Según un informe de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, el consumo de carne de cerdo se cuadruplicó en el país, en la última década, pasando de los 2,5 kg per cápita de 2005 a los 10 de 2013. Aseguran que este aumento se debió a cambios de hábitos alimenticios y nuevos medios de comercialización del producto.

De acuerdo a la evaluación de la AAPP, en los últimos 10 años también hubo “cambios en la forma de cría y alimentación del ganado porcino, que contribuyeron a mejorar notablemente la calidad de la carne y generaron nuevos beneficios en su incorporación, como por ejemplo un alto aporte proteico y bajo sodio, lo que la hace apta para hipertensos”. El comerciante crespense Sergio Schimpf, en diálogo con El Observador remarcó que “hace 15 años que tenemos la carnicería y vamos viendo un incremento en la comercialización de este producto, porque antes, se consumía el cerdo en chorizos o en alguna costilla o costeleta, pero hoy, tiene mucha demanda la pulpa o lomo de cerdo, los matambres… No se vende en la misma cantidad que la vacuna, pero sigue acortándose la diferencia entre ambas. Además, es una carne tierna, segura y el precio, al ser menor que sus competidoras, también ayuda. Yo creo que en el futuro, si sigue esta tendencia, se puede llegar a equiparar la cantidad de consumo, entre ésta y la vacuna”.