En virtud de las constantes quejas de muchos vecinos de la zona céntrica de Crespo, fundamentalmente de calle Sagemüller y sus perpendiculares y ante “un fierro caliente que nadie quiere agarrar”, en mayo del año pasado, el intendente Ing. Ariel Robles y el secretario de Gobierno, Dr. Jorge Waigel, presentaron finalmente un proyecto en el Concejo Deliberante local, para que los futuros boliches bailables se radiquen fuera del radio urbano y que los que se encuentran funcionando en la actualidad dentro de la planta urbana y cuenten con la habilitación municipal, se relocalicen fuera de ella en un plazo no superior a los 2 años. Por el momento, la iniciativa fue abordada fugazmente en reuniones de comisión, por lo que se fueron dilatando los plazos. Pero se asegura, que finalmente estaría en la grilla de los temas iniciales que se van a analizar en este 2015 en el órgano legislativo, para hacer realidad “un viejo reclamo ciudadano”.

Esta semana, el presidente del HCD, Fernando Cibau, expresó a El Observador que “el año pasado, este proyecto quedó postergado, para tratar de llegar a una idea en conjunto con los demás ediles y plasmarlo en una nueva ordenanza. Es un tema a debatir, ya que estamos secundados por rutas y una de las cuestiones a estudiar, es el riesgo que podría generar que los jóvenes salgan a vías de comunicación con mucho tránsito, si es que estos locales deben estar fuera de la ciudad”.

Dentro de los mismos bloques no hay una opinión única, por lo que seguramente será muy enriquecedor el debate y para lo cual, como se anticipó desde el HCD, se llamará a las partes interesadas (vecinos y dueños de boliches) para que den su opinión y entre todos, se logre el equilibrio buscado.

La concejal Ester Wendler (Frente para la Victoria), en una consulta anterior de este medio, dijo que “es un tema difícil, que hay que debatirlo, charlarlo y estudiarlo muy bien. Los vecinos piden que los boliches no estén en el centro, porque perjudican mucho a quienes tienen derecho al descanso y en el futuro, diría que podrían estar más alejados del casco céntrico, como ocurre en casi todas las ciudades… Lo que más molesta es en la madrugada, cuando los chicos salen y por los incidentes y ruidos que se producen afuera. Algunos usan la casa de los vecinos como baño. Es un tema complejo y muy difícil”.

Cabe consignar que la Juventud Radical realizó una encuesta entre jóvenes crespenses que seguramente asisten a estos eventos, para sondearlos sobre este proyecto y un 64,24% de los consultados, se habría pronunciado en contra del traslado. Casi el 75% de los adolescentes afirmó que frecuentan “el boliche”, siendo los 15 años la edad en que la mayoría de ellos dijo haber ido por primera vez a dichas instalaciones.

Lo cierto es que en las ciudades modernas del mundo occidental, generalmente los boliches bailables están lejos de las viviendas, tienen controles de edades para asistir y horarios que se deben respetar, por salud y para evitar incidentes. Aquí se vienen postergando soluciones para los vecinos afectados desde hace 30 años.