Crespo: Cuentan cómo desde LAPEN ayudan a la evangelización de niños

Visitaron el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, Tomás Florit y su esposa Graciela Rozas, dirigentes crespenses de la Liga Argentina Pro-Evangelización del Niño (LAPEN), quienes en diálogo con El Observador contaron cómo la institución que integran viene trabajando para impulsar programas evangelísticos para chicos, organizando campamentos, pero también participando en misiones en diferentes provincias argentinas. Explicaron que “LAPEN lleva 70 años en el país y 80 a nivel internacional, naciendo con el objetivo de alcanzar a los niños con el Evangelio, pensando especialmente en los que no están dentro de una Iglesia, para llevarle la oportunidad de conocer a Jesús como Salvador, de continuar con las enseñanzas, lo que les va a hacer crecer en su vida cristiana”, comentaron en el inicio de la nota. 

– Una de las actividades es a través de los reconocidos campamentos de LAPEN…

– (Rozas) Días pasados realizamos un campamento con 101 chicos en el Parque Los Paraísos de Crespo. Desde que recomenzamos con los mismos, este es el quinto. Cuando llegamos a esta ciudad, hace 26 años, se había comenzado a trabajar con LAPEN. Tuvimos algunos campamentos y ahora se reiniciaron con nuevas fuerzas, con un grupo maravilloso de 25 voluntarios

– (Florit) Dios nos bendijo con un equipo de trabajo excelente y muy comprometido. Los chicos tenían 2 maestros por grupo y había colaboradores encargados de la recreación. Además de los campamentos, todos los veranos e inviernos tenemos “impactos evangélísticos” en distintos puntos del país. Aún nos falta Mendoza, Tucumán, Río Negro y Santa Cruz, en el resto del país ya hemos estado.

– (Rozas) Dijo Dios, “el que no tiene fe como un niño, no puede entrar al reino de los cielos”. El niño puede tener la fe necesaria para acercarse a Dios a través de Jesús y creemos que podemos llevarlos a la posibilidad de ese encuentro. Es la época en que más abiertos están. A veces, en la adolescencia, empiezan a probar otras cosas, a tener interrogantes y está bien que tengan sus preguntas. Nosotros trabajamos sobre la convicción de que si la semilla fue sembrada, en algún momento va a germinar. En lo personal soy bendecida de participar en estos campamentos. Haber conocido los caminos de Dios desde pequeña me libró de muchas cosas, lo continué en la adolescencia y juventud y creo firmemente que en muchos de los niños que trabajamos, los miramos y decimos, “qué será de ellos en el futuro”. Algunos podrán ser misioneros, otros gobernadores, alguien que tenga relevancia en la sociedad o jefe o jefa de familia. En esos chicos veo que Dios puede estar abriendo un camino en el cual sembramos algo…

– (Florit) Hay una historia que me toca mucho: en el siglo pasado, un vicario tenía que dar un sermón en un día de mucha nieve, estaba muy feo y decía “¿para qué voy a darlo? Si no va a venir nadie” y dentro de las pocas personas que fueron, estaba un niño de 12 años. Igual ese vicario predicó y el niño aceptó al Señor Jesús y resultó ser Carlos Spurgeon, el príncipe de los predicadores. Muchas personas en el siglo XIX conocieron a Cristo a través de él. El señor Jesús dice, “no menosprecien, no le den menor valor a un niño”. Una vez hicimos una obra de teatro en un pueblo, todos con disfraces y asistió un solo chico e hicimos la obra por él. Uno no sabe qué puede pasar con la vida de un chico, pero sí sabemos que es nuestra responsabilidad en cada oportunidad, hacer lo que tenemos que realizar.   

– Hoy los niños y jóvenes están invadidos por la tecnología, ¿ayuda o perjudica esa modernización para la evangelización?

– (Florit) Como en todos lados, hay quienes la usan sabiamente y quienes no la usan de esa manera. Creemos que es una forma de detectar y ver los alertas. Las redes sociales sirven para eso, pueden ayudar…

– (Rozas) Hay niños que están con la tecnología, pero también necesitam de ciertas cosas que no tienen que ver con eso, como lo afectivo y espiritual. En los campamentos hemos trabajado mucho con manualidades o actividades creativas, que también los atrapa y entusiasma y ni hablar de lo recreativo…

– Para los jóvenes, las adicciones al alcohol o a la droga, es la gran amenaza de estos tiempos, ¿se habla esto en los encuentros?

– (Rozas) Lo que abordamos en los campamentos son temas bíblicos pero aplicados a esas problemáticas. En el verano pasado estuvimos hablando de cómo hay que fortalecerse para decir no al cigarrillo, no al alcohol y no a las drogas. Este año abordamos más el tema de la violencia. Lo vemos desde el punto de vista bíblico, que teniendo paz con Dios, él nos ayudará para poder enfrentar situaciones como el bullying, los conflictos… Buscamos durante el campamento, que cada niño haya tenido una entrevista a solas con un maestro, en las que cuentan si tienen algunas de estas problemáticas para poder abordarlas…

– (Florit) Hay casos de chicos que usan mucho la tecnología y con dificultades para relacionarse con otros. Notamos que los niños de hoy, están más expuestos a las adicciones, no tanto en Crespo, donde todavía tenemos más alternativas para ellos, pero en las ciudades grandes, donde a veces no pueden salir de la casa, para los padres es una salida que sus hijos puedan estar jugando en una pantalla y eso a la larga, produce una adicción. 

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