursada, colocando en su lugar a la Sindicatura.

 

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